Euskadi obliga a los colegios a regular el uso de los móviles antes de fin de año

La viceconsejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha avanzado esta mañana que han remitido «una instrucción» a las direcciones de los complejos educativos sobre la manera de proceder. «Esto no es algo nuevo, llevamos años trabajando», ha precisado. Pero sí que hay algún cambio con respecto a la situación anterior. Los centros, tanto públicos como concertados, de Educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y FP elaborarán regulaciones 'ad hoc' y deberán quedar recogidas en sus ROF (Reglamento de Organización y Funcionamiento).

Estos documentos tendrán que ser aprobados por los consejos escolares y se centrarán en el uso de los móviles y los relojes inteligentes durante la jornada escolar, periodo que incluye el horario lectivo, los tiempos de recreo, los servicios ofertados por el colegio –comedor, transporte...– y las actividades complementarias y extraescolares.

«El establecimiento de normas de uso de los dispositivos móviles se encuentra dentro del margen de autonomía de organización y funcionamiento de los centros, atendiendo siempre a las especificidades y al contexto de cada uno de ellos», ha puntualizado Pedrosa, quien ha señalado que «ya hay centros que tienen regulaciones, algunos incluso han prohibido su uso, de manera consensuada con las familias». Por eso ha insistido en que la instrucción «no es nueva para algunos», y que lo que buscan con ella es «llegar a todo el sistema educativo».

Pretenden en el departamento generalizar la implantación de regulaciones propias, pero ofreciendo «margen» a las direcciones. De ahí que el horizonte se ponga en diciembre de este año. «Necesitan tiempo, orientación y formación», ha matizado la viceconsejera. Educación les ayudará «en la redacción» de las normativas, aunque «lo más importante es que tengan claro qué quieren poner ahí».

Y también es relevante, ha subrayado, que las medidas que cada centro adopte sean trasladadas a la comunidad educativa, «promoviendo acciones de sensibilización sobre los riesgos del uso excesivo de los teléfonos móviles y relojes inteligentes, y, en especial, las referidas a prevenir el ciberacoso».

Durante su comparecencia, ha puesto el acento en que las tecnologías brindan «nuevas oportunidades y mejores», pero también «pueden ser fuente de riesgos y amenazas, que deben afrontarse». Consciente de que «existe este debate en la sociedad», ha recordado en cualquier caso que los menores pasan en los colegios «el 10 o el 12% de su tiempo», por lo que también hay una responsabilidad «en otros entornos». «Estamos continuamente escuchando y leyendo que cada vez las familias dan acceso más temprano a los móviles a sus hijos», ha lanzado. El próximo curso, de hecho, pretenden poner en marcha, a través de las Ampas, sesiones formativas dirigidas a padres y madres.

De momento, la capacitación que más urge es la de los centros, que comenzará la semana que viene. Se trata de sesiones dirigidas a directores, responsables de innovación, orientadores... en las que se abordarán diferentes aspectos como la ciberconvivencia, la digitalización, el uso educativo de los móviles... En esos encuentros, se ayudará a los colegios en lo referido a las regulaciones, facilitándoles diferentes modelos que pueden usar como referencia.

En la presentación también ha participado Jorge Arévalo, viceconsejero de Formación Profesional. En estos casos, el acento se pondrá en el ciberbullying, porque la FP es una modalidad que tiene sus propias «singularidades». Ha expuesto el responsable de esta etapa educativa que su alumnado tiene «una edad media que supera los 20 años» y que «en el ámbito del propio aprendizaje», y del desarrollo de «habilidades, capacidades y destrezas», el móvil es «un instrumento importante».