Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La obesidad es un problema socio-sanitario de primer orden. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Europa ha alcanzado proporciones de epidemia y representa la primera causa de discapacidad. A nivel global, la situación tampoco tranquiliza: la obesidad representa, al menos, el ... 8% de los decesos, cantidad que aumenta año tras año.
Los especialistas recuerdan que se ha demostrado que el exceso de peso contribuye a una reducción de la esperanza de vida, que puede ser hasta de una década en los casos más severos. Además, incrementa los riesgos de contraer algunas enfermedades no transmisibles, entre las que destacan las cardiovasculares, respiratorias, diabetes, trastornos músculo-esqueléticos y algunos cánceres.
Noticia relacionada
Este diagnóstico presenta una radiografía de lo más inquietante en Euskadi. Según un estudio elaborado por el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria, cinco de cada diez vascos adultos (52,9%) tiene exceso de peso. Es decir, el Índice de Masa Corporal (IMC) es superior a 25 (este se calcula al dividir el peso en kilogramos de una persona por el cuadrado de su estatura en metros).
12,5% de los vascos entre seis y nueve años sufren obesidad infantil.
Prevención. La predisposición genética a la obesidad puede controlarse con una buena dieta.
Agravantes. Los hombres y las familias con bajo nivel de ingresos son más propensos a tener sobrepeso.
Debate. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la obesidad es una enfermedad o simplemente un factor de riesgo.
La jefa de endocrinología del Hospital de Cruces, Nuria Valdés, asegura que, aunque el cálculo del IMC no contempla la distribución ni el porcentaje de grasa corporal, es el criterio más fiable para monitorizar el nivel de exceso de peso. Según el mismo informe, uno de cada seis vascos adultos – el 16,4%– sufre obesidad (el IMC por encima de 30) y el 4,9% obesidad severa (el IMC por encima de 35).
Del mismo modo, el impacto de la obesidad es desigual para los distintos grupos de población según su edad, clase social y nivel de estudios, entre otros. «El sobrepeso es consecuencia de la combinación de muchos factores, no hay solo uno que lo explique», asegura Valdés para después afirmar que «la predisposición genética con una buena dieta se puede controlar».
Un informe de la Fundación Gaspar Casal sobre la obesidad en Euskadi apunta en el mismo sentido. Este aboga por analizar el sobrepeso desde una perspectiva integral y multidisciplinar, ya que «sus causas subyacentes son mucho más profundas y tienen que agregarse, pudiendo ser genéticas, psicológicas, socioculturales, económicas y medioambientales».
En Euskadi la cantidad de hombres y mujeres con obesidad es prácticamente idéntica (alrededor del 16% en ambos casos). En cambio, si uno atiende a aquellos que tienen sobrepeso (IMC entre 25 y 30), los hombres están seis puntos por encima de las mujeres (un 42,5% frente al 31%). Esta tendencia se reproduce en el resto de comunidades españolas.
«Sin duda, influyen los factores sociales de imagen en los que a la mujer se le ha exigido siempre estar 'mona'. En cambio, los hombres son más propensos a hacer ejercicio, pero también a dejarlo de forma brusca, por lo que cuando hacen deporte se acostumbran a comer más (porque queman más), pero cuando lo dejan siguen con las mismas rutinas alimentarias», explica Valdés.
El nivel de renta es otro de los factores que determina el peso de una persona. A menos ingresos, más peso. Lo mismo ocurre con los estudios. Cuanta más formación ha recibido una persona, más delgada está. «Comer bien no es sencillo. Hace falta conocer qué alimentos son buenos y, a su vez, contar con un poder adquisitivo para poder comprarlos. En última instancia, mantener una buena alimentación es caro», asegura el especialista.
¿Y qué podemos hacer para evitar engordar? Pues los expertos lo tienen claro. El principal problema que provoca el aumento de peso es el sendentarismo. Además, aunque resulte evidente, es necesario combinar esta actividad física con una dieta rica en frutas y verduras e ingerir alimentos con baja densidad calórica pero muchos nutrientes, como pescado, huevos e, incluso, carnes rojas con moderación.
El informe de la Fundación Gaspar Casal sobre la obesidad en Euskadi aborda el debate sobre si esta es una enfermedad (como defiende la OMS) o, simplemente, un factor de riesgo. La mayoría de expertos consultados en el mismo son ambivalentes y lo sitúan en un punto intermedio. Por un lado, se percibe como un valor estratégico considerar la obesidad como una enfermedad, ya que esto la posiciona como una prioridad sanitaria. Otras razones para considerarla dentro de esta categoría son su complejidad y cronicidad.
Sin embargo, esta calificación presenta contras como la posible estigmatización de la obesidad y de las personas que la sufren. Según alerta el informe, considerarla como una enfermedad puede desplazar el foco desde la salud pública hasta el sistema sanitario. Además, también presenta el riesgo de que, aunque las personas perciban la gravedad de la situación, evadan su responsabilidad individual de modificar comportamientos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.