Llega a España la variante de covid Ortro, más contagiosa pero menos agresiva

La última mutación de ómicron (mutación a su vez de las anteriores) llegó a España en diciembre y sí es cierto que se propaga rápidamente. Cada nueva forma del virus ha sido igual: ha aumentado su contagiosidad y ha caído su virulencia. Desde el punto de vista genético, la cepa CH.1.1 posee una mutación llamada P681R, presente también en la variante Delta. Esa 'herramienta' le permite que el ataque a las células sea más eficaz, lo que no significa que más grave. Todo apunta a que esta nueva cepa se convierta pronto en la dominante y reemplace a Kraken.

La microbióloga María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica e investigadora del Instituto INIBIC, ligado al hospital de A Coruña, explica que Ortro, por lo visto en reino Unido, no supondrá un riesgo extra para el sistema de salud «por las tasas altas de vacunación e infección previa en Europa». El coronavirus que puso en jaque el sistema de vida mundial hace dos años se parece cada vez más a sus primos y hermanos, generadores de los catarros invernales de toda la vida. Las personas mayores, pacientes crónicos y personas con los sistemas de defensas más débiles deben ser los que más han de cuidarse. Como ocurre todos los años con la gripe estacional.

Fiebre, dolor de cabeza, mialgia (dolor muscular), afonía y malestar general son, de hecho los síntomas que caracterizan a la nueva Ortro, los mismos que los virus propios del invierno. «Las altas tasas de vacunación y de infección previa en Europa» actúan además como un escudo para proteger al conjunto de la población, según recuerda la especialista, de origen andaluz.

Osakidetza confirmó en enero la detección de algunos de los primeros casos de la nueva cepa en España. Este sublinaje, en realidad, llegó a Reino Unido, por lo que se sabe, procedente de Estados Unidos, donde ya en octubre se había convertido en la responsable de más del 40% de los casos. Las grandes instituciones sanitarias internacionales no están preocupadas. «Parece más transmisible –afirman– pero no más patógena», es decir, no tan generadora de enfermedad.