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Los usuarios de la línea de autobús que conecta Vitoria y Bilbao no daban ayer crédito a lo que ocurría en cada parada. Una tras otra, sobre todo en los primeros servicios de la mañana, había viajeros que no podían subir al autocar ya que ... todas las plazas estaban vendidas. Decenas de pasajeros, muchos de ellos habituales de este trayecto, se quedaron en tierra al paso del autobús por la ciudad. lo que desató la «indignación» de quienes se vieron plantados y también de aquellos que habían logrado asiento. La situación coincidió con el primer día del horario de verano en La Unión, la concesionaria del recorrido, que ha recortado las frecuencias para las jornadas laborables a la mitad respecto a la misma temporada en 2019. «La empresa pone como excusa la baja demanda por la pandemia, pero lo que ha pasado hoy -por ayer- demuestra que no es así», se quejaban los afectados.
La línea que une las dos ciudades en autobús, la única alternativa al vehículo privado para cubrir esta ruta mientras se espera al TAV, ha pasado de ofrecer de lunes a viernes 34 frecuencias durante el último verano 'normal' a 17 a lo largo del pasado y a 19 en 2021. La reducción se evidencia en todos los tramos horarios pero se lo pone especialmente complicado a los viajeros más madrugadores, que generalmente se desplazan por trabajo o estudios y que ayer sólo podían elegir entre dos servicios -con salida a las 6.15 y las 6.50 horas del campus universitario- si querían apearse en Bilbao antes de las 9.00. Los billetes para ambas frecuencias estaban ya agotados desde la noche anterior en la web de La Unión, el medio que la inmensa mayoría utiliza para sacar su ticket.
El recorte de las frecuencias que también ha afectado al trayecto en sentido contrario, Bilbao-Vitoria, hizo imposible absorber la demanda para los primeros servicios, y a más de uno le tocó esperar casi dos horas en la marquesina -entre el autobús de las 6.15, completo, y el de las 7.45- para poder emprender camino. El malestar de los viajeros de esta línea que antes de la pandemia movía a unas 800.000 personas cada año se extendió por las paradas de la zona de las universidades y del Palacio de Justicia y en la propia estación.
Las quejas se escucharon también en las diputaciones de Álava y Bizkaia, actual responsable de la licitación de este trayecto, que decidió ampliar el servicio tras «analizar la situación» con su homóloga. El refuerzo que aplica La Unión desde hoy mismo, sin embargo, resulta «muy escaso» para los usuarios.
La línea Vitoria-Bilbao suma una frecuencia (salida a las 7.15 horas) con destino a la ciudad vecina -cubre, sobre todo, la demanda de los viajeros que se suben al autocar por asuntos laborales- y otra en sentido contrario (a las 6.00 desde Termibus). Además, el horario de verano de la compañía agrega cuatro servicios más -dos de ida y dos de vuelta- que conectan la capital alavesa con Bizkaia (con Gallarta y Algorta, en concreto) pero que ni siquiera pasan por la capital vizcaína.
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