La agonía de la pareja atrapada dos horas en el balcón: «Los bomberos arriesgaron sus vidas para salvarnos»

Sara, de Portugal, y Amar, de Bélgica, llevaban algo más de un año residiendo de alquiler en el inmueble. «Elegimos Valencia para vivir por su calidad de vida, no esperábamos que nos pudiera pasar algo así», han confesado.

Ambos han acudido al punto de atención a los afectados situado en el edificio de Tabacalera para recabar información. También han afirmado que han ido para ver las opciones que tienen. «La situación, emocionalmente, fue muy fuerte y cargante para nosotros», han insistido.

Sara y Amar vivieron instantes agónicos. Tanto que se dio por hecho el desenlace luctuoso del suceso. Las dos personas salieron al balcón muy pronto, a eso de las 18 horas, poco después de que se declarara el incendio. Tras empezar en la torre aledaña, el viento y los materiales con que estaba construida la fachada del edificio lo propagó rápidamente.

Cuando salieron al balcón ya estaba ardiendo el piso de arriba, pero el suyo milagrosamente permanecía intacto. Casi desde el primer momento los bomberos se centraron en este enclave, el séptimo piso del bloque más pequeño, de unas diez alturas. El motivo era doble. El primero, que había vidas que salvar, claro. El segundo, que el resto del edificio lo daban casi por perdido.

Mientras, Sara y Ama se protegían con bufandas y gorros de lana de las llamas y del intenso calor. Al final, todo acabó con un fuerte aplauso de los vecinos que se habían congregado en la zona. El preludio de un final feliz.

Amar es deportista y está en perfecta forma física. Practica Ju Jitsu y está acostumbrado a estar en situaciones de mucha tensión. Sara, su pareja, sabe que ante momentos de tensión, Amar reacciona con más calma. Sin embargo, hubo un momento en el que le entró mucho miedo. «Cuando me dijo que podíamos morir, fue muy difícil», ha explicado en una entrevista en 'Y ahora Sonsoles'.

Sara es portuguesa y Amar es belga. Su empleo les permite trabajar a distancia. Llevan unos años en Valencia. Tras el incendio están alojados en un hotel que les han facilitado.

Tras perderlo todo solo piensan en que han sobrevivido. Amar le llamó a su madre una vez estuvo a salvo tras ser rescatado. Sara, por su parte, contactó con su progenitora, que no sabía nada de lo que había ocurrido. Por ello no le contó nada. Lo ha hecho hoy.

Esta tragedia les ha dado una lección de vida. «Hemos perdido cosas materiales, no valen nada. Ahora es otra perspectiva de vida. Vivimos la vida con otra gana. Hay que aprovechar cada momento, eso es lo importante», ha afirmado Amar, quien ha subrayado que lo ocurrido «nos enseña el valor de la vida».

«Cada segundo cuenta. Hay que pasar la vida con las personas importantes. Podemos morir de repente, podemos perder a un ser querido o morir nosotros», le decía Sonsoles.