La jueza envía a prisión al presunto autor de la muerte de Lukas Agirre

Las tres personas que permanecían detenidas desde el pasado domingo, un hombre de 24 años -el presunto autor material de los navajazos-, otro hombre de 26 y una mujer de 28, habían sido trasladadas a primera hora de la mañana al Palacio de Justicia de Donostia desde la comisaría de la Ertzaintza de Ondarreta, donde han permanecido desde su detención por su presunta implicación en la agresión que acabó con la vida del joven hernaniarra a la salida de una discoteca en pleno centro de la capital guipuzcoana.

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Al igual que la jornada anterior, los tres permanecieron casi diez horas en el Palacio de Justicia a la espera de comparecer ante la jueza para que ésta determinara su grado de implicación en los hechos. Finalmente solo uno de ellos ingresó en prisión a última hora de la tarde. Es el presunto autor de los dos navajazos que acabaron con la vida de Lukas, y que se entregó a la Ertzaintza junto a su madre el domingo por la mañana. Tiene antecedentes policiales. Los otros dos detenidos, que ahora quedan en libertad provisional, huyeron del lugar del suceso tras los navajazos mortales. Poco después del crimen, fueron capturados por una patrulla policial en la calle Fuenterrabía. Tras las detenciones y dada la complejidad del caso, la Ertzaintza apuró los interrogatorios para intentar esclarecer lo sucedido. Se alargaron durante dos días, hasta que al mediodía del martes los arrestados fueron trasladados al juzgado.

La agresión tuvo lugar hacia las 6.20 horas en la plaza Okendo, después de que la cuadrilla de Lukas y la de los presuntos agresores salieran de una discoteca situada allí. La pelea comenzó en el interior del local, aunque continuó fuera de este, donde el supuesto autor material de los hechos asestó los dos navajazos a la víctima. Fue un corte en el cuello el que provocó su muerte, a pesar de que el fallecido también recibió una puñalada en el pecho. Los equipos de emergencias que se desplazaron hasta el lugar no lograron frenar la hemorragia.

El asesinato de Lukas ha generado una gran conmoción en Gipuzkoa, cuyos habitantes se preguntan cómo es posible que alguien salga una noche de fiesta con una navaja en el bolsillo y observan con preocupación el aumento de delitos por lesiones en el transcurso de peleas. El alcalde de Donostia, Eneko Goia, prometió el martes más «contundencia» con quien porte armas blancas en la ciudad y reconoció que esta práctica ha aumentando en los últimos meses en San Sebastián. Como prueba de sus palabras, reveló que en lo que va de año, solo la Guardia Municipal ha decomisado 330 armas blancas en las calles de San Sebastián. «Estos controles se hacen de forma habitual, pero si hay que hacerlo con mayor contundencia, lo haremos», insistió. «Espero que los responsables reciban la respuesta que se merecen de la justicia», dijo. En declaraciones a este periódico, el secretario de organización del sindicato Erne, Aitor Otxoa, señaló que los agentes de la Ertzaintza localizan «continuamente armas blancas en los cacheos». Y no solo hallan navajas. «Ahora también se encuentran cuchillos de cocina. Lo que ahora parece que sorprende es algo que veníamos denunciando», añadió.

Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior indican que los delitos por lesiones y riñas tumultuarias casi se han duplicado en Donostia desde antes de la pandemia.