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La posibilidad de extender la dosis de refuerzo contra la Covid-19 a todos los adultos ya está sobre la mesa. La Ponencia de Vacunas, el órgano de expertos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas que ha diseñado la campaña de vacunación, ... comenzará a estudiar hoy una ampliación de los grupos que deben recibir el pinchazo extra, con la vista puesta en incluir en el medio plazo a los mayores de 18 años, explican fuentes sanitarias. Aunque es probable que la propuesta no llegue a tiempo para ser refrendada por el Consejo Interterritorial que se celebra esta tarde, sí lo hará, salvo un inesperado cambio de criterio, en las próximas semanas.
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La incorporación de nuevos grupos etáreos ha sido una constante de la campaña de vacunación, primero con la pauta completa y luego con el pinchazo de recuerdo. España comenzó la inoculación de la dosis extra a mediados de septiembre con los residentes en centros de mayores y las personas inmunodeprimidas; el 23 de noviembre, el Ministerio de Sanidad sumó a los mayores de 60 años y al personal sanitario y sociosanitario y el 15 de diciembre incorporó a los de más de 40 años. Hasta ahora han recibido la dosis de refuerzo 15,8 millones de personas, el 57,33% de los mayores de 40.
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España respondió así a la petición de la Unión Europea, que aquel mismo 15 de diciembre urgió a los países a administrar el pinchazo extra prioritariamente a los mayores de 40, pero, en general, a todos los adultos, porque «podría potencialmente reducir la transmisión» de la Covid-19 y «prevenir hospitalizaciones y muertes adicionales». Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, rechazó entonces la recomendación europea alegando que España tenía su propia «hoja de ruta basada en criterios científicos» y unos índices de vacunación muy altos.
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De hecho, a mediados de diciembre, parte de los expertos de la Ponencia de Vacunas se mostraba incluso reacia a un tercer pinchazo para el grupo de entre 40 y 50 años. Consideraban que era una decisión prematura porque las primeras dos dosis no habían perdido eficacia en ese colectivo. Además, en la mayoría de los casos, las personas de ese grupo habían recibido la pauta completa hacía menos de seis meses, periodo que se contemplaba entonces entre el segundo y el tercer pinchazo. Y abogaban por enviar desde España vacunas a otros países para ayudar a la inmunización global.
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La explosión de casos de ómicron, sin embargo, ha empujado a acelerar la tercera dosis, que se ha convertido en una prioridad, y ya no solo para las personas mayores y vulnerables. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, se sumó ayer a las autonomías que dispensan este pinchazo en el colectivo de entre 40 y 45 años y abrió la autocita. Galicia es la comunidad más avanzada: el 59% de los gallegos de entre 40 y 49 años tiene su dosis de refuerzo.
Por grupos de edad, el 89% de los mayores de 70 años ha recibido la tercera dosis y a partir de ahí, los porcentajes bajan: se ha administrado también al 80% en el grupo de 60 a 69 años; al 42% en el de 50 a 59 y solo al 22% de los mayores de 40. También la tienen el 65% de quienes fueron vacunados primero con Janssen, aunque esta vez ha sido con Pfizer o Moderna.
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