La mascarilla desaparece de los exteriores pese a que Urkullu lo ve «prematuro»

Pero no solo eso. No comparten lo que ven como un cambio de criterio de última hora del Ministerio con el que no están de acuerdo. Según argumentó una portavoz oficial del Departamento de Salud, la postura adoptada ayer por el Ministerio de Sanidad «no se corresponde a los términos planteados hace apenas cinco días, cuando se pedía prolongar su uso hasta finales de mes».

El fin de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores supondrá también cambios en los protocolos de las escuelas. A partir del jueves, 8,2 millones de niños y jóvenes españoles -370.000 de ellos vascos- no tendrán que llevar esta protección cuando se encuentren en los patios de sus colegios, siempre que puedan, eso sí, mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. Así lo explicaron ayer a este periódico fuentes del Gobierno central. Desde el Ministerio emplazaron a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de hoy, e incluso a la publicación, mañana en el BOE, del nuevo decreto sobre mascarillas para conocer todos los detalles de la nueva medida.

Los escolares vivirán el primer alivio de las estrictas restricciones que se decretaron después de que volvieran a las aulas en septiembre de 2020 tras el confinamiento duro de la primavera de ese año. En estos últimos 16 meses, los estudiantes han llevado mascarilla tanto en las aulas como en los patios, además de recibir clase con las ventanas abiertas o de encuadrarse en grupos burbuja, sin apenas contacto con el resto de los compañeros.

En Euskadi no está confirmada la retirada del protector buconasal en los patios de los centros. Según aseguraron ayer fuentes del Ejecutivo vasco, quieren conocer y analizar la letra pequeña del decreto antes de decidir si aplica en los colegios vascos las mismas medidas que regirán en los del resto de España.

El gabinete de Urkullu ha sido un firme defensor de la mascarilla en exteriores como herramienta para frenar los contagios. Ya solicitó su recuperación en julio para parar la quinta ola. Sánchez rechazó entonces la petición. Lakua la volvió a pedir en otoño. Finalmente el 24 de diciembre Moncloa reactivó esta norma, después de que lo acordara la Conferencia de Presidentes. Fue la única medida que se tomó entonces, cuando la variante ómicron había comenzado a disparar el número de contagios en navidades y pese a las críticas de los especialistas, que no compartían su efectividad.

En el Consejo Interterritorial extraordinario celebrado ayer se tomó la decisión también de recomendar que la mascarilla continúe utilizándose en calles con aglomeraciones y en eventos multitudinarios de pie (conciertos, por ejemplo) y en los que el público esté sentado, pero no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. El decreto que se publicará mañana concretará toda la casuística.

La supresión de la obligatoriedad de la mascarilla fue avanzada por la ministra Darias el pasado viernes, solo tres días después de que el Congreso aprobara, en una polémica votación, convalidar el decreto que permitía prolongar esta medida. Además, la Interterritorial decidió ampliar del 75 al 85% el aforo en espectáculos deportivos en exteriores y del 50 al 75% en interiores. A partir del 1 de marzo, los aforos serán completos.

No serán las únicas medidas que van a ser revisadas en los próximos días. A finales de esta semana el Gobierno vasco va a convocar una nueva sesión del LABI para evaluar si mantiene o relaja las actuales restricciones, vigentes hasta el domingo. Entre las limitaciones que siguen activas en Euskadi está el cierre de las actividades sociales, culturales y comerciales a la una de la madrugada, la limitación de los aforos al 60% en todo tipo de establecimientos y recintos interiores, la prohibición del consumo en barra o la limitación a grupos de diez las personas que pueden sentarse en la mesa de un restaurante.