Los vascos son los treintañeros que más se contagian de todo el país

En ambos grupos es lógico este retraso con respecto al resto de la sociedad. Por varios motivos. Se trata de un segmento poblacional con amplia vida social. A pesar de las restricciones, se han juntado en cuadrillas para potear o salir a cenar, han viajado o han acudido a eventos como conciertos o partidos. Por otro lado, trabajan. Y Osakidetza ha reconfirmado sus positivos mediante test de antígenos o PCR para que puedan solicitar su baja laboral a diferencia de otros grupos en los que se han dejado de hacer pruebas y en los que puede darse una mayor fuga de positivos, como los veinteañeros.

Fue uno de los cambios implementados para desatascar la Atención Primaria ante el aumento exponencial de casos por la variante ómicron. El Servicio Vasco de Salud, incapaz de absorber la ingente demanda diagnóstica, optó por rastrear únicamente a los colectivos vulnerables y a quienes necesitaran baja laboral tras haberse realizado test de farmacia.

Además, en el caso de los treintañeros, éstos se mantienen como los segundos más rezagados en la vacunación. Ellos y los jóvenes de 20 a 29 años conforman los únicos grupos que siguen sin alcanzar el 90% en la administración de pautas completas. Con todo, el pasaporte covid, anulado ya de manera definitiva en Euskadi, empujó a la inmunización a un 3% de los jóvenes de ambas generaciones.

Desde el pasado 12 de enero, la curva de contagios no ha dejado de caer en el País Vasco, pero el escenario se mantiene complejo, lo que llevó al Gobierno de Urkullu a prorrogar todas las medidas vigentes dos semanas más, hasta el día 13.

La media de casos diarios sigue por encima de los 3.000, cifras que todavía se mantienen por encima de las observadas en anteriores acometidas. Además, los hospitales continúan tensionados. La presión asistencial se ha reducido un 34% con respecto al pico, pero con el elevado volumen de contagios la previsión es que la descongestión se produzca de manera lenta. Hasta el pasado jueves -último dato publicado-, los hospitales vascos atendían a 549 pacientes en planta y a 88 en las unidades de cuidados intensivos.