Varios alumnos participan en actividades escolares con diferentes soportes digitales. E. C.

La digitalización en las aulas, a debate

Pantallas ·

La mayoría de colegios instauran las tablets u ordenadores a partir de los 11 años, y quienes lo hacían antes han comenzado a rectificar

Domingo, 17 de marzo 2024, 15:22

Hace ya unos cuantos años -desde 2015, aproximadamente- que los colegios vascos abrazaron la digitalización. En un contexto en el que las pantallas forman parte indisoluble del día a día, la filosofía era impulsar desde edades tempranas la coexistencia con los dispositivos digitales. Esta circunstancia ... permitió que muchos centros pudieran capear, en mayor o menor medida, el temporal que supusieron la pandemia y las clases a distancia.

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En Euskadi, cada centro es soberano y decide en última instancia cuándo y en qué medida cambia los libros de texto tradicionales por los libros digitales. La inmensa mayoría de colegios introduce las pantallas (tablets, iPads u ordenadores, por lo general) a partir de 5º de Primaria, cuando los alumnos tienen 11 años. No obstante, hay algunos que han tenido que dar marcha atrás al haber implantado la digitalización demasiado pronto.

Informe Pisa

Los alumnos que tienen una exposición moderada a las pantallas (de una a cinco horas al día) sacaron los mejores resultados

Es el caso de un centro concertado de Bilbao. Las familias debían adquirir una tablet por valor de 700 euros para sus hijos en 1º de Primaria (6 años). Los padres y madres se han rebelado contra esta directriz alarmadas por el perjuicio que puede ocasionar a sus hijos una exposición prolongada a las pantallas desde edades demasiado tempranas.

Según cuentan, muchos críos se llevaban la tablet a casa, donde la utilizaban, fundamentalmente, para jugar. Es una edad a la que sus padres ni siquiera se plantean darles un móvil. Finalmente, han ganado el pulso y han logrado que, a partir del próximo curso, los alumnos no tengan una tablet personal hasta 5º de Primaria, aunque sí utilizarán pantallas en clase para determinadas actividades.

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El caso es anecdótico, pero es revelador del debate en torno a las bondades y perjuicios de las pantallas. Una discusión que alientan decisiones como la adoptada el pasado año por el gobierno sueco, otrora referente educativo, de dar un frenazo a su plan de digitalización y volver al libro de texto. No obstante, los expertos apuntan a un punto intermedio como lo más adecuado. De hecho, la última edición del informe PISA, dada a conocer a finales del año pasado, señala que los alumnos que pasan entre una y cinco horas al día expuestos a pantallas obtienen mejores resultados que los que no tienen contacto con dispositivos digitales. A partir de cinco horas, empero, los resultados descienden significativamente.

Teniendo esto en cuenta, ¿cuál es la fotografía en Euskadi? Por partes. Aquí el alumnado se reparte prácticamente al 50% entre las redes pública y concertada. En los centros cuya titularidad es del Departamento de Educación, los alumnos reciben un portátil en 5º de Primaria. El dispositivo les acompaña hasta 2º de Bachillerato. Además, cada aula, desde 1º de Primaria, cuenta con una pizarra digital y un ordenador de sobremesa. Los dispositivos los financia el Gobierno y cada centro decide si apuesta por un modelo totalmente digital donde los alumnos, a partir de 11 años, estudian todo en la tablet o si opta por un modelo mixto donde se combina con los libros de texto.

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Editorial Santillana

«Hay más centros concertados que públicos que optan por tener todos los libros de texto de forma digital»

Más centros 100% digitales

En cualquier caso, el Departamento ofrece una serie de becas en función de la renta familiar con las que financia el material escolar. Las familias que se quedan fuera de la ayuda pagan un máximo anual que no supera el centenar de euros. El resto lo ponen el colegio y el Departamento. En esta red, además, los profesores deben acreditar un perfil en competencia digital.

El caso de la escuela concertada es distinto. Aquí también cada centro es soberano de decidir si opta por un modelo analógico, digital o una combinación de ambas. Lo más extendido es que los chavales adquieran una tablet u ordenador con 11 años, aunque no es raro que algunos lo implanten en 3º o lo retrasen a la ESO. Las licencias digitales para los libros suponen, en la mayoría de casos, varios centenares de euros.

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Un portavoz de la editorial Santillana, una de las que tienen mayor presencia en Euskadi, explica a este periódico que hay «una mayor tendencia entre los colegios concertados a optar por itinerarios educativos 100% digitales». También afirma que en el País Vasco la tasa de colegios que dan formación sólo en soporte digital es «más alta que en el resto del Estado».

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