Sostenibilidad contra «los vientos negacionistas»

Jon Garay

Martes, 18 de marzo 2025, 00:00 | Actualizado 19:08h.

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La sostenibilidad no es una opción, es una obligación». «No podemos hacer oídos sordos al grito de auxilio de nuestro planeta. Tenemos el reto de legar un planeta mejor a las generaciones venideras». «Debemos seguir avanzando hacia un mundo mejor». Estos fueron algunos de los mensajes lanzados ayer en la gala de los Premios SOStenibilidad, entregados por BBVA y EL CORREO. Mensajes enmarcados este año en un panorama geopolítico nada favorable a la agenda verde. «No podemos ser ajenos a los vientos negacionistas que no solo afectan al medio ambiente, sino también a otras instituciones y sistemas vitales», subrayó el director de este periódico, José Miguel Santamaría. Ante el doble reto, perseverancia. «Tenemos que ser inasequibles al desaliento», se insistió en una gala que se celebró en el salón de actos del museo Guggenheim.

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Los Premios SOStenibilidad nacieron hace cinco años con el objetivo de reconocer a las empresas que desarrollan proyectos que comparten los objetivos de crecimiento respetuoso con el medio ambiente. En esta quinta edición han sido casi 60 las candidaturas presentadas, de las cuales 12 han sido seleccionadas como finalistas en las tres categorías existentes, dotada con 5.000 euros cada una. Basq Sneakers ha sido la ganadora en el área de 'Innovación empresarial sostenible', que premia a los proyectos innovadores, económicamente viables y con la capacidad de mejorar el medio ambiente. En su caso, las primeras zapatillas fabricadas en su totalidad con materiales reciclados.

En el 'Referente en Sostenibilidad', que reconoce las estrategias para promover el crecimiento económico sostenible, la premiada ha sido Last Tour, que se ha marcado el compromiso de organizar conciertos musicales con la menor huella ambiental posible. La tercera categoría es la 'Iniciativa alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Medioambientales'. La agraciada ha sido Duara Fashion Innovation Agency, una agencia de innovación cuya misión es reducir el impacto ambiental de la industria de la moda. Este sector es el segundo más contaminante del planeta. Cada segundo, 2.9 toneladas de ropa terminan en vertederos o son incineradas.

«La sostenibilidad es un objetivo colectivo, pero también individual. Todos lo podemos hacer mejor, las personas, las empresas y las instituciones, y ahora podemos mirarnos en el espejo de nuestros galardonados. Crear referentes es precisamente uno de los objetivos de estos premios», subrayó el director de El CORREO, que insistió en «las dificultades que entraña una transición medioambiental que debe garantizar la competitividad de nuestras empresas, el crecimiento de la economía para generar empleo de calidad y los ingresos necesarios para sostener nuestro sistema de protección social. De lo contrario, podríamos provocar una desafección de los ciudadanos que se sientan perjudicados y alimentaríamos los discursos más retrógrados».

Sobre el papel de las empresas incidió Marta Alonso, directora Territorial Norte de BBVA. «Las empresas tienen una oportunidad única para liderar el cambio. La crisis energética de los últimos años ha puesto de manifiesto que la eficiencia y la diversificación energética son claves, no solo para reducir el impacto medioambiental, sino para mejorar la competitividad, para mejorar el posicionamiento y para mejorar la resiliencia empresarial», señaló.

Alonso remarcó que la entidad financiera que representa se ha fijado un nuevo objetivo de canalización de negocios sostenibles para el período 2024-2029 por importe de 700.000 millones de euros, «lo que supone más del doble que la anterior cifra de 300.000 millones que nos habíamos fijado para el periodo 2028-2024».

La gala contó también con la participación desde Groenlandia del explorador y aventurero polar Ramón Larramendi. «Sufrimos una enorme ceguera respecto al uso de recursos que no son infinitos en absoluto. No somos conscientes. Un solo teléfono móvil contiene más de 40 minerales que han recorrido miles de kilómetros», destacó.

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La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, solo superada por el sector energético. Cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibras, lo que equivale a tres millones de barriles de petróleo, y produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, según la ONU. Además, cada segundo, 2,9 toneladas de ropa terminan en vertederos o son incineradas.

Duara nació con el ambicioso objetivo de reducir este enorme impacto medioambiental. Para ello crearon 'Del Desecho a la Moda Euskadi', una liga vasca de concursos de moda sostenible en vivo en el que varios equipos intergeneracionales de diseñadoras deben recuperar ropa descartada por los comercios locales en 'looks' completos en solo cuatro horas. Esta particular competición nació en Bilbao y se expandió a Vitoria y a San Sebastián. Se desarrolla en dos fases. En la primera se organizan eventos en las tres capitales vascas, en las que cada equipo se enfrentan a un desafío de diseño único. Los ganadores avanzan a la gran final, donde representan a la ciudad en la que superaron el reto. Ahora han llegado a la India.

Su nuevo proyecto busca crear un material sostenible hecho a base de prendas que ya no se utilizan. «Está en investigación. Tenemos como reto que todas las prendas que no se pueden reciclar o volver a vender, trocearlas y generar unos 'bricks' con adherente ecológico y utilizarlo para decoración», explicaron Anne del Moral y Olatz Martija. «Este premio nos da energía para seguir, estamos muy emocionadas.

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Last Tour organiza algunos de los festivales de música más importantes del país. Fue la primera empresa de la industria cultural en todo el país en conseguir la certificación BCorp, un sello que garantiza la sostenibilidad de la empresa que lo lleva. También fue la primera promotora europea en lograrlo. A la hora de organizar conciertos, esto se traduce en «minimizar, medir y compensar la huella ecológica». Entre sus grandes metas se cuentan el compromiso de reducir residuos y huella de carbono, fomentar el uso de energías renovables, impulsar la accesibilidad y la inclusión y generar un impacto social positivo.

«Entendemos la sostenibilidad como un medio para llevar a cabo nuestro propósito, la transformación social a través de la cultura, el respeto y la participación. Tratamos de cuidar lo que amamos. Tenemos el firme convencimiento de que si cada persona hace lo que está en su mano para dar forma al planeta con el que soñamos, viviremos en un mundo mejor», señalaron.

Su labor se extiende más allá de los conciertos. Entre sus iniciativas se encuentran la plantación de 17 hectáreas tras el devastador incendio de Balmaseda en octubre de 2022, el más grave en Bizkaia en los últimos 30 años. En total se plantaron 11.394 árboles en una iniciativa bautizada como 'Basoa Bizi' en la que incluso se midió la huella de carbono que dejó. También han promovido campañas para reducir el desperdicio alimentario y el desarrollo del espacio Balore para la diversidad y la inclusión en sus festivales. «La música y la cultura son poderosas herramientas de cohesión social y de compromiso con el entorno», subrayaron.

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Basq Sneakers tiene en su página web un manifiesto en el que recoge su filosofía. Entre sus principios, que «cada diseño que hacemos, cada decisión que tomamos, buscamos que sea lo mejor para el planeta», «un nuevo tipo de negocio donde los beneficios que proporcionamos estén equilibrados con los que recibimos» y asignar una parte de los ingresos de cada venta para limpiar los océanos.

La aventura empresarial de Aitor Álvarez, CEO de la firma, comenzó inspirado en el surf. «Yo practicaba surf cuando empezamos la marca. La idea primaria fue fabricar unas zapatillas con materiales 100% reciclados, en este caso, con materiales que solía haber en la playa cuando íbamos a surfear, como plásticos y neumáticos», recordó. Fueron las primeras y tardaron dos años. Ahora venden también camisetas y suéteres sin perder nunca de vista la sostenibilidad, «un camino más empinado que el tradicional. A veces nos hemos sentido solos e incomprendidos. Es un camino un poco complicado», reconoció Álvarez al tiempo que agradecía iniciativas como los premios SOStenibilidad.

Sobre el sector de la moda, el fundador de Basq Sneakers asegura que «se necesita un cambio de conciencia en cada uno de nosotros. Un pequeño cambio en nuestra manera de consumir provocará un gran cambio en la manera de producir de la industria de la moda. Ninguna empresa del sector va a fabricar aquello que las personas no demanden». La firma ha evolucionado y ahora se preocupa también de «la sostenibilidad social, que para nosotros es tan importante como la medioambiental».