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j. a. m.
Lunes, 15 de agosto 2022, 09:10
El viento juega muy malas pasadas a las autoridades de Cullera. Y lo sabe bien Andreu Piqueras, actual director del Medusa y en su día imputado en el disparo de un castillo de fuegos artificiales que acabó quemando la montaña y varias casas. El era ... el concejal de fiestas.
Esa negligencia, por la que finalmente fue condenado sólo el exalcalde, ocurrió el 26 de abril de 2014. Era una jornada de riesgo extremo de incendio forestal y un informe de los bomberos desaconsejaba el lanzamiento. Hacía demasiado viento.
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A pesar de ello, los fuegos artificiales se lanzaron con el visto bueno municipal y sucedió lo previsible: ardieron más de tres hectáreas del monte y varias viviendas próximas a la ladera. Para colmo, algunas personas tuvieron que ser desalojadas.
Comenzó así una investigación judicial por un delito de incendio por imprudencia en la que tanto el alcalde Ernesto Sanjuán como Piqueras acabaron imputados. En otras ocasiones ya se habían producido fuegos de menor consideración por el lanzamiento. Finalmente, Sanjuan acabó condenado a año y medio de prisión y casi dos años de inhabilitación política. Aceptó la pena y se evitó así el juicio.
Sin embargo, la Fiscalía pidió el sobreseimiento de la causa respecto a Piqueras, al entender que su conducta en el caso no fue constitutiva de delito. Antes de eso dimitió como concejal.
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