¿Hay más gripe este año?
La 'tripledemia' hace repuntar las enfermedades respiratorias a la espera del pico de gripe¿Hay más gripe este año?
La 'tripledemia' hace repuntar las enfermedades respiratorias a la espera del pico de gripeEl día de la marmota, así se podría definir la situación que estamos viviendo estas navidades en cuanto a infecciones respiratorias. Una vez superada la pandemia, pensábamos que nos habíamos despedido por fin de los test, pero aquí están de nuevo, ante la maratón de ... reuniones familiares y los malestares varios que estamos sufriendo desde que empezó diciembre.
Publicidad
La tasa de incidencia de enfermedades respiratorias agudas en España se sitúa estos días en 908,6 por cada 100.000 habitantes. Y ahí, en ese saco se incluyen los afectados por covid, por gripe y por el virus respiratorio sincital (VRS), el de la tan temida bronquiolitis en bebés. Es lo que se ha dado en llamar 'tripledemia', un fenómeno que nos acompaña por tercer año consecutivo y al que «hay que prestar más atención», señala el epidemiólogo Daniel Lopez-Acuña, que trabajó en la OMS de 1986 a 2014.
Según el último informe del Instituto Carlos III, la tasa acaba de superar a la del año pasado por estas fechas, que era de 800,1, pero lo más llamativo es el ritmo al que crece. «Se está produciendo un incremento notorio», interpreta López-Acuña, partidario de «lanzar mensajes claros a la población y tomar medidas». En las urgencias de los hospitales ya notan la tensión y se preparan a marchas forzadas para el boom, «que se producirá en una o dos semanas, como es habitual», anticipa Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
Así que si aún no ha caído, no cante victoria porque queda el sprint final y todavía hay tiempo para ser pasto de los virus. Sin embargo, los expertos coinciden en que no hay que asustarse: «Estamos en una situación muy parecida a la de otros años, salvo los del covid», puntualiza Aitor Ballaz, presidente de la Sociedad Vasco-Navarra de Patología Respiratoria.
Publicidad
Juan Antonio Sanz Salanova
Portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene
Con la llegada del SARS-CoV-2, las gráficas de afectados por enfermedades respiratorias dieron un vuelco y la forma de vigilarlas también. El coronavirus colonizó el sistema. Se produjo algo así como un desplazamiento del resto de virus, como el de la gripe. En la temporada 2020-2021, el número de afectados por ella descendió vertiginosamente: se registraron solo 12 casos en el sistema de vigilancia. Sin embargo, con el control del coronavirus, la situación está volviendo a esa «antigua normalidad». De ahí que haya mucha gente griposa: su tasa de positividad actual es de casi el 25%, doce puntos más que la del covid, que se mantiene estable.
¿Tenemos ahora menos defensas ante la gripe? «No se puede decir así», sostiene Ballaz. Esto solo se produce en el caso de los niños que nacieron durante la pandemia: al no estar expuestos al virus de la influenza, no han generado respuesta inmunológica salvo que la hayan pasado después. El resto sí lo hemos hecho. Lo que ocurre con la gripe es que muta cada temporada y eso hace que no podamos combatirla de manera tan eficaz ni estando vacunados puesto que nuestro cuerpo 'reconoce' una serie de variantes, pero no quizá la que se esté dando en ese momento.
Publicidad
El Ministerio de Sanidad ha lanzado una serie de recomendaciones para que intentemos frenar los contagios de enfermedades respiratorias agudas estos días. Es una manera de adelantarse a esa procesión de enfermos que previsiblemente acudirá a urgencias en masa y podría colapsarlas. Y sí, entre ellas está la vuelta a la mascarilla.
Es una de «las tres medidas de higiene respiratoria que mejor funcionan», explica Francisco Sanz, portavoz de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). «Toda persona con síntomas respiratorios debería usarla para proteger la salud de las demás personas», determina López-Acuña, que va más allá incluso: «Soy partidario de que vuelva en el transporte público y en espacios sanitarios y sociosanitarios» en momentos de alta transmisión.
Publicidad
Las otras pautas fundamentales son «la vacunación antigripal» –que «reduce la posibilidad» de contraer la enfermedad y, en caso de que suceda, de que sus síntomas sean menos graves– y el lavado de manos. Lo que ocurre, admite Sanz, es que «estamos un poco cansados» de estas prácticas y nos hemos relajado. De ahí también que la circulación de los virus sea mayor.
20 %
en gripe, siete puntos por encima de la semana anterior.
15,2 %
en VRS, un 0,6 menos que la semana anterior.
14,3 %
en covid, un punto más alto que la semana anterior.
Aunque todos insisten en que, de momento, no hay novedades con respecto a los años prepandemia. Hacer la comparativa en números, es complicado pero según los datos del Instituto Carlos III, en la semana 51 de 2016, la tasa global de incidencia de gripe era de 91,31 casos por 100.000 habitantes. En los informes de ahora no encontramos el mismo dato, se desglosa entre la que se atiende en Primaria (225,7) y en hospitales (5,6).
Publicidad
Daniel López-Acuña
Epidemiólogo
No obstante también hay otra cosa que influye en las estadísticas y es la mayor capacidad para diagnosticar qué tipo de enfermedad respiratoria sufrimos. «No hay más gripe, hay más diagnósticos», apunta Sanz Salanova, facultativo en el hospital de Laredo. Y es que antes de 2020, ¿quién se hacía un test para certificar que lo que tenía no era un catarro sino una gripe? Este diciembre, los farmacéuticos vendieron el doble que en noviembre.
También ocurre que «estamos mucho más atentos» a lo que tenemos, remarcan Sanz y López Acuña. Sobre todo, para no contagiar en estas fechas, en las que nos juntamos con más personas, a los más débiles: «Es una de las enseñanzas que nos ha dejado el covid».
Noticia Patrocinada
«La gripe de este año es malísima». Si ha oído esta frase este año, no haga caso. «La última epidemia de este virus que podríamos decir que fue mala se produjo en 2009», recuerda Francisco Sanz, que también es director médico del Hospital General de Valencia. Aquel año fue el de la gripe A (H1N1), la llamada gripe porcina, que la OMS consideró también pandemia. Fue el precedente, por decirlo de algún modo, del covid. Se inició en Veracruz, México, y en España el primer caso se confirmó el 26 de abril. Hubo 1.537 más y 373 muertos.
La gripe A que circula estos días por nuestro país poco tiene que ver con aquella. Proceden del mismo virus, el influenza A, pero sus apellidos son distintos. Según el informe del Instituto Carlos III, de entre los 150 virus gripales identificados, 120 son A y dentro de estos, los mayoritarios son AH3N2 Y A(H1).
Lo que sí influye en nuestra percepción a la hora de afrontar la gripe, y es un hecho contrastado, es el estado en el que nos encontramos. El virus no es peor que el del año pasado o el de hace diez, pero «la población sí está más envejecida», apunta Sanz. Y lo que es peor, «tenemos más enfermedades de base». Ambos ingredientes juntos nos convierten en un blanco perfecto para que la gripe nos deje un buen regalo de Reyes.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.