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La perspectiva a medio y largo plazo para la Atención Primaria es complicada. Faltan médicos de familia y pediatras y esta carencia va a ir a más en los próximos años. En Osakidetza son perfectamente conscientes de este problema. Enero de 2023 comenzó con 186 ... plazas de facultativo sin cubrir en este nivel asistencial por la escasez de especialistas. Y la previsión es que estas vacantes vayan a más durante lo que resta de década por la ausencia de suficiente relevo generacional. En Euskadi el 29% de estos profesionales tienen 60 años o más, según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad. Y el número de galenos nuevos que ingresan en el sistema no cubre las jubilaciones. Osakidetza reconoce que «durante los 5 u 8 próximos años el déficit de profesionales va a ser creciente», según apunta Víctor Bustamante, director de Asistencia Sanitaria en el Servicio Vasco de Salud.
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Es por ello que Salud tiene abierto un proceso de reflexión para adaptar la Atención Primaria vasca a un escenario con cada vez menor número de facultativos. A priori la solución más sencilla podría ser la de atraer a médicos de otras comunidades. Pero el problema es el mismo en todo el país y Euskadi quiere huir de cualquier guerra entre autonomías por los sanitarios. Es por ello que la respuesta a este escenario pasa por adoptar decisiones organizativas. ¿Cuáles? Aquellas que ya se aplican desde hace unos años en verano y en otras épocas festivas en las que las vacaciones de la plantilla obligan a reajustar el servicio: una reducción de horarios en los centros de salud. No será generalizada para todos los ambulatorios, pero aquellos que tengan carencias de personal y dificultades para permanecer abiertos de 8 de la mañana a 8 de la tarde pasarán a cerrar a las 5.
Las pasadas navidades, 81 de los cerca de 300 centros de salud de Euskadi abrieron menos horas de las habituales y en verano Osakidetza cubrió 20 ambulatorios solo con enfermería y cerró otros 24 -diez de ellos en periodos alternos- por la carencia de personal.
La reducción horaria es una medida que desde hace meses Osakidetza ha tenido que aplicar en varios ambulatorios de Gipuzkoa. Algunos no recuperaron su horario habitual tras la temporada estival. Y cada vez serán más los ambulatorios en esa situación. Dependerá de la falta de profesionales que sufra cada uno de ellos y de cómo se organicen sus unidades de Atención Primaria. A algunos llegará antes. Otros, con una plantilla más numerosa o joven, podrán aguantar más años. «No tenemos la gente suficiente para cubrir el modelo que hasta ahora ha sido el imperante. Vamos hacia otro en el que no vamos a poder garantizar un horario tan continuo», reconoce Bustamante.
Víctor Bustamante
Director de Asistencia Sanitaria
Para «garantizar la asistencia» que se ofrece a la población -o que ésta se vea resentida lo menos posible- Osakidetza se apoyará en «otros recursos» con los que cuenta este nivel asistencial. En concreto, jugarán un papel aún más esencial los PAC, los Puntos de Atención Continuada que ejercen como urgencias ambulatorias cuando los centros de salud cierran. Para ello, apunta el dirigente sanitario, deberán «ser más resolutivos».
A los PAC por ejemplo se les va a pedir que asuman nuevas funciones que les permitan liberar de carga de trabajo a sus colegas de los ambulatorios. Entre ellas, avanza Bustamante, están la tramitación de «las incapacidades laborales», conocidas como bajas, o una serie de «procesos diagnósticos y terapéuticos que ahora se hacen en los centros de salud». Para la población esto supondrá a su vez un proceso de adaptación.
El pasado junio la consejera Sagardui ya avanzó en un foro patrocinado por dos industrias farmacéuticas que «tanto la especialización derivada de la innovación en técnicas y tecnologías como la escasez de profesionales de Familia apuntan a un horizonte de mayor movilidad de la ciudadanía para recibir atención». Y en esa línea van a ir algunas de las medidas que deberá adoptar Osakidetza para la Atención Primaria.
Pero los PAC tampoco escapan a la falta de profesionales. Al igual que ocurre con los ambulatorios, son atendidos por médicos de familia. En Salud no esconden que puede ser complicado mantener en todos los casos su funcionamiento actual. Sí se «comprometen», reitera Bustamante, a cubrir el horario de 9 a 21 horas, la franja del día en la que más personas frecuentan estos servicios con problemas de salud indemorables. Y si los recursos son suficientes tratarán también de dar continuidad al horario nocturno. «La situación actual no se soluciona con presupuestos, es un problema de falta de personal. Es duro no poder cubrir todos los dispositivos en todo momento, pero no tenemos suficientes profesionales. Estamos en una situación de fragilidad, aunque no en todas las organizaciones sanitarias el escenario es el mismo», reflexiona Bustamante. En Bizkaia la más afectada es la de Galdakao.
Encima de la mesa también está la posibilidad de unificar algunos PAC, medida que ya se ha tomado en Vitoria con los de Olaguíbel y San Martín. En especial cuando se encuentren relativamente próximos y no haya suficiente personal para atender a ambos o exista un recurso sanitario próximo que pueda dar ese servicio.
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