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Agentes de la Policía Local de Bilbao disuelven a la multitud concentrada en la madrugada de ayer en el Casco Viejo. maika salguero

El estallido de violencia «deliberada» sorprende y preocupa al Gobierno vasco

Erkoreka denuncia la «alteración» de la convivencia tras otra noche de altercados en San Sebastián y Goia cree que «no es casual»

Lunes, 23 de agosto 2021, 01:52

La escalada de violencia en las 'no fiestas' de San Sebastián ha encendido las luces rojas de alerta en las instituciones vascas. Sobre todo tras la sexta noche consecutiva de disturbios en las calles de la capital donostiarra, la del sábado al domingo, en la ... que los jóvenes que reciben a botellazos a las patrullas que tratan de disolver las aglomeraciones en este verano aún pandémico cruzaron líneas rojas hasta ahora no traspasadas.

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Comercios con las lunas reventadas, saqueos y actos de pillaje nocturno en las céntricas tiendas de Zara y Adolfo Domínguez y destrozos en el mobiliario urbano dibujaron un panorama desolador que recordó a las madrugadas de cristales rotos que sacudieron Barcelona al calor de la sentencia contra los líderes del 'procés' o, más recientemente, tras la encarcelación del rapero Pablo Hasél. O a los tumultos que, disfrazados de protestas antiglobalización, han asolado en los últimos años ciudades de todo el mundo.

El Gobierno vasco echa de menos condenas más contundentes del arco político

contra la ertzaintza

Un estallido violento difícil de compartimentar en una categoría cerrada o atribuir a un grupo en concreto, pero que preocupa por el salto cualitativo que supone, por la posibilidad de que los incidentes se reproduzcan en el segundo fin de semana de la 'no Aste Nagusia' bilbaína -hasta ahora modélica- y por la constatación de que se trata de comportamientos planificados, en absoluto espontáneos, y por lo tanto más complicados de atajar.

Así lo hizo notar el alcalde donostiarra, el peneuvista Eneko Goia, convencido de que existe una violencia «deliberada» contra la Ertzaintza, que afronta el desafío con escasez de efectivos. «Es muy difícil evitar determinadas situaciones cuando alguien expresamente las busca», se lamentó en la Ser. «Hay un comportamiento deliberado evidente y es muy difícil poder evitar determinadas situaciones si se va con esas intenciones», abundó, en respuesta a la desesperación de los vecinos que han padecido ya casi una semana entera de disturbios.

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Los incidentes alarman por el salto cualitativo y por la posibilidad de que se repitan en Bilbao

en alerta

El Gobierno vasco y su departamento de Seguridad -encabezado por el también vicelehendakari Josu Erkoreka- evitaron poner etiquetas políticas a una oleada violenta que inevitablemente retrotrae a los peores tiempos de ETA y la kale borroka. El propio alcalde desveló que entre los más de cuarenta detenidos desde el martes pasado hay incluso «extranjeros» pero, al mismo tiempo, dejó caer que «no es casual» que los disturbios se «generen» en «determinadas zonas» de la Parte Vieja. ¿Una insinuación sobre la posible 'paternidad' sobre los altercados de radicales vinculados a la izquierda abertzale?

Aglomeraciones de jóvenes en Bilbao. m. s.

Chavales negacionistas

Goia no quiso ir más allá y el Gobierno vasco tampoco. «Hay de todo», apuntan en el Ejecutivo, que prefiere no señalar culpables. El invierno pasado, el líder del PNV, Andoni Ortuzar, sí lo hizo y llegó a pedir a Arnaldo Otegi que frenase a «sus jóvenes» para atajar lo que bautizó como 'mozkorra borroka'.

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Ahora, Lakua prefiere hablar solo de comportamientos «insolidarios» que «perturban» gravemente la «convivencia» y que limitan, de momento, a chavales «negacionistas» de las medidas impuestas por las instituciones para contener la quinta ola del virus. El tuit que colgó ayer Erkoreka hablaba de actitudes que «sobran y se descalifican solas»: «Demuestran una profunda insolidaridad con los vecinos que cada noche ven trastocado su descanso, alteradas las normas básicas de la convivencia y dañados los bienes públicos de todos».

Erkoreka evita señalar culpables y denuncia la «insolidaridad» con los vecinos donostiarras

actitudes que «sobran»

En todo caso, tanto el Gobierno vasco como los alcaldes de las capitales -que, como en el caso de Juan María Aburto, han prometido «tolerancia cero»- han interiorizado que la escalada violenta tiene como destinatario preferente a la Ertzaintza. Y, en ese sentido echan en falta, admiten, condenas políticas más contundentes. La izquierda abertzale no se pronunció ayer y Podemos afirmó que «el vandalismo contra el mobiliario urbano nada tiene que ver con la libertad o pasarlo bien». También lo hicieron los socialistas donostiarras, que reprobaron los «absurdos» incidentes, y el portavoz del PP, Borja Corominas, que pidió que «los burros que la están liando» paguen «hasta el último euro».

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