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MAIKA SALGUERO
Hostelería País Vasco

El lehendakari ve un obstáculo en los jueces por su «interpretación naíf» de la pandemia

El Gobierno vasco cree que la Justicia da la espalda a la ciencia y adopta decisiones «inexplicables» como la reapertura de bares

x. garmendia

Viernes, 12 de febrero 2021, 12:20

Según la RAE, «que se caracteriza por reflejar la realidad con deliberada ingenuidad, aparentemente infantil, y con poesía y simplicidad». La elección del término no fue ni mucho menos improvisada. Iñigo Urkullu tenía la respuesta preparada por escrito y elevó el volumen de su voz para pronunciar la palabra 'naíf'. Es la actitud que detecta en los tres jueces que autorizaron la reapertura generalizada de la hostelería y a los que ve torpedeando a efectos prácticos la lucha contra un virus que ha acabado con la vida de más de 3.500 personas en Euskadi.

El varapalo legal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha sacudido los cimientos de la estrategia del Ejecutivo autonómico para contener la pandemia. No solo ha derribado uno de sus pilares para atajar la transmisión del virus, sino que ha desestabilizado su capacidad para adoptar decisiones de calado. Llegados aquí, los servicios jurídicos de Lakua se han resignado a asumir las limitaciones y han descartado librar una guerra judicial sin visos de éxito. Pero el lehendakari sí está dispuesto a una batalla al menos dialéctica para defender su «razón».

Porque, si bien el Gobierno vasco va a acatar todo lo que diga la Justicia, Urkullu continúa firme en su postura. En su primera intervención pública tras difundirse el auto judicial, tiró del clásico «respeto pero no comparto» como reacción. Explicó que, a diferencia de los magistrados, la «evidencia científica» sí avala la toma de decisiones restrictivas, sobre todo en «encuentros sociales sin utilización permanente de medidas de protección individual en ambientes cerrados». Una somera pero inequívoca descripción del ambiente que se respira a menudo en los bares.

«Ignorar esta realidad solo puede llevar a decisiones inexplicables desde el punto de vista de la valoración epidemiológica», señaló el lehendakari en una lectura de las conclusiones de la Comisión Técnica del LABI que le asesora en la emergencia sanitaria. Ese mismo documento, que hizo suyo en la rueda de prensa de este viernes, es el que alerta de las consecuencias de una «interpretación naíf» de la realidad en tiempos de pandemia. Avisa, en concreto, de que las decisiones basadas en esa perspectiva pueden acabar por «alterar» la evolución de la incidencia del virus.

«Perplejidad» por el auto

Urkullu también se valió de ese dictamen elaborado por su grupo de expertos para certificar su «perplejidad y disconformidad con la argumentación» del auto del TSJPV, el mismo que su equipo jurídico, por contra, no ve factible recurrir. El mandatario nacionalista considera que la decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo no tiene un sustento técnico suficiente y aprovechó su comparecencia para reconocer a «epidemiólogos, virólogos, matemáticos, médicos de familia, expertos en salud y profesionales sanitarios en general».

Un aplauso que encerraba en sí mismo toda una censura a las polémicas palabras del juez ponente, quien menospreció públicamente la labor y la formación de los epidemiólogos a pesar, paradójicamente, de utilizarlos como argumento de autoridad en su auto. Al lehendakari hubo que preguntarle más tarde para que diera a conocer su opinión expresa sobre las declaraciones de Luis Garrido y su eventual impacto en el fallo que emitió.

A diferencia de cualificados dirigentes del PNV que han sembrado dudas sobre su imparcialidad para tomar la decisión, Urkullu optó por un tono más comedido. De hecho, anunció que su Gabinete ha descartado presentar una recusación contra el magistrado. «No es una actuación de confrontación del juez con el Gobierno vasco, sino contra los criterios epidemiológicos», razonó, recordando que las sociedades médicas ya han mostrado su malestar con este comportamiento.

El lehendakari, en cualquier caso, no desaprovechó la oportunidad para afear a Garrido su participación en una tertulia radiofónica en la que se pronunció respecto al tema que tenía sobre la mesa apenas unas horas antes de publicar el fallo: «Ni siquiera le habría dado tiempo a analizar las alegaciones presentadas por el Gobierno vasco para cuando emitió las manifestaciones que emitió». A Urkullu le parece «curiosa» y «significativa» esa cronología de los hechos.

Enésima petición a Sánchez para cambiar el estado de alarma

La decisión desfavorable de la Justicia ha reactivado la insistente petición del lehendakari para que se modifique el decreto de estado de alarma en vigor y se faculte así a las comunidades autónomas para adoptar medidas con mayor seguridad jurídica. Iñigo Urkullu envió el miércoles una carta a Pedro Sánchez para plantearle nuevamente estas modificaciones: «Me volví a dirigir al presidente del Gobierno para que, en el menor plazo posible, se analice esta cuestión y se acuerde con las comunidades autónomas los mecanismos legales necesarios, en el marco del estado de alarma, para que las decisiones adoptadas cuenten con todas las garantías jurídicas». Moncloa, por el momento, no ha contestado a la misiva de Ajuria Enea.

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