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Nuevo giro en la estrategia de vacunación del Departamento vasco de Salud para acelerar la inmunización de la población en un escenario en el que existe peligro de que el virus mute y se eche por tierra todo lo conseguido. Y en el que hay ... huecos de sobra para pincharse. Las personas «de 65 años o menos» que hayan contraído la infección sólo deberán esperar dos meses desde la fecha del diagnóstico o del inicio de sus síntomas y no seis, como hasta ahora, para recibir el inyectable. Así, los cotagiados en julio ya no tendrán que esperar hasta enero. Podrán vacunarse en septiembre.
Su inmunización se seguirá realizando con una sola dosis de una profilaxis de ARN mensajero, suficiente para obtener una respuesta inmune muy satisfactoria. Mientras, los que se infectaron tras recibir la primera también podrán solicitar una segunda dos meses después. Se actuará como si no hubieran sido vacunados. La actualización no afecta por ahora a los mayores de 65 años que se hayan contagiado. Éstos deben esperar a recuperarse para ser inmunizados y siempre reciben la pauta completa. Otras comunidades, como Cataluña, también han anunciado la puesta en marcha de esta medida, que cuenta con el visto bueno de la Comisión de Salud Pública estatal.
El hecho de obligar a los ya infectados a esperar seis meses hasta ser inoculados no sólo se debía a que se les presumiera cierta inmunidad. Es que no había vacunas suficientes y había que «priorizar» a las personas sin ninguna clase de anticuerpos en el calendario, según reconoció ayer el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, durante una entrevista en Radio Euskadi. Pero ahora, la situación es muy distinta. Osakidetza cuenta con más de 67.000 huecos libres para inmunizarse por la llegada de nuevas remesas de sueros. Más que personas que quieran pincharse.
En la propia estrategia de vacunación, publicada en la web del Departamento de Salud, se reconoce que «hay muchas más citas ofertadas que demanda». Por ello, adelantar la dosis única de los previamente infectados «no impide ni retrasa que cualquier ciudadano» que aún no haya sido inmunizado pueda reservar hueco. «No se conculca el principio rector de equidad», asegura el documento.
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Además, la decisión tiene carácter «retroactivo». Eso abre la puerta a que decenas de miles de vascos que se han infectado entre mediados de febrero y mediados de junio puedan empezar a llenar desde ya esas agendas que Osakidetza pretende copar a toda costa para evitar riesgos añadidos en unas fechas complicadas, con 'no fiestas', una alta movilidad y el regreso al cole y a la presencialidad en las empresas a la vuelta de la esquina. Y con la amenaza de que aparezca alguna cepa que escape del radar de las profilaxis que están en el mercado. «Cuanto más tiempo dejemos al bicho campar, más tiempo tendrá de mutar», según el propio viceconsejero.
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Todos los que se puedan beneficiar del adelanto de la dosis «empezarán a recibir citaciones por SMS con instrucciones», aseguró Quintas. Salud no concretó la cifra de afectados, muy elevada, ni si avisará primero a los que llevan más tiempo esperando. En los últimos seis meses, entre el 15 de febrero y el pasado domingo, Osakidetza confirmó por PCR y antígenos 92.952 infecciones en residentes de todas las edades.
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