Tragedia en Valencia

El realojo de los afectados por el incendio de Valencia: a dos kilómetros de su antigua casa y en un barrio a la espera de vecinos

Se trata de 131 viviendas en un edificio situado en el barrio de Safranar, a unos 2 kilómetros del de Nou Campanar. El inmueble, de nueva construcción, fue comprado hace poco por el Ayuntamiento para dedicarlo a alquiler social. Está para entrar a vivir, aunque faltan algunas cosas. Por eso, se trabaja a marchas forzadas para convertirlo en auténticos hogares

La ola de solidaridad está ayudando porque hacen falta cosas tan esenciales como colchones, toallas y ropa. Los damnificados salieron con lo puesto. El inmueble tiene siete plantas, cuatro escaleras y 131 viviendas, todas ellas con la cocina completa. Las más pequeñas tienen un superficie útil de entre 45 y 83 metros cuadrados repartidos en dos dormitorios. El resto, 46, cuentan con entre 64 y 74 metros cuadrados y tres habitaciones.

También hay 84 plazas de garajes repartidas en dos sótanos y 22 trasteros, que se pondrán a disposición de las víctimas para que guarden todo lo que necesiten. De igual manera, tienen 131 plazas de bici (un medio de transporte muy usado en la ciudad gracia a la red de carriles que llevó a cabo el exalcalde Joan Ribó), una por hogar, en la planta baja.

La zona a la que se mudarán hasta que su situación se resuelva de manera definitiva cuenta con bastante servicios: hay colegios y un hospital cerca. También supermercados. Pero es un barrio en expansión, por lo que también se encuentran con inmuebles en obras o en espera de inquilinos. Sería algo así como una ensanche de Patraix o, como lo describen algunos expertos del sector inmobiliario, «con mucho potencial» y «en expansión». A ello contribuye que tiene una estación de metro y que está «a tres paradas del centro». «Cada cinco minutos pasa un tren», aseguran.

A buen seguro, esta solución le servirá de bálsamo y les permitirá centrarse en el largo camino que tienen que recorrer ahora, como qué hacer con sus documentos perdidos, cómo pagar la hipoteca, etc. Lo que sí está claro es que esta nueva urbanización es diferente a la que se ha quemado, donde había jacuzzi, spa y piscina. Nada de eso, por cierto, salvó de la tragedia a los vecinos.