Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La próxima semana se cumplirán dos años desde que se practicó la primera legal eutanasia en todo el país. Fue en Durango. Eskarne, de 86 años, había dejado por escrito una década antes su documento de últimas voluntades. En él especificaba de forma clara que ... si llegaba a una situación de incapacidad mental y física quería recibir ayuda para morir. Una enfermedad la dejó en ese estado. Su fallecimiento tuvo lugar casi un mes después de la entrada en vigor de la ley el 25 de junio de 2021. Desde entonces en Euskadi 62 personas han contado con asistencia médica para dejar este mundo: 23 de ellas en la primera mitad de este año, casi las mismas que en todo 2022. Entonces fueron 24.
Este aumento es fruto del asentamiento de la norma y no es algo exclusivo de Euskadi. «Lo mismo ocurrió en Holanda, en Canadá o en Bélgica, países en los que la eutanasia está regulada desde hace más tiempo», recuerda Itxaso Bengoetxea. Ella es médico de hospitalización a domicilio y cuidados paliativos de Osakidetza y la persona que preside la Comisión de Garantía y Evaluación (CGE) de la muerte asistida en Euskadi, el órgano que revisa cada petición y es el responsable de autorizarlas o denegarlas. Está formado por 25 expertos del ámbito sanitario y jurídico con formación en ética.
Para poder recibirla el solicitante debe ser mayor de edad, competente para tomar esta decisión y, según recoge la ley, «sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante». El tiempo medio que dura el proceso, desde que se realiza la solicitud hasta que se practica la 'buena muerte' -significado etimológico de eutanasia- es de 50 días. Durante ese periodo el solicitante es evaluado por un médico responsable, normalmente su facultativo de familia o el especialista (oncólogo, internista, geriatra... ) que le trata en el hospital. Después es examinado por un segundo facultativo y en tercer lugar por un equipo de verificación compuesto por varios miembros de la Comisión de Garantías. Cuando no existe acuerdo entre estos tres niveles la decisión se toma por los 25 miembros de la comisión reunidos en pleno. Durante el primer año y medio de entrada en vigor de la ley este organismo rechazó ocho solicitudes «porque las patologías de esas personas tenían posibilidades clínicas de mejora», explica Bengoetxea.
Noticia Relacionada
Entre 2021 y 2022 este organismo recibió 59 peticiones, casi la mitad de las que emitieron inicialmente los pacientes. Esta diferencia entre las iniciadas y las evaludas se debe a que parte de los enfermos desistieron durante el proceso y otros -la mayoría- fallecieron antes de que se resolviese su caso. Algo que no es excepcional, ya que según apunta la presidenta de la CGE, se debe a que buena parte de los interesados realizan la petición cuando su situación clínica es crítica. «En nuestra sociedad no solemos hablar mucho de la muerte. Sigue siendo un tema tabú. Y mucho menos de cómo queremos que sea. Es habitual que se plantee muy al final y, en ocasiones, la persona fallece antes de que finalice todo el proceso de evaluación», explica la facultativa.
Una vez aprobada la solicitud, es el paciente el que establece qué médico le va a ayudar a dejar este mundo sin sufrimiento. Lo habitual es que sea el de familia, porque es con el que tiene más afinidad, o con el especialista que le haya tratado. Solo cuando el facultativo elegido rehusa por motivos de conciencia se ofrece a realizarla otro galeno. En Euskadi hay cerca de «400» sanitarios inscritos en el registro de objetores de conciencia. Otros «más de 4.000» solicitaron y recibieron formación para poder aplicarla.
El ayudar a una persona que sufre a morir es también «especial» para los sanitarios que le asisten. «Se genera un vínculo entre esos profesionales y la familia del paciente», destaca Bengoetxea. Iñaki Agirrebeitia fue el médico de Atención Primaria que realizó la primera eutanasia de España. Junto a una enfermera facilitó que Eskarne tuviese una buena muerte. Ella no pertenecía a su agenda de pacientes, pero el médico de cabecera de esta vecina de Durango era objetor de conciencia. Agirrebeitia recuerda con mucho respeto aquellas semanas. «Como médicos de familia tenemos experiencia en la atención al final de la vida, en establecer cercanía con la familia del paciente. Pero sí es cierto que esta prestación tiene algunos matices especiales. Aquellos fueron unos días en los que hicimos varias visitas a su domicilio. Es importante en esos momentos realizar un buen manejo de los tiempos, que la familia tenga espacio para realizar preguntas, hacer sus deliberaciones...», recuerda.
Para los sanitarios también son jornadas especiales, tanto en lo profesional como en lo emocional. Osakidetza cuenta con equipos de acompañamiento para ellos. Agirrebeitia y la enfermera se prepararon previamente. «Hablábamos entre nosotros sobre cómo iba a ser ese día», recuerda. Todo salió como habían preparado. De aquella experiencia le queda la satisfacción de haber ayudado a cumplir la voluntad de Eskarne. «Somos médicos e intentamos que nuestros pacientes tengan un buen vivir y, en casos como el suyo, facilitarles un buen morir».
La mayoría de personas que solicitan recibir la eutanasia lo transmite de viva voz. Son las menos quienes lo dejan todo recogido por escrito con anterioridad. Las patologías más comunes que padecen y que les producen una situación de dependencia avanzada o gran sufrimiento son los tumores terminales, enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la ELA o algunas tetraplejias, como la de Ramón Sampedro. El perfil del paciente que solicita una eutanasia en Euskadi es el de una persona mayor. Aunque también hay registrados dos casos jóvenes, de 37 y 43 años. Por sexos no existen grandes diferencias. Durante 2021 y 2022, el 55% de los suicidios asistidos se practicaron a mujeres. Clínicamente el proceso que se emplea para ayudarles a morir sin sufrimiento es la administración de un cóctel de fármacos en unas cantidades precisas y un orden concreto: un sedante, un anestésico y un bloqueador muscular.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.