«Debemos ser ambiciosos en lo académico, pero hay otras cosas igual de importantes»

- Euskadi es una de las comunidades con menos estudiantes aventajados en matemáticas, lectura o ciencias. ¿Por qué?

- No me gusta mucho utilizar la palabra aventajado. Nuestro deber es que todo el alumnado llegue a desarrollarse de manera integral, a nivel académico, personal y social. Hablamos de algo que es mucho más intangible y que va más allá de una evaluación de unas competencias. Hablar de aventajado... es relativo.

- Pero desde hace varios años cada vez tenemos menos alumnos en los niveles de excelencia...

- Por eso mismo es importante definir de qué hablamos cuando hablamos de excelencia. Por supuesto que hay ciertas competencias clave en las que tenemos que reflexionar y plantear mejoras. Ya lo estamos haciendo. Tenemos que ser ambiciosos en el ámbito académico, en el de la convivencia... Debemos entender la excelencia desde un ángulo mucho más poliédrico.

- Insisto. ¿Por qué nuestros mejores alumnos no consiguen rendir al más alto nivel, pese a contar con la mayor inversión?

- Esta legislatura vamos a impulsar a todos los centros de alta complejidad y dotarles de nuevas herramientas y recursos. Eso significa enseñar más matemáticas, por supuesto, pero también que los alumnos tengan un contexto donde se sientan seguros y se puedan desarrollar como personas. Eso es un centro, al fin y al cabo. Claro que debemos seguir mejorando en lo que nos muestran las evaluaciones externas e internas. Ya tenemos programas enfocados en esa reflexión.

- Más del 50% del alumnado de 2º de ESO está en un nivel inicial en euskera. ¿Es un problema?

- Cuando hablamos de cómo está el sistema educativo, hay que hacer una lectura global. Hay una serie de hitos en los que Euskadi goza de una salud extraordinaria: abandono temprano, tasa de educación terciaria... Euskadi tiene un punto de mejora en cuanto a incrementar el porcentaje de alumnos que están en los niveles de rendimiento medio y avanzado. Pero estamos hablando de un indicador entre ocho o diez que son muy importantes.

- Pero dominar la principal lengua de aprendizaje es importante, ¿no? Los datos indican que los alumnos quizá no lo están logrando.

- No sé si se puede afirmar eso tan tajantemente. Vuelvo a decir que nuestro alumnado accede a la educación terciaria y supera evaluaciones externas de otro calibre sin ningún problema, la Formación Profesional es un modelo de éxito... Las lecturas hay que hacerlas con una visión global. Las evaluaciones de diagnóstico nos dan información, pero no debemos obsesionarnos. La competencia comunicativa es importante porque es clave, pero todas lo son.

- La Ley de Educación dice que los alumnos deben acreditar un nivel B2 de euskera al acabar la ESO. ¿Es un objetivo realista?

- Es un objetivo que se ha puesto encima de la mesa con muchísimo debate y consenso. Siempre tienes que tener un punto de referencia, y nuestro otro punto de referencia es el propio currículum. Lo que hay que hacer es seguir trabajando con programas de mejora lingüística y de mejora metodológica, que es la estrategia que tenemos.

- En el último Informe PISA, los alumnos extranjeros en Euskadi obtuvieron los peores resultados de toda España, quitando Ceuta y Melilla, en cada una de las competencias analizadas. ¿Qué explicación le da?

- Pues que tenemos un reto que debemos abordar con tranquilidad y rigor, y estamos trabajando para hacerlo. Hablamos de dotar de oportunidades a quienes vienen a nuestro país, para que tengan una vida digna y sean parte de esta sociedad.

- Los inmigrantes de segunda generación, es decir, los de padres extranjeros pero nacidos en Euskadi, también obtienen un rendimiento muy pobre en PISA...

- Sí, pero es que en PISA hemos tenido un descenso a nivel mundial. Seguimos estando en la media de los estándares del Estado y de la OCDE. Los datos nos sirven para reflexionar y tomar decisiones, pero desde la tranquilidad. Hemos tenido una pandemia. Veo a los centros muy comprometidos en la mejora educativa.

- Es cierto que el bajón es generalizado, pero Euskadi cae más que el resto. Antes estábamos a la cabeza y ahora en los vagones de cola. ¿Qué está pasando?

- No está pasando nada en concreto. En comprensión matemática no hemos bajado más que otros países. Finlandia ha bajado muchísimo más que Euskadi, por ejemplo. En lectura quizá sí hemos bajado un poquito más que la media. Ya ha habido una reflexión y nos pusimos en marcha para hacer un refuerzo integral en todo el sistema educativo. Tenemos la mejor herramienta para ello, que es la nueva ley. Yo quiero transmitir tranquilidad a las familias de Euskadi. Están en buenas manos.

- ¿Cuándo y cómo se va a poner en marcha el plan de refuerzo de matemáticas y lectura?

- Cada centro tiene su propia hoja de ruta y su autonomía. En función de los datos que manejan, van haciendo sus propuestas de mejora. Lo que vamos a hacer nosotros es ofrecerles un refuerzo para que puedan aplicarlo al alumnado que más lo necesite, que es un poco lo que nos pedían.

- Entre 2021 y 2031 se van a perder 65.000 alumnos. ¿Tienen diseñado un plan ordenado de cierre de centros?

- El departamento está trabajando en el diseño de esos escenarios. Es una labor que nos tiene que ocupar, por supuesto, con tranquilidad. Va a haber un declive demográfico importante y habrá que ajustar muchas cosas.

- En la convivencia entre centros públicos y concertados, ¿cómo se decide quién cierra?

- A nosotros como Administración educativa nos compete el sistema de centros públicos. En el resto de centros ya entran otro tipo de titularidades que tienen que tomar sus propias decisiones. Podemos acompañar y asesorar, pero la decisión no nos compete.

- La inversión por alumno en la red pública duplica a la de la concertada. ¿A qué se debe este desfase?

- Así ha sido históricamente. Ahora tenemos un nuevo punto de partida, que es la ley y el pacto educativo. Hay acciones muy determinadas, como calcular el coste de una plaza escolar. Puede ser un hito interesante para ver cómo estamos manejando los recursos.

- ¿Se sabe ya cuándo se va a realizar ese estudio?

- No, todavía no.

- Entre 2015 y 2021, el dinero para la concertada aumentó un 19%, y las cuotas, un 16%. ¿Ha habido dejación de funciones por parte de la Administración a la hora de vigilar estos pagos?

- Yo no puedo hablar de lo que se ha hecho anteriormente. Mi equipo y yo tenemos la responsabilidad del desarrollo del pacto educativo y de la ley, que nos encomienda analizar exactamente qué tipo de cuotas se pagan.

- Urkullu dijo en 2022 que ya estaba en marcha esa auditoría y que los datos se publicarían en una web. ¿Por qué no se ha hecho todavía?

- Porque aún estamos haciendo el análisis. Este mismo mes hemos pedido más datos a los centros concertados, que se tienen que corresponsabilizar con la gratuidad. Tiene que haber una reducción de cuotas sí o sí. Y el departamento debe dotarles de los recursos necesarios para que pueda darse esa gratuidad de manera progresiva.

- ¿Todos los centros tienen cabida en el Servicio Público Vasco de Educación?

- Sólo los que adecúen su proyecto educativo a los requisitos del mismo: inclusión, igualdad de oportunidades...

- ¿Hay alguno que no esté cumpliendo?

- No tengo constancia de ello.

- Hace dos años que se puso en marcha la reserva de plazas para alumnos vulnerables. ¿Está funcionando la medida?

- Por supuesto. Nos falta mucho recorrido, pero hemos hecho muchísimos ajustes. Toca hacer pedagogía social con las familias y los centros. Y ahí tenemos la oportunidad de empezar a trabajar por el pacto social para abordar la segregación.