Noviazgos bajo sospecha
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Noviazgos bajo sospecha
Las vidas de Donald Trump y Taylor Swift llevan años cruzándose, pero chocaron por primera vez en las elecciones de 2020, cuando la cantante apoyó la candidatura de Joe Biden. Que Swift simpatiza con los movimientos progresistas es evidente y manifiesto, pero ahora, de cara a las elecciones de noviembre, se ha convertido en un asunto político 'serio'. Ante el desánimo de los jóvenes demócratas, su apoyo explícito a Biden, cuando The Eras Tour la ha convertido en un fenómeno musical y empresarial sin paragón, significaría un golpe importante en la campaña de Trump. Golpe que se ha duplicado en gravedad desde que Taylor anunció su romance con ¡un jugador de fútbol americano! Travis Kelce, celebrado deportista que acaba de ganar la Liga, ha 'multiplicado' el poder —mediático y político— de Swift.
Así que la estrategia de Trump ha sido sembrar dudas sobre la pareja en sí misma. Los seguidores del expresidente difunden que se trata de un PRomance (combinación en inglés de PR, public relations, y romance), una estrategia de marketing de los famosos tan antigua como eficaz. No son pocas las celebrities que —para reforzar sus campañas de promoción de películas o series inician (o dicen que inician)— relaciones sentimentales con otros famosos o alguno más famoso que ellos.
Citas, abrazos por la calle y hasta alguna pista 'casual' sobre la relación a través de redes sociales. Un cóctel con un resultado claro: los seguidores enloquecen y viralizan a las dos celebrities involucradas. Nada nuevo. En los años 50 ya lo hacían los grandes estudios de Hollywood, aunque mayormente para ocultar la homosexualidad de algunas estrellas. Ahora no hay tanto que ocultar, pero sí mucho más que promocionar. El marketing del amor forma parte esencial de la cultura pop y a casi nadie parece escandalizar.
Lo que lo ha vuelto a poner de actualidad es que Trump sugiera que el noviazgo de Swift y Kelce es un PRomance. Ha dicho el candidato republicano que él no tiene nada contra ellos y que les desea que tengan un largo romance... «aunque no creo que dure».
Es indudable que la relación entre dos grandes celebridades norteamericanas es un gran negocio para ambas. La ventas de la camiseta de Travis Kelce se disparó un 40 por ciento. Hasta los partidos de la NFC –la liga de fútbol americano– tienen más audiencia ahora. El tour de Taylor Swift ya era un éxito mundial antes de que anunciaran su relación, pero dicen sus críticos que es una estrategia para promocionar la película sobre la gira. Y se amparan en que empezó a salir con Kelce 'solo' cinco meses después de romper su relación con el compositor Joe Alwyn, con quien había estado seis años. Vamos, que no había hecho 'luto' suficiente por su ruptura. Sea como fuere, lo que ha hecho esta relación a tres bandas, con Trump de por medio, es abrir la veda para sospechar de cualquier pareja de famosos. Y las de Taylor Swift han hecho correr, desde hace años, ríos de tuits...
No es la primera vez que se señala a Taylor de firmar un PRomance. Ya sucedió con el actor Tom Hiddleston, con el que empezó a salir una semana después de romper con el cantante Calvin Harris y que duró unos pocos meses. Muchos aseguraban que todo era un truco para distraer del enfrentamiento con Kim Kardashian y Kanye West. Taylor y West tienen una pésima relación desde que en los MTV de 2009, West criticó en vivo y en directo que Swift se llevase el premio al mejor vídeo en lugar de Beyoncé. Pero el momento crítico de su relación se produjo en 2016, cuando el rapero le dedicó a ella la canción Famous, en que llamaba a Swift 'zorra'. Para más escándalo, la mujer entonces de West, Kim Kardashian, salió a defenderlo, y los fans de West, por si fuese poco, empezaron a acosar a Taylor. Ante tal agresión, puede que lo de Taylor con Hiddleston fuese un 'montaje' o, simplemente, un merecido 'consuelo'...
Otro de los PRomance recientes más sonados es el de Harry Styles con Olivia Wilde. Justo cuando comenzaron a trabajar en Don't worry darling (ella como directora y él, como protagonista) fueron fotografiados juntos y ellos mismos se encargaron de alimentar los rumores. Meses más tarde, Wilde anunciaba su ruptura con el padre de sus hijos, el actor Jason Sudeikis, y no tardaron en filtrarse unas imágenes de Wilde con el ex-directioner de la mano. Las alarmas de 'fraude amoroso' se encendieron cuando, en menos de un año, se separaron para tomarse un 'descanso'. A Harry Styles, en cualquier caso, siempre le han acompañado las dudas sobre la autenticidad de sus relaciones (pasó lo mismo con Taylor Swift y Kendall Jenner), por la brevedad de sus romances, aunque eso no implica que sean 'falsos'; puede que sean breves... pero intensos.
Mucho más que Spiderman
A todos los protagonistas de Spider-Man les persigue la sombra de los 'romances prefabricados', pero al final acaban demostrando que el amor también puede surgir detrás de la pantalla (incluso aunque empiece como estrategia de marketing). Tobey Maguire y Kirsten Dunst iniciaron su noviazgo cuando rodaron la primera entrega y rompieron antes de la última película. Tampoco se libran los actores Andrew Garfield y Emma Stone, que mantuvieron su romance durante los cuatro años de filmación de Spider-Man y rompieron en cuanto terminó la promoción de la segunda entrega. En cuanto a Tom Holland y Zendaya, más de lo mismo: comenzaron a rodar, empezaron a salir y se dispararon los rumores de un posible 'PRomance'. Parece que después de casi ocho años de relación y una supuesta boda en secreto, las sospechas se han disipado. Son una de las parejas más sólidas del 'nuevo Hollywood'.
La pareja de vampiros de la saga Crepúsculo es una de las relaciones que más resuenan cuando se habla de los 'PRomances'. Y no es para menos. Kristen Stewart inició su historia de amor con Robert Pattinson cuando filmaban la primera película de la serie cinematográfica de vampiros en 2008. Tras repetidas indirectas y mensajes entre líneas que se dedicaban los protagonistas, los fans fantaseaban con la posibilidad de que el amor hubiese traspasado la pantalla. No fue hasta 2010 cuando se confirmó la relación. Dos años más tarde, atravesaron una supuesta crisis cuando se filtraron imágenes 'explícitas' de Stewart y el director Rupert Sanders, casado, con dos hijos y que prácticamente le doblaba la edad. A pesar de la infidelidad, los exitosos vampiros decidieron darse una segunda oportunidad. No tardaron ni cinco meses en separar sus caminos para siempre. La propia Kristen Stewart llegó a reconocer más tarde en una entrevista con The New York Times Style Magazine: «La gente quería tanto que Rob y yo estuviéramos juntos que nuestra relación se convirtió en un producto». Un producto exitoso.
Cuesta recordarlo, pero realmente ocurrió. En 2015, Justin Bieber y Kourtney Kardashian asistían juntos a lugares públicos agarrados de la mano. Eso sí, luego cada uno salía por separado. La diferencia de edad de 15 años parecía no importarles. Aunque, en todo momento insistían que eran solo amigos. Más tarde, comenzaron a difundirse rumores de que el hijo menor de Kourtney, Reign, era hijo de Bieber, por su gran parecido con el cantante. No ayudó a silenciar las habladurías la reacción negativa al embarazo de Scott Disick —la pareja de Kourtney por entonces— ni la presunta regla matrimonial de Hailey Bieber —la actual esposa de Justin— que prohibe al cantante salir con Kourtney Kardashian.
La ruptura de Jennifer Aniston y Brad Pitt fue uno de los momentos más 'dramáticos' del mundo del espectáculo. Eran 'la pareja dorada' de Hollywood, representaban 'la relación soñada' por cualquier mortal, incluso aparecían vestidos a juego... hasta que se acabó. Pitt se había enamorado de otra mujer: Angelina Jolie. Y Pitt y Aniston se divorciaron en 2005, tras cinco años de matrimonio. Ser abandonada –y nada menos que por Angelina Jolie– abocó a la protagonista de Friends a asumir el papel de 'la pobrecita víctima', cuando no la medieval etiqueta de 'mujer estéril' que no habría dado hijos a su marido provocando el divorcio. Amparados en esa supuesta buena fe de consuelo, el acoso a Aniston de los medios y los seguidores fue tremendo. Así que la adorada ella optó por 'buscarse un novio' para que la dejaran en paz. La propia actriz hizo público su emparejamiento con el actor Vince Vaugh, el protagonista de The break-up, la comedia que la actriz rodó con él. Aquello duró en torno a un año. Pero ni con Vaugh ni con sus diversas relaciones posteriores, Aniston ha podido deshacerse de la sombra de Brad Pitt.
Son la nueva sensación de las comedias románticas. Con el estreno de Cualquiera menos tú, los rumores de una conexión especial entre los actores Sydney Sweeney –la chica de Euphoria– y Glen Powell han inundado las redes. Después de ver la película, sus fans 'sueñan' con la posibilidad de que el amor entre ellos sea real. De hecho, ellos mismos se han encargado de avivar los rumores con una increíble destreza de coqueteo en cada aparición pública. Lo curioso es que Sweeney está prometida y su marido es el productor de esta película. «Es una comedia romántica. ¡Eso es lo que la gente quiere! A Glen y a mí realmente no nos importa», aseguraba Sweeney.