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Miembros de la Sociedad El Sitio, hacia 1915. AMADO NOVEDADES

El regreso de la Sociedad El Sitio

TIEMPO DE HISTORIAS ·

La sociedad liberal, silenciada en 1937 tras la caída de Bilbao en manos nacionales, regresó a la vida intelectual de la ciudad en 1981 para «dotar a Bilbao de un marco específico de convivencia y de un espacio que mantenga permanentemente encendido el fuego sagrado de la cultura»

esteban goti bueno

Martes, 8 de febrero 2022, 01:11

Esteban Goti es archivero de la Sociedad El Sitio

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En buena parte de 2021 la Sociedad El Sitio se encontraba en la misma situación que el resto de la población, restringida en sus actividades, por fuerza mayor de la pandemia. Las habituales conferencias adquirían la ... posibilidad de hacerse de forma telemática o exclusivamente en esta modalidad. La celebración del 2 de mayo se redujo a un modesto homenaje ante los restos del Monumento a los Defensores de Bilbao, sito en el exterior del antiguo camposanto de Mallona. Precisamente, gracias a El Sitio, se recuperó desde los primeros años democráticos la tradición de la procesión cívica hasta el Monumento, conmemorando así la liberación del cerco carlista sobre Bilbao en 1874. Y con ello seguimos. Nuestro mayor esfuerzo durante el pasado año se centró en la celebración del 145 aniversario de la Sociedad (1875), con gran éxito de público e intervenciones, en el salón de actos de la que fuera la última sede histórica de El Sitio: el Palacio de las Libertades, actual Biblioteca de Bidebarrieta.

Sin embargo, en 2021 se cumplió también el 40 aniversario de la reactivación de la Sociedad. Anteriormente, hombres de espíritu liberal como Alfonso Carlos Saiz Valdivielso, José Ramón Blanco e Iñaki Legarreta, prepararon este reinicio por medio de tertulias que se llevaron a cabo, primero, en el café Iruña y, posteriormente, en el Oliver. Según su propio testimonio lo hicieron «(…) con amor, entusiasmo y bilbainismo (…)», porque El Sitio significaba para ellos, como para los actuales miembros «(…) lugar de encuentros, foco de cultura, estímulo de ciudadanía y núcleo de libertad».

La Sociedad El Sitio había sido suprimida arbitrariamente en el contexto de la conquista de Bilbao por las llamadas tropas nacionales en junio de 1937. Sus bienes muebles e inmuebles, así como la documentación, fueron tomados por la fuerza. Casi un año antes, en octubre de 1936, la Sociedad había cedido las instalaciones de Bidebarrieta para que la recién creada Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco las dedicase a hospital de sangre. Con el fin de la guerra en el territorio vizcaíno y el consiguiente dominio del bando nacional, se impuso el obligado silencio en la vida cultural que emanaba de El Sitio. Nuestro histórico liberalismo y las afinidades políticas con la II República fueron razón suficiente para su disolución. El 14 de agosto de 1938 se decretó la incautación de los bienes de la Sociedad. La finca, el solar y el edificio se inscribieron en favor del Estado. A comienzos de la década de 1940 se vendió al Ayuntamiento de Bilbao, que le dio distintos usos, hasta que en la década de los 50 adquirió la función de biblioteca municipal.

Margarita Xirgú y Federico García Lorca fueron homenajeados en El Sitio en enero del 36. Ella actuaba en el Arriaga. F. ALONSO /ARCHIVO LUZART

Ya en plena vigencia democrática, el 28 de enero de 1981, en el palacio de Bidebarrieta se celebró la sesión inaugural de la renacida Sociedad El Sitio. El primer presidente de la entidad, en esta segunda etapa, fue Gregorio San Juan. En nuestro archivo conservamos una fotocopia del folleto que recogía el desarrollo del acto, donada por Ramón Talasac y Fernando Sánchez. En el evento participaron el profesor de Derecho de la Universidad de Deusto Alfonso Carlos Saiz Valdivielso (vicepresidente); el historiador y profesor en la misma universidad Fernando García de Cortázar; el historiador y profesor de la entonces Universidad de Santander Juan Pablo Fusi y la historiadora María Jesús Vergara (vocal de la Junta Directiva), cuyo conocimiento de los detalles de los hechos relativos al fin abrupto de la primera etapa de El Sitio es muy valioso; y, por último, el músico Sabino Ruiz Jalón.

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Telegramas de Cela y Berlanga

Ante el público allí congregado, el vicepresidente Saiz Valdivielso agradeció al alcalde Jon Castañares que hubiese cedido el salón de actos de Bidebarrieta para aquella ceremonia «(…) desoyendo, incluso, ciertos informes desfavorables a nuestra petición (…)». También dio las gracias a los medios de comunicación «(…) que -unos más y otros menos- han acogido con calor esta iniciativa y la han pregonado (…)», a los intervinientes y asistentes, entre ellos a Marcelino Oreja Aguirre, que en aquel momento era Gobernador General del País Vasco y socio de El Sitio. Los agradecimientos se extendieron también a Laura de los Ríos de García Lorca, Soledad Ortega Spottorno, Antonio Buero Vallejo, José Vela Zanetti y José Miguel de Azaola, que enviaron sus telegramas de apoyo a la vuelta de El Sitio. Posteriormente se recibieron los de Camilo José Cela y Luis García Berlanga, que mostró su disposición a contribuir como cineasta para lo que a la Sociedad le pudiera ser útil.

El vicepresidente Alfonso Carlos Saiz Valdivielso, en su comunicación, dirigió unas emotivas palabras que contienen el sentido de nuestra actividad pública desde los años 80 hasta la actualidad. De acuerdo con el texto de que disponemos, El Sitio reaparecía a fin de «dotar a Bilbao de un marco específico de convivencia civil y liberal; para adecuar un espacio que mantenga permanentemente encendido el fuego sagrado de la cultura; un lugar, en suma, equivalente a lo que hace muchos años supuso Hermes, aquella excepcional revista bilbaína que animó don Alejandro de la Sota».

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La Sociedad El Sitio, desde su primera etapa, había vivido convulsiones internas, como consecuencia de la identificación de sus juntas directivas, o de numerosos socios, con posturas políticas o gobiernos que no eran del agrado de la totalidad de los miembros de la Sociedad. Y, en 1981, ya asomaba el mismo problema, pero alentado desde fuera. Saiz Valdivielso resolvía la cuestión con una elegancia encomiable: «Voces malintencionadas vienen proclamando estos días la especie de que El Sitio es un círculo republicano y un cenáculo socialista. A título personal, y en nombre de la Junta Directiva, quiero decir que eso es rotundamente falso. En El Sitio confluyen dispares opciones políticas, tantas cuantos socios las mantienen; pero el denominador común, lo prevalente, es lo liberal, más como talante que como ideología. Quienes formamos El Sitio, hoy, aquí y ahora, asumimos incondicionalmente los planteamientos constitucionales de este país y en modo alguno permitiremos que una determinada ideología política condicione el rumbo de esta nave».

Asimismo, quiso referirse a los veteranos socios de la primera época que renovaron su pertenencia a El Sitio en esta segunda andadura. La Sociedad, siguiendo con el texto de Saiz Valdivielso, se constituía como un espacio civil y laico que representaba la fusión de sus dos etapas históricas; la que finalizó en la Guerra Civil y la que iniciaba sus pasos con la llegada de la democracia. Quienes formasen parte de El Sitio serían, en expresión del entonces vicepresidente, «ríos que lleven en sus aguas la savia de la civilidad, la cultura, la tolerancia y la libertad, discurriendo por tierra llana. ¡Que al fin, el agua vence a la piedra!».

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En 2022, la Sociedad El Sitio sigue desarrollando este liberalismo. De hecho, gracias a la reactivación de 1981, se perpetúan hasta hoy las conferencias y la procesión cívica del 2 de mayo, en otro tiempo muy celebrada por el Ayuntamiento de la villa. En las primeras décadas de la reanudación de la Sociedad se pusieron en marcha encuentros y premios literarios. A comienzos de este siglo, El Sitio fue distinguido con el Mérito Civil y el Constitucional. Gracias a que se produjo el regreso de esta Sociedad, se ha recuperado el conocimiento histórico de esta institución bilbaína de repercusión nacional y extranjera. Retomaron la condición de socios varios de quienes formaron parte de la primera etapa y la adquirieron diversos descendientes de aquéllos y de los Auxiliares que defendieron la villa del último asedio carlista. Se han reeditado una importante cantidad de las conferencias que se pronunciaron en El Sitio desde fines del siglo XIX, hemos recuperado objetos que fueron expoliados, contamos con copias de publicaciones especiales que se llevaron a cabo para conmemorar distintos aniversarios de la liberación del cerco de 1874. Se ha restaurado en Bilbao la vida práctica del Bilbao liberal, el contacto con la intelectualidad y la expresión del pensamiento en sus más variadas expresiones. Lo hemos hecho no sólo por la misión que nos concierne, sino para mantener vivo ese legado liberal que actúa de cimiento de nuestro presente común. No podemos perderlo, no debemos pervertirlo.

Terminemos con una dedicatoria que nos dejó Julio Caro Baroja el 3 de junio de 1981: «El espíritu de la libertad del hombre volverá a esta tierra, pese a los que sólo creen en las llamadas 'libertades colectivas' y las usan mezquinamente. El Sitio será, otra vez, su primer albergue (…)».

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