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Cada vez más centros educativos optan por prohibir el uso del móvil en sus instalaciones, tanto en clase como en el patio o comedor. Sin embargo, muchos piden al departamento que establezca una normativa común porque, dicen, les ayudaría frente a los alumnos y familias ... que no aprueban la medida.
- Euskadi es la única comunidad de España que ha dejado esta decisión en manos de los colegios. ¿Por qué?
- Cuando hablamos de dispositivos móviles no hablamos sólo de tecnología, sino también de convivencia, aprendizaje... Los centros deben tomar una decisión consensuada en la comunidad educativa y que se decida en el consejo escolar.
- Muchos centros y familias piden al departamento que establezca una normativa común porque les sería de gran ayuda. ¿Se replantean su negativa?
- El respaldo se consigue en el desarrollo de su propia normativa. Y si ésta es consensuada por toda la comunidad educativa, el respaldo es mayor. No hay una norma suprema para esto, existe la norma interna consensuada, que tiene que llevarse al reglamento interno y se tiene que aplicar. Una prohibición por decreto sería lo más fácil.
- Si sería lo más fácil, ¿por qué no se hace?
- Porque el impacto no sería el mismo. Tenemos familias que se están agrupando para tomar decisiones a nivel comunitario. Me parece una decisión extraordinaria, consensuada, hablada, dialogada. Si eso se hace en el ecosistema educativo, tiene un valor infinito. Porque se lleva no sólo a los patios a las aulas, sino también a los parques y a otros entornos comunitarios. Y el impacto que tiene en cómo entiende el alumnado la convivencia y cómo interiorizan los riesgos es muy diferente. Nosotros lo que sí hacemos es dar un asesoramiento y unas orientaciones a los centros.
- ¿De qué tipo?
- Pues, por ejemplo, qué es lo que dice la investigación, porque los centros tienen que saber las oportunidades y los riesgos que conllevan los dispositivos. Todo esto, desde mi punto de vista, tiene un valor mucho más significativo que una prohibición por parte del departamento en un momento determinado.
- ¿En qué va a consistir la reforma de la FP Básica, que ahora se llamará FP Inicial?
- Queremos hacer un plan específico que nos dé oportunidad de que todo el alumnado, independientemente de dónde vega y qué competencias tenga, pueda tener la oportunidad de desarrollarse para lograr un oficio a futuro. Va a ser una FP Inicial muy flexible, donde se pueden acreditar competencias o adquirir nuevas.
- La FP vasca vive una edad de oro, con más alumnos y empresas colaboradoras que nunca. ¿Hay margen de crecimiento?
- En principio, algo de crecimiento habrá en los próximos años. Queremos una FP de calidad, de reconocimiento, que tengamos perfiles docentes muy bien preparados. Lo que hay que hacer es mantener lo que tenemos, reforzarlo y seguir siendo los mejores.
- Un año más, el transporte escolar de la red pública se ha cerrado a menos de una semana del inicio de curso. ¿Qué medidas se van a tomar para que no se repita la situación?
- Estamos trabajando en el diseño de la nueva licitación. Hemos aprendido mucho, sobre todo este último verano. Y hemos escuchado mucho al sector, tanto en los últimos años como recientemente. Nuestra labor es asegurar cada curso escolar que tengamos un servicio asegurado en el minuto uno. Soy positiva y en eso estamos ahora mismo.
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