Educación confirma una menor participación en la segunda jornada de huelga en la enseñanza pública

Sin embargo, en la calle se ha notado la movilización. Los profesores de la escuela pública vasca han vuelto a salir a la calle este miércoles para protestar contra el borrador de la ley educativa. La segunda jornada de huelga ha congregado a unas 8.000 personas, que han recorrido las calles de Vitoria convocados por LAB, STEILAS y ELA. Antes de comenzar la marcha, las centrales han afirmado que el seguimiento es «similar» al del pasado 30 de noviembre y ronda el «60%. «Valoramos positivamente el seguimiento, muy amplio, y queremos destacar que en Educación Infantil y Primaria el seguimiento ha sido notablemente mayor», han señalado desde los sindicatos.

'Queremos una ley educativa que afronte la segregación y garantice la cohesión social' ha vuelto a ser uno de los lemas de esta convocatoria en la que tres centrales, mayoritarias en la red pública, han coincidido en criticar el «sistema público-privado actual» y creen que la propuesta del consejero Jokin Bildarratz es continuista y no favorece al sector público. Las centrales también se han hecho eco de los elevados datos de interinidad revelados por el informe del Consejo Escolar de Euskadi difundido por EL CORREO, que en el último curso analizado, el 2019-2020, alcanzó un 45% con un total de 12.625 profesores eventuales frente a los 14.884 fijos. Se trata de cifras que preocupan, a pesar de las OPE que están en marcha y con las que se prevé reducir el número de interinos al 8%. «La temporalidad existente es un problema estructural muy grave y un problema que no ha venido con la pandemia, sino que lo ha agravado», ha criticado la portavoz de Educación en ELA, Miren Zubizarreta.

Al mismo tiempo lamentan que la futura norma no priorice el euskera en la enseñanza, una de las principales reivindicaciones sindicales. Por su parte, Nagore Iturrioz, de Steilas, ha reclamado al Ejecutivo autonómico una red «única, euskalduna y propia», motivo por el cual las centrales han anunciado que seguirán impulsando movilizaciones. También Irati Tobar, representante de LAB, ha lamentado que el proyecto sobre la mesa «viene a perpetuar el sistema público-privado dual, principal fuente de la segregación», en referencia al diferente peso que tiene la escolarización de alumnos extranjeros en los colegios públicos -casi 8 de cada 10 alumnos extranjeros- frente a la privada concertada.

El profesorado de los colegios públicos y de la red de Haurreskolak, en torno a 30.000 trabajadores, están llamados este miércoles a secundar un nuevo paro. De nuevo, muchas familias han tenido que hacer encaje de bolillos. Hace dos semanas, hubo padres que optaron por dejar a sus hijos en casa ante la previsión de que faltara un número importante de profesores en las aulas. Otros, en cambio, no tuvieron más remedio que llevarlos por no poder contar con la ayuda de los abuelos o de otros familiares para atenderles. Estefanía Alamillo ha sido de las 'amatxus' que ha llevado a su pequeño al cole, «a pesar de que nos han avisado que les mezclarán con niños de otras clases. La otra vez, incluso, les juntaron con críos de otras edades porque en alguna clase solo habían ido tres niños», ha explicado esta vecina de Barakaldo que lleva su hijo de 4 años al Colegio Público Rontegi.

Durante la jornada de ayer muchos centros educativos volvieron a enviar circulares a los padres para informarles sobre las previsiones de cara a esta segunda jornada de huelga. En Pagasarribide Eskola, un centro público ubicado en el barrio bilbaíno de Larraskitu, la dirección no garantizó que se pudieran cumplir los servicios mínimos, por lo que muchas familias se han inclinado por dejar a sus hijos en casa. «He visto más falta de niños que de maestros. El autobús que, generalmente, va lleno, ha ido casi vacío», ha relatado Nerea Icuza, presidenta de la AMPA de este colegio.

En cambio, Iñaki, un padre que lleva a su crío al Zipiriñe, en Sopela, ha asegurado que la entrada del colegio a primera hora se han visto «bastantes niños». «El patio ha estado bastante animado, como cualquier otro día porque muchos padres están de acuerdo con la huelga y han llevado a sus hijos a clase», ha apuntado.

También en Indautxuko Eskola (antiguo Félix Serrano), en Bilbao, se ha visto ajetreo. «La sensación ha sido la de un día normal. Antes de entrar a clase forman filas y las de los más pequeños estaban más o menos como siempre», ha comentado un padre mientras dejaba a sus hijos de 4 y 5 años. «Muchos padres tenemos que ir a trabajar y no tenemos con quien dejarlos. Así que no nos queda otra que traerles», ha agregado. Otras madres que también han acudido a este centro han percibido «cierta normalidad». «Creo que los de clase de mis hijos han ido todos. Ayer nos dijo la dirección que se había hecho un sondeo anónimo entre los profesores pero que había contestado el 35% y que ninguno hacía huelga, pero claro hasta última hora no lo saben porque no tiene por quié avisar», ha señalado una vecina de la zona.

En algunos centros públicos de la capital vizcaína advirtieron a las familias que el porcentaje de profesionales que no irá a trabajar obligará a juntar a alumnos de dos clases y que no será posible mantener la actividad académica diaria. Asimismo, en alguna haurreskola se volvió a avisar de recortes horarios en la atención al alumnado a pesar de los servicios mínimos porque cerca del 67% de la plantilla secundará el paro. En otras escuelas de Infantil y Primaria consultadas estiman que el seguimiento será de en torno al 40%.

La jornada de protesta contra la futura ley educativa vasca, por entender que ésta favorece a la red concertada y no prioriza al euskera como lengua vehicular en los colegios, continuará esta tarde con marchas en las tres capitales vascas.