Osakidetza dice que no hubo robo de fentanilo en Urduliz, sino una «serie de errores» en el registro

A esto se sumaron «roturas de ampollas en el quirófano, bien por caída, bien por desechos erróneos» y que «aún no se había contabilizado» cuando el 13 de mayo se descubrió el descuadre en el registro de la contabilidad del fentanilo del hospital, lo que llevó a la dirección del centro a interponer una denuncia ante la Ertzaintza al sospechar que podían haber sido sustraídas.

Estos datos figuran en un informe que ha remitido el Departamento de Salud al Parlamento vasco en respuesta a una pregunta registrada por el parlamentario Jon Hernández, de Sumar. En esta información se explica que tras presentar la denuncia la Dirección de la OSI Uribe y el responsable de Seguridad Corporativa de Osakidetza realizaron una serie de exhaustivas investigaciones de forma conjunta. Analizaron los accesos al área quirúrgica en todos los turnos de trabajo de los cinco días en los que se detectaron las presuntas sustracciones.

De forma paralela se cotejaron los datos de todos los profesionales que entraron al bloque quirúrgico durante aquellas fechas, se hizo seguimiento de los accesos y revisaron las imágenes de la cámara de seguridad instalada en el almacén situado en esta zona del hospital.

A su vez se procedió a revisar las anotaciones realizadas en el libro de registro completo del año actual. Fue ahí donde detectaron una «serie de errores» en la contabilidad del uso de fentanilo para uso médico que llevó a pensar de forma inicial en un posible robo, algo que la investigación interna posterior llevada a cabo por Osakidetza ha descartado al «no encontrar indicios que sugieran sustracción alguna».

Un informe anterior del propio hospital de Urduliz admitía días después de interponerse la denuncia una serie de fallos en los sistemas de control del fentanilo y otros estupefacientes en el centro. Según indicaba aquel documento, al que tuvo acceso EL CORREO, se indicaba que estos productos se guardaban en un cajón cuya clave era conocida incluso por personal ajeno al servicio. No descartaba ese documento que la puerta del almacén de farmacia se hubiese podido quedar abierta.

La respuesta remitida este lunes por el Departamento de Salud al Parlamento vasco indica que, tras investigación realizada, el hospital cabecera de la OSI Uribe «ha mejorado los procedimientos internos para garantizar la trazabilidad de los medicamentos».

El fentanilo es un estupefaciente 50 veces más potente que la heroína y 100 que la morfina. En Norteamérica algunas de sus ciudades tiene un verdadero problema de salud pública y social con esta sustancia por su fuerte poder adictivo. Le llaman la droga zombi por los efectos que provoca en sus consumidores. Lo exportan desde México los cárteles de la droga y se estima que solo en Estados Unidos cada año hay 100.000 nuevos adictos al fentanilo.

En Euskadi el Departamento, en su respuesta firmada por el consejero Alberto Martínez, indica que «hoy en día no hay indicios de una relevante presencia de fentanilo en el mercado ilegal de drogas en el País Vasco ni en el resto del Estado». Aún así la consejería subraya que la posible irrupción de esta potente droga «es algo que nos preocupa y se está realizando un seguimiento, por si hay posibilidades en el futuro de una crisis con esta sustancia».

Este trabajo de seguimiento incluye por primera vez, entre otra serie de medidas, preguntas específicas sobre fentanilo en la Encuesta sobre Adicciones de Euskadi de 2023. Las respuestas obtenidas hasta la fecha «no sugieren una alarma». Tampoco lo hace la información facilitada por el Ministerio de Sanidad, que «no aprecia indicios de una derivación significativa de fentanilo al mercado ilícito en el Estado español a partir de la prescripción», aunque sí se indica que «podría haber casos puntuales».

El Ministerio de Interior tampoco ha detectado hasta la fecha «un volumen relevante de tráfico de fentanilo», ni identificado laboratorios que lo sinteticen en el territorio nacional, ni tampoco tiene constancia de la llegada de grandes alijos.