Los sindicatos convocan dos días de huelga en Osakidetza una semana antes de las elecciones

SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO y UGT sostienen que, pese a las multitudinarias manifestaciones celebradas el pasado 25 de febrero en las tres capitales vascas en defensa de la sanidad pública, «el Departamento de Salud no está dispuesto a apartarse ni un ápice de su hoja de ruta» y se mantiene «sordo y mudo ante el clamor social de la calle».

Las centrales recalcan que «la situación de la Atención Primaria es especialmente preocupante». «El mantra de la falta de profesionales se ha convertido en la excusa perfecta para que Osakidetza ponga en marcha medidas que, en otras circunstancias, serían muy difíciles de justificar», añaden. Se refieren a la reducción horaria que ya se ha aplicado en algunos centros de salud por la escasez de médicos de familia y la previsión de que esta medida se pueda extender a más ambulatorios en los próximos años según vaya creciendo esta carencia, tal y como adelantó el director de Asistencia Sanitaria, Víctor Bustamante, en un artículo de EL CORREO.

«Hoy cobran plena actualidad las palabras que la consejera Sagardui pronunció el junio pasado en las que hablaba de una nueva cultura, cuando en realidad estaba hablando de recortes. Y es que, tenemos que decir alto y claro que Osakidetza no tiene más plan para la Atención Primaria que seguir recortando. Así, se mantienen los cierres y recortes en PACs como Zumarraga, Deusto o San Martin; se plantea extender a todo el año la reducción de horarios en Atención Primaria, reducción que hasta ahora se aplicaba durante los períodos vacacionales; ya son una realidad los PACs abiertos sin contar con personal médico; etc.... Las jubilaciones que se van a producir los próximos años van a empeorar esta situación, y el plan de Osakidetza es no hacer nada al respecto, afirman los seis sindicatos convocantes en un comunicado conjunto.

Además reiteran que «la situación de la plantilla es cada vez más precaria», con una elevada tasa de temporalidad que ronda el 40%, según reconoció el propio lehendakari el pasado septiembre. Añaden que «muchas plazas se dejan vacantes tras las jubilaciones y no se cubren bajas», lo que genera una «sobrecarga sistemática de trabajo» en el resto de profesionales que están en activo.

Las centrales critican que la mesa sectorial siga «absolutamente bloqueada» y plantean al Departamento de Salud una serie de reivindicaciones. Entre ellas destacan que Osakidetza resuelva la pasada OPE y otorgue sus plazas antes de que este verano comiencen los exámenes de la nueva convocatoria, realice una mejor dotación de recursos humanos al Servicio Vasco de Salud, recupere el poder adquisitivo perdido por la plantilla desde 2010 y abone el complemente del 4% a aquellos sanitarios que no lo perciben, caso de los trabajadores del Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos.

Plantean además la convocatoria inmediata del complemento de la carrera profesional negociado con los sindicatos, aumentar la inversión en la Atención Primaria y unas carteleras ajustadas para los profesionales que garanticen la conciliación familiar y eviten cambios de turno unilaterales por parte de Salud.

Los sindicatos inciden en que «los problemas de nuestra sanidad pública son estructurales y anteriores a la pandemia y requieren de soluciones inmediatas y de calado». Por ello exigen al Departamento de Salud «voluntad política para, más allá de la propaganda, convertir la sanidad pública en una verdadera prioridad».