Los sindicatos convocan un mes de huelga en la concertada a partir del 7 de noviembre

«La irresponsabilidad y el inmovilismo de las patronales y del Departamento de Educación no nos dejan otra alternativa que intensificar la dinámica de huelgas», censuraron los portavoces sindicales. Recordaron que han pasado cinco meses desde el último paro sin que haya habido «ningún movimiento». «La última negociación fue el 13 de junio y desde entonces no hemos recibido ofertas ni nos han citado para reunirnos», lamentaron.

Los sindicatos arremetieron con dureza contra todas las partes implicadas en este largo enfrentamiento laboral. A los dueños de los colegios les acusan de plantearles «propuestas laborales cercanas a sus demandas y luego retirarlas», tratar de «desactivar las movilizaciones» y de «no jugar limpio en las negociaciones». Y del Gobierno vasco dicen que continúa con su postura de «lavarse las manos y aparentar una actuación en la resolución del conflicto que no es real». Sólo ha quedado fuera de la convocatoria UGT, central minoritaria en el sector que ya en julio decidió no apoyar más huelgas y propuso la intervención de Trabajo. Sus responsables opinaron este martes que no ven «lógico» hacer más paros «sin intentar la mediación».

Los representantes de los trabajadores defendieron este martes que sus demandas son «básicas y moderadas» y que «siempre» han estado dispuestos a sentarse a negociar. «Pero solo ha habido avances y movimientos a medida que hemos intensificado la dinámica de huelgas y movilizaciones», insistieron. Reconocieron, sin embargo, que tampoco se han dado pasos significativos en la negociación después de 27 paros.

Un mes seguido de huelga supone un salto importante en la batalla que mantienen los sindicatos en la red concertada, ya que hasta ahora los paros habían sido intermitentes, y en las consecuencias para el alumnado. Si se restan 21 jornadas de clase, los estudiantes perderán la primera evaluación y arrastrarán un importante retraso en el aprendizaje de los contenidos previstos en el programa académico. Y si no se arregla el conflicto para el 5 de diciembre, el paro continuará con lo que se pondría en riesgo el curso para miles de estudiantes.

La portavoz de ELA, Miren Zubizarreta, aseguró este martes que «entienden» la preocupación de las familias, y quiso mostrar la disposición de los sindicatos a «dialogar» con ellas. Reconoció que los paros pueden afectar a los escolares pero subrayó que «a medio y largo plazo beneficiará la calidad de la enseñanza» en los colegios concertados.

Desatascar el conflicto en las pocas semanas que quedan para el inicio de las huelgas es una misión muy difícil por la brecha que separa a plantillas y patronales. Los sindicatos reiteraron este martes las líneas rojas de sus demandas. Reclaman la recolocación de los profesores que pierdan su puesto de trabajo por la baja natalidad, subidas salariales por encima de las del Gobierno vasco para sus funcionarios docentes con el fin de «recuperar el poder adquisitivo perdido en diez años sin convenio», y reducción de las cargas de trabajo.

Kristau Eskola, patronal mayoritaria, no valoró este martes la convocatoria. Mantiene su postura de que los colegios no disponen de recursos para atender las demandas sindicales y que para hacer frente a las reclamaciones laborales necesitarían un incremento de la financiación pública. La portavoz de ELA rebatió ese argumento y aseguró que los centros concertados cuentan con «mayor margen de maniobra del que dicen» y que, si no es así, Educación debería aumentar su financiación.