Labastida cierra sus dos colegios y Vitoria uno, los primeros del país, para evitar una epidemia

Jorge Barbó

Lunes, 9 de marzo 2020, 07:27 | Actualizado 12:21h.

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Más de 200 alumnos de la ikastola de Labastida y del colegio público de esta localidad de Rioja Alavesa no acudirán hoy a clase. Sus aulas permanecerán cerradas durante, al menos, 14 días después de que se haya detectado un caso de coronavirus en el entorno de la comunidad educativa. A primera hora de este lunes se ha confirmado también que está cerrado un centro de Vitoria. En concreto, la ikastola Odón de Apraiz, situada en el barrio de Zaramaga. Al parecer, dos docentes han dado positivo. La decisión se ha tomado con caracter preventivo.

La dirección de la escuela ha avisado a las familias diez minutos antes de que comenzasen las clases (9.30 horas) a través de un mensaje de whatsapp para explicarles que el cierre se ha producido a instancias del Gobierno vasco «hasta nuevo aviso». En el momento de la notificación ya había niños en el centro, en el servicio de custodia abierto desde las 8.30 horas, y muchas familias estaban ya en el patio esperando a que la ikastola abriese sus puertas para que los pequeños entrasen en las aulas. Se trata de un centro educativo con más de 400 alumnos, en el que hay dos líneas por curso, desde los dos años hasta sexto de Primaria.

El primer caso detectado en el centro de Vitoria es el de una profesora y fue comunicado a las familias de sus alumnos el pasado viernes, a las que se recomendó que tomasen la temperatura a los niños, pero no se les advirtió de la posibilidad de que el centro se cerrase tras el fin de semana. Las mismas fuentes han comunicado que ahora son dos los casos confirmados en este colegio, los dos miembros de la comunidad docente.

Se trata de una medida excepcional en medio de esta crisis sanitaria que está poniendo a prueba la sanidad, la economía y, en definitiva, la forma de vida en Euskadi y en todo el país. Son los primeros cierres de centros educativos en España que se han decretado a consecuencia de la expansión del virus.

Según ha podido confirmar este periódico, la decisión en Rioja Alavesa se ha tomado al comprobarse que dos contagiados por el virus se habían «saltado la cuarentena». Al parecer, estos dos positivos habrían permanecido en estrecho contacto con diversas personas, entre ellas un niño que, a su vez, habría jugado un partido de futbito en el que participaron alumnos de ambos centros educativos y, de ahí la decisión, inédita, de clausurar tanto la ikastola como el colegio público.

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«La medida se ha adoptado por parte de Educación y Sanidad del Gobierno vasco y siguiendo el principio de precaución ante el riesgo de más contagios», confirmó anoche a EL CORREO la regidora del municipio Laura Pérez Borinaga, que recordó que a la ikastola de Labastida no sólo acuden alumnos de la propia localidad. Además de acoger a alumnos de otros municipios de Rioja Alavesa, también «vienen niños de Casalarreina, Haro -donde, por el momento, se han registrado 39 positivos» y San Vicente».

«Hay que tener en cuenta que son niños y que no son conscientes y mucho menos cuidadosos que los adultos para extremar las medidas necesarias, muchos de ellos llegan a Labastida en autobús», abundó la regidora para explicar tan drástica decisión.

El propio ministro de Sanidad ha considerado «adecuada» esta medida tomada tanto en Vitoria como en Rioja Alavesa. Eso sí, Salvador Illa ha matizado en declaraciones a la Cadena Cope que la supresión de clases es una decisión que «no recomienda de forma generalizada», aunque ha precisado que no es «una opción descartable en un futuro». Respecto a la situación que se vive en Haro, donde hay un «brote importante» y se concentran más de 30 afectados, Illa ha concretado que no se ha decretado una cuarentena sino que la población «está sometida a un proceso de vigilancia activa y de aislamiento».

A pesar de que en otras comunidades se han llegado a detectar positivos en menores (dos en Castilla-La Mancha y una de cuatro años en Madrid), hasta ahora ninguna administración había optado por esta vía que, el propio coordinador del comité de seguimiento del coronavirus, Fernando Simón, había descartado tomar por el momento. Su argumento seguía una lógica implacable: si se cierran los colegios, es previsible que se movilicen muchos cuidadores, sobre todo, abuelos, por lo que «el riesgo de transmisión sería mayor».