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Asegura que es un delegado del Gobierno en funciones «pero funcionando». «Hay muchas cosas que hacer», asegura Jesús Loza (Vitoria, 66 años). Se refiere a las tareas «ordinarias» que conlleva su cargo pero también al trabajo que, por ejemplo, realiza desde hace meses para poner ... fin a los homenajes a los presos de ETA. Ahí su mensaje es contundente y diáfano: es un paso atrás de la izquierda abertzale que amenaza con generar un rebrote del terrorismo.
– ¿Confía en que las denuncias presentadas ante la Audiencia Nacional sobre los últimos 'ongi etorri' tengan recorrido judicial?
– Creo que es perfectamente posible desde el punto de vista penal. Normalmente ese recorrido suele ser muy estrecho pero en estos casos concretos... En esos actos se homenajeó a unos terroristas por lo que eran, no por otra cosa. Fue por haber asesinado, secuestrado.
– Como en otros casos anteriores, ¿no?
– El hecho fundamental para que estos actos sean un ilícito penal es que puedan dar lugar a un nuevo proceso de terrorismo. Hasta ahora la Audiencia Nacional había dicho, con buen criterio, que ETA había desaparecido y que no es probable a corto plazo. Vale, a corto plazo no. Pero a medio plazo...
– ¿No lo descarta?
– Viendo el odio que aún existe, la cantidad de niños y chavales que acuden a esos homenajes para exaltar a los terroristas y legitimar su actividad sin una autocrítica del mundo de la izquierda abertzale, a medio plazo aboca a una posibilidad de rebrote del terrorismo.
– ¿Seguro?
– Es que los hechos e imágenes son absolutamente nítidas. Les homenajean como si fueran campeones del cuatro y medio o del manomanista. Pero, en este caso, por haber sido terroristas. Es algo absolutamente grave, no sólo porque humilla a las víctimas, sino porque legitima el terrorismo y pone en riesgo la estrategia fundamental de no repetición de lo que sufrimos.
– Así que el riesgo de involución está ahí.
– Ha habido un cambio clarísimo de estrategia por parte de la izquierda abertzale en los últimos dos meses. Por ejemplo, a Mikel Antza, dirigente de ETA y que no es una persona dudosa, no se le hizo ningún homenaje cuando salió en libertad. Se le recibió en privado, que es como debe de hacerse. Pero en julio sí se homenajeó en público a dos presos y a la semana siguiente a otros que salieron en libertad provisional a la espera de juicio. Es decir, el cambio de estrategia está ahí. Antes iba hacia la normalización progresiva y ahora vuelve a retrotraerse 5 años atrás. Es un claro paso atrás. Un retroceso muy muy muy importante
– ¿Y por qué?
– Es una muy buena pregunta. Hay quien dice que es un problema de disensiones internas en el mundo de la izquierda abertzale. Bueno, pero no es sólo eso. Hay algo más profundo de lo que sólo tengo indicios y no quiero lanzar ningún tipo de hipótesis.
– ¿A qué se refiere?
– A mi juicio, no podemos tener con ellos la misma actitud que teníamos en el mes de febrero.
– ¿Eso en qué se puede traducir?
– Los homenajes no ayudan en absoluto a la revitalización de la política penitenciaria. Lo digo de manera suave pero también muy clara.
– Otegi planteó que pararán los 'ongi etorri' si cambia la política penitenciaria.
– Lo que uno intuye de las palabras de Arnaldo Otegi es que volvemos al viejo esquema de la negociación. Primero el Ejército, luego con los poderes establecidos, el Estado, para el cese del terrorismo, la entrega de las armas... Siempre planteando una negociación para sacar algo. Los presos saben lo que tienen que hacer, que es autocrítica.
– ¿Y si no?
– Mire, la reactivación (de los acercamientos de presos) lleva un año en funcionamiento, con un receso en estos momentos porque estamos en funciones, pero la voluntad del Gobierno es continuar en esa dirección. Pero lo fundamental, la clave, el nudo gordiano que aún está pendiente es la autocrítica. Es lo que tiene que saber de una santísima vez la izquierda abertzale.
– ¿Puede hacer la Ertzaintza algo más pare evitar los homenajes? El Gobierno vasco dice que no.
– Tiene razón el consejero Erkoreka cuando habla de la doctrina de la Audiencia Nacional sobre los derechos de manifestación y reunión (para no impedir los homenajes). Pero lo hace desde el punto de vista penal. Hay que cambiar la brújula y recurrir a la vía administrativa.
– Así que el Gobierno vasco puede hacer más.
– Yo suscribo al 110% la exigencia del lehendakari a la izquierda abertzale de que cesen estos homenajes. Pero no se trata de eso, sino de poner medidas en práctica para que si no lo hacen, lograr que no se produzcan. Insisto, la vía administrativa existe y hay que ponerla en marcha. En la legislatura de 2009 a 2012 (la de Patxi López) era habitual que la Ertzaintza retirara pancartas y fotos y no pasaba nada. Instrumentos legales existen.
– ¿Están dando los presos de ETA pasos para normalizar su régimen penitenciario?
– Alguna cosa existe, sí.
– ¿Encaminada hacia una posible reedición de la 'vía Nanclares'?
– De este tema sólo puedo decir que para poner marcha cualquier tipo de cuestión es absolutamente imprescindible que haya un gobierno constituido, no en funciones.
– ¿Es usted optimista sobre la investidura?
– Espero que haya investidura en septiembre. Es lo que los ciudadanos quieren y hay mimbres suficientes para lograrlo. Las ofertas que ha hecho Pedro Sánchez son muy generosas y mi deseo es que podamos tener un Gobierno progresista con un acuerdo programático con Unidas Podemos y con el apoyo del PNV.
– Si el problema de la investidura fallida fue la falta de tiempo para negociar, ¿no deberían estar sentados ya PSOE y Podemos para tratar de pactar?
– Después de los desencuentros de julio era mejor dejar un tiempo de reflexión y tranquilidad a la hora de abordar de nuevo las negociaciones.
– Pero septiembre se acerca y no hay avances.
– Desde el punto de vista programático hay mucho avanzado con los Presupuestos fallidos de este año.
– ¿De quién será la responsabilidad si finalmente se repiten las elecciones?
– No contemplo esa posibilidad. Lo que creo es que la responsabilidad de todos hará que podamos tener un Gobierno en septiembre.
– ¿Ve al PNV dispuesto a apoyar a Sánchez?
– La relación con el PNV ha sido muy fluida en Madrid y es muy fluida en el País Vasco. El PNV es un partido responsable.
– ¿Le ha transmitido el Gobierno vasco su enfado por los retrasos en el TAV?
– En su visita a Vitoria en enero, el ministro Ábalos se comprometió con claridad a terminar toda la infraestructura para 2023. Y nos puso a todos las pilas para que sea posible. Es un reto y en ello estamos. La gestión de tiempos va funcionando. El trabajo de estos meses va en esa dirección.
– La consejera Tapia se ha quejado al respecto.
– Sobre sus declaraciones no voy a hacer ningún tipo de comentario. El ritmo del proyecto no se ha visto afectado porque la gestión de la obra es ordinaria, no extraordinaria. Lo que sí que es cierto es que al no haber Presupuestos hay algunas partidas que pueden sufrir algún pequeño retraso, pero nada más. El compromiso es muy claro y firme.
– La situación de interinidad del Gobierno sí ha afectado al calendario de transferencias pactado entre los dos gobiernos.
– Había previsiones pactadas para acometer transferencias en los meses de abril, octubre y enero que evidentemente no se van a cumplir. Entiendo que al PNV no le guste que no se esté llevando a la práctica pero es que estamos en funciones. Pero su preocupación es muy comprensible y legítima.
– Si finalmente hay investidura, ¿hay voluntad de cumplir con lo pactado?
– Habrá que adecuar el calendario al escenario actual pero el compromiso es claro. Habrá que ajustar los meses y los tiempos a la nueva realidad.
– ¿Ese calendario de transferencias quedará invalidado si hay una repetición de elecciones?
– No contemplo ese escenario. Espero que haya Gobierno en septiembre.
– ¿Teme que haya incidentes alrededor de la cumbre del G-7?
– Incidentes no. Prefiero hablar de afecciones, sobre todo en el tráfico. Ese fin de semana es el que más movimiento de vehículos registra del año en la frontera. Ya hemos realizado campañas de información en Francia, aquí, en Portugal y Marruecos para tratar de evitarlos.
– ¿Y más allá del tráfico? ¿Espera problemas en la 'contracumbre' organizada en Irún?
– Sus organizadores nos han garantizado por pasiva y activa que va a ser algo pacífico. Las administraciones francesa y española hemos respetado los debates que puedan llevar a cabo pero a cambio hemos exigido que ellos respeten la vida ordinaria de los ciudadanos en Irún e Hendaya. Veremos a ver.
– ¿Prevé la presencia de grupos radicales y antisistema?
– Es posible. Pero los disturbios más serios de ese tipo de grupos tendrían lugar en las cercanías de Biarritz los días de la cumbre. Sobre todo en Bayona.
– ¿Y cómo valora la capitalización de la 'contracumbre' que pretende la izquierda abertzale?
– Ahí han visto una posibilidad y la están utilizando. Usan muchas cuestiones en las que mucha gente está de acuerdo para capitalizarlas. Eso es un hecho.
– ¿Satisfecho con cómo se han coordinado Francia, España y Euskadi ante el G-7?
– Hemos trabajado francamente bien. Se han realizado varios reuniones multilaterales y las cosas han ido bien. Puede ser un ejemplo de coordinación para el futuro.
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a. GONZÁLEZ EGAÑA / lourdes pérez
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