Tragedia en Valencia

Los vecinos del edificio 'gemelo' al calcinado en Valencia: «Hay miedo. El sistema antiincendios no funciona»

El Navis empezó a levantarse en 2005. Está compuesto por cinco plantas de sótano, una planta baja en la que únicamente se sitúa el zaguán de acceso al edificio y diecinueve plantas altas destinadas a viviendas. Ocupa un solar de 2.100 metros cuadrados y tiene una edificabilidad de 15.600 metros cuadrados distribuidos en 162 viviendas. Tras la quiebra de Febex, una entidad bancaria se quedó con el edificio, que ahora comercializa sobre todo para alquiler, que oscila entre los 600 y los 1.500 euros al mes.

Aunque en su momento se hablaba de un edificio avanzado con domótica que permite controlar toda la vivienda desde un panel situado junto a la puerta, lo cierto y verdad es que este dispositivo no funciona en muchas viviendas. «Esto tiene muchos problemas», comenta Miguel García, residente del edificio. «Además, el sistema antiincendios no funciona», desvela. Se hace el silencio. Miguel, como otros muchos vecinos, descubrió este viernes a primera hora que el edificio había sido construido por la misma empresa, una mercantil que quebró en 2011. «Te hace tener miedo, no sabes si está todo hecho con los mismos materiales y si estás viviendo encima de una hoguera», comenta.

Nadie quiso hablar. Ni el conserje, ni el presidente de la finca, ni el administrador. Nadie. Este diario sí pudo saber de fuentes bien informadas que las reparaciones y las obras son habituales en el Navis. De hecho, hace unos años, antes de que saliera a comercialización, la empresa Projecte Aisén llevó a cabo el derribo de los falsos techos exteriores en los balcones por seguridad, así como la realización de unos nuevos, acorde a las normativas de seguridad municipales en toda la finca. También se hizo una reforma de ventilaciones de cocina en todos los pisos, la reparación de todos los cerramientos exteriores y el acabado de pisos por abandono del anterior constructor. Este diario se puso en contacto este viernes con la empresa, con sede en Barcelona, pero no quisieron dar explicaciones de las obras. También se preguntó al Ayuntamiento de Mislata: dieron la callada por respuesta.

Ahora mismo, de hecho, se están llevando a cabo trabajos en la enorme mole residencial. En concreto, se está desmontando y colocando chapa en los balcones, así como un falso techo de pladur, y las labores de pintura y rejunte. Estos trabajos los lleva a cabo la empresa Soluzziona, con la que este diario también se puso en contacto este viernes. No quisieron atender.

Una de las fachadas del enorme rascacielos de la calle Ernesto Che Guevara, frente al Museo de la Ciudad, da, precisamente, al Parque de Cabecera, por lo que los vecinos tuvieron una vista privilegiada del incendio. «Lo vi desde primera hora, no parecía mucha cosa porque el viento se llevaba el humo pero luego fue a peor», cuenta Irene Andrés, vecina de la vivienda. Su balcón es uno de los que da al parque, por lo que tuvo una visión límpida del incendio. Ella, como otros muchos vecinos, vivió la tarde del jueves con el corazón en un puño, esperando que el incendio no resultara tan destructivo como ha terminado siendo.

Así lo reconoce Andrés. «Lo vivi con mucho miedo. Luego te enteras de que este edificio es de la misma constructora y te entra el miedo», explica. Andrés, que este viernes por la mañana ha salido a pasear con su perra, indica que lo ocurrido le ha hecho replantearse cosas. Ella y su pareja tienen también una gata, por lo que ha bajado al trastero, situado en uno de los sótanos del edificio, para hacerse con el transportín del animal. «No lo he dejado al lado de la puerta pero lo he subido a casa por si acaso, luego, en caso de incendio, se puede complicar todo mucho», comenta convencida.