Largas colas en la clínica del IMQ en Zorrozaurre para realizarse un test antes de la Nochebuena. ignacio pérez

Detectan mayor afluencia de casos leves a Urgencias en busca de una PCR

«Hay gente que se inventa síntomas para realizarse cuanto antes un test», denuncian profesionales sanitarios vizcaínos

Viernes, 24 de diciembre 2021, 02:04

El atasco en Osakidetza derivado del tsunami de casos de covid que azota Euskadi ha multiplicado la presión en las urgencias hospitalarias. El único recurso asistencial abierto 24 horas durante los 365 días del año atraviesa también una situación complicada. Sin embargo, la inusitada incidencia ... de contagios en esta sexta ola se traduce en un menor impacto de cuadros graves, que son los que deberían predominar en estos servicios sanitarios de atención inmediata. Pero no ocurre así.

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La odisea para realizarse una prueba diagnóstica por la saturación de la red de Atención Primaria, del rastreo, de los laboratorios privados y del desabastecimiento en las farmacias hace que las urgencias de los centros médicos se encuentren repletas de ciudadanos con síntomas leves que desean ser tratados cuanto antes o de contactos estrechos que buscan disipar dudas sobre si se han infectado. El objetivo, agilizar la realización de una PCR y sortear las largas colas que estos días, previos a la cena de Nochebuena, se han registrado en clínicas privadas, previo pago de entre 90 y 120 euros.

Un pico para el bolsillo que muchos ciudadanos quieren ahorrarse. Unos, presentándose en Urgencias con una simple tos o febrícula de 37 grados, y otros, a través de la picaresca. Lo certifican profesionales consultados por este diario en las urgencias vizcaínas, que aseguran que «hay gente que se inventa síntomas para someterse a una PCR porque saben que aquí se la vamos a hacer, y más rápido».

En este servicio del hospital de Cruces, la doctora y delegada provincial del Sindicato Médico de Euskadi (SME), Ana Santorcuato, afirma que, «gracias a la vacunación, la mayor parte de los casos que vemos son de baja gravedad, pacientes que tendrían que ser atendidos en Primaria. Pero ese ámbito, por su situación tensionada, no tiene capacidad para dar respuesta». Se declara consciente de que estas unidades son un recurso «abierto», pero la ciudadanía, subraya, «no debe olvidar que están dedicadas a pacientes con sintomatología grave, que necesitan actuaciones urgentes».

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No se trata de un fenómeno nuevo, pero la proximidad de la Navidad ha hecho que el volumen de casos leves se dispare. «Entendemos que hay situaciones molestas, de dificultad social, pero querer ir a cenar con amama en Nochebuena y, como es mayor, prevenir para no llevar el virus es algo personal», arguye la facultativa del hospital de referencia del territorio.

«Pacientes en los pasillos»

Ciudadanos impacientes, y más con las fechas que son, buscan un atajo para poder ser atendidos de la manera más rápida. Y los profesionales sanitarios se resienten. Por eso vuelven a dirigir un llamamiento a «la prudencia y el sentido común». La doctora Santorcuato, con todo, ha percibido en algunos pacientes agobio y hasta desesperación por conocer cuanto antes si han contraído el covid.

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«Hay ocasiones en las que se hace un mal uso de este recurso, pero en otras se ve que la persona, efectivamente, se encuentra en una situación de falta de respuesta. Osakidetza dice que la atención está garantizada, pero me gustaría saber qué medios se están poniendo para ello», agrega Santorcuato, que pide refuerzos de personal, ya que al aluvión de contagios se suman pacientes con otras patologías, sobre todo respiratorias. «Algunos días estamos viendo personas en los pasillos y eso no debería tolerarse. Es una línea roja», critica la doctora.

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