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La investigadora Mercedes Maroto-Valer tuvo que hacer una breve pausa este domingo durante su discurso al recordar a su padre mientras observaba a su ... madre, Consuelo, y su hermano Juan Manuel. Para ella, recibir la Medalla de Álava de manos del diputado general, Ramiro González, era un acto verdaderamente emocionante por ser un reconocimiento en su propia 'casa'. Por eso, se rodeó de su familia y sus amigas, que ocupaban las primeras filas en el museo Artium. Su marido, John Andresen, y sus tres hijos, Daniel, Adrián y Óscar, escuchaban orgullosos el discurso. Y a pocos metros estaban Blanca Ortiz de Pinedo, Berta Lalaguna, Susana Hernández, Rosa Martínez, Laura García y Elvira Cuesta, sus inseparables compañeras durante tantísimos momentos de la vida. Cuando acabó el acto protocolario, todos esperaron a que se despejase el salón para abrazar a la homenajeada.
Su interesante discurso sobre los retos a los que se enfrenta el planeta por el cambio climático y cómo es necesario descarbonizar la industria sin dejarla herida de muerte fue seguido con mucha atención por Yolanda Arto e Iñaki Nubla, ambos de la confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop), junto a la gerente del Parque Tecnológico de Álava, Miren Bilbao. Tampoco perdieron detalle Elena Ortiz de Zárate, Maite López de Maturana y Carmen Hermosa, miembros de la asociación de familias cuidadoras de Ascudean, ni Lorenzo Pereiro, Marisa Pérez o Vicente Gordo, responsables de las casas regionales de Álava, que se encontraban cerca de Miguel Ángel Echevarría, presidente de Afaraba, y José González Baloira, de Gasteiz On.
Muchos de los representantes políticos venían directos desde la Basílica de Armentia. Así lo hicieron la presidenta de las Juntas Generales, Irma Basterra, la consejera en funciones de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, y el titular de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, que con la reciente salida de la vicelehendakari Idoia Mendia rumbo a Bruselas también ha asumido las competencias de Trabajo y Empleo hasta la constitución del próximo Gobierno vasco. Lo mismo sucedía con la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, que llegó puntual a la ceremonia.
Itziar Gonzalo, segunda teniente de diputado general, y Saray Zárate, responsable foral de Desarrollo Económico e Innovación, ejercieron de cicerones de muchos invitados que poco a poco llegaban al museo de la calle Francia. En un rincón se preparaban las bailarinas de Algara Dantza Taldea para interpretar el aurresku contemporáneo de Tomás San Miguel y en el contrario descansaban los txistularis junto a la Banda de Trompeteros y Atabaleros de la Diputación, que les tocó entonar el 'Zortziko de San Prudencio'.
Jone Berriozabal, diputada de Igualdad, Euskera y Gobernanza, charlaba con sus compañeros de gabinete Gorka Urtaran (Políticas Sociales) y Anartz Gorrotxategi (Equilibrio Territorial y Ordenación del Territorio), mientras que Ana del Val (Cultura y Deportes) se mostraba satisfecha por cómo están discurriendo las fiestas de San Prudencio y de Nuestra Señora de Estíbaliz.
Una cita en la que no se atisbó ni pizca de la tensión política que ha existido en las últimas semanas en Euskadi. Allí estaban Joseba Díez Antxustegi, portavoz del PNV en las Juntas Generales; los tenientes de alcaldesa Beatriz Artolazabal, Jon Armentia e Iñaki Gurtubai; el senador socialista Adolfo Lander; los concejales del PP Iñaki García Calvo, Marta Alaña y Aitor González o los procuradores Miguel Garnica; David Rodríguez, máximo responsable de Elkarrekin en el legislativo alavés, o el edil Óscar Fernández, dirigente de Equo.
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