«Las víctimas somos molestas para los que quieren blanquear la historia»

- Había pocos 'ongi etorris' y más homenajes a etarras muertos. ¿Temen que los siga habiendo?

- Claro que nos preocupa. Cualquier homenaje a un terrorista es demencial. Su único mérito es haber matado o extorsionado. Si se siguen haciendo homenajes y exaltando, el daño es el mismo. Es una doble o triple revictimización. No se entienden en una sociedad sana. ¿Qué lectura les dejamos a los jóvenes? Que la violencia vale para fines políticos y que serás un héroe.

- 40 años de la AVT. Muchos cambios y un mundo entre unas víctimas y otras, las de los años 70 y las del siglo XXI.

- Sí, ha cambiado mucho. Las víctimas no lo hemos tenido fácil ni antes ni ahora, pero hace 40 años éramos números. Funerales por la puerta de atrás, rechazo de la sociedad, ninguna ayuda psicológica ni económica. Gracias a la fundación de la AVT, que fue presionando, ha ido cambiando.

- «Rechazo social». Faltó mucho apoyo a las primeras víctimas.

- Te convertías en víctima y no terminaba todo con el asesinato. Seguían presionando, y no sólo ETA, sino también la parte de la sociedad que les apoyaba. No paraba hasta que conseguían que te fueras lejos de tu lugar de nacimiento. Las primeras víctimas ni contaban que lo eran para no ser señaladas. Todo ha ido cambiando pero notamos que todavía hay gran parte de la sociedad vasca que tiene un rechazo claro a las víctimas y está más dispuesta a luchar por beneficios para los terroristas que para las víctimas del terrorismo.

- Ha dicho «gran parte de la sociedad vasca».

- Sí, gran parte de la sociedad vasca y gran parte de la navarra.

- En los últimos años se ha acercado a Euskadi a numerosos presos de ETA. ¿Por qué la AVT lo califica como «un engaño»?

- Porque en las primeras reuniones que tuvimos con Marlaska nos dijo que los acercamientos iban a ser puntuales y con presos sin delitos de sangre. Caso por caso, dijo, pero ha sido algo generalizado y se ha acabado con la política de dispersión. Por eso nos sentimos engañados.

- Ha habido numerosos acercamientos en los últimos meses. ¿Les avisó Marlaska del cambio?

- No, no nos avisó. Nos llegaba cada viernes la comunicación con cinco o seis nuevos traslados de terroristas con delitos de sangre. Sin ninguna explicación. Veíamos a qué víctimas concretas afectaba y nuestros psicólogos avisaban a las familias. Es una llamada tremenda por el daño que les ocasiona, porque muchos acercamientos llevan aparejado un cambio de grado o beneficios.

- El impacto, para una víctima, es aún mayor si conlleva salidas.

- Claro. Y sin ningún tipo de arrepentimiento. Firman 'cartas tipo' que no significan nada. Colaborar con la justicia es la única manera para que demuestren que están arrepentidos. ¿Quieren paliar el dolor? Que colaboren. Pero ni uno de ellos recuerda nada. Sin ese arrepentimiento real, no deben tener acercamientos ni cambios de grado. Si lo hay, podrán dar pasos hacia la reinserción.

- ¿Ningún preso ha colaborado?

- No hay ninguno que lo haya hecho. Los que van por las televisiones diciendo que se arrepienten... tampoco esos colaboran con la justicia para esclarecer.

- Tras la visita de los europarlamentarios, ¿es optimista sobre la resolución de crímenes?

- No. La UE no tiene competencias sobre esto. Yo agradezco a las fuerzas y cuerpos de seguridad y a la Fiscalía el esfuerzo. Algún caso se ha resuelto pero la mayoría son de los años 80.

- Varias víctimas han vuelto a pedir estos días no ser utilizadas en las refriegas políticas.

- Sí, a las víctimas siempre se nos ha utilizado, por un lado o por otro. Pero también hay que decir que una parte de la sociedad quiere pasar página sin haber leído el libro. Si no se nombra a las víctimas y nos hacen invisibles, nos borran del mapa. Aunque el terrorismo ahora no mate, mata muchas conciencias. El brazo institucional de ETA está en las instituciones, el proyecto político de ETA sigue ahí.

- ¿No tiene la sensación de que a las asociaciones también se las ha utilizado por parte de algunas siglas políticas?

- Sí, en momentos puntuales, se nos ha utilizado. Pero insisto en que yo ahora prefiero que se siga hablando de nosotros. Que algunos lo tomen como una utilización es otra cosa. La defensa de las víctimas en un discurso, no es una utilización. Cuando hay ataques de Bildu y 'ongi etorris' y se habla de ellos no lo es.

- ¿Tiene la sensación de que, acabada la violencia, las víctimas resultan molestas?

- Totalmente. Somos molestas. Antes tuvimos que aguantar el 'algo habrá hecho' y ahora que nos digan que somos algo del pasado, que es hora de pasar página, que olvidemos, que apostemos por la convivencia. Un jarrón roto se pega pero las grietas están ahí y hay que recordarlas. Que se dé voz a los terroristas y que se blanquee la historia de ETA nos hace mucho daño.

- ¿Quién quiere blanquearla?

- Este Gobierno y Pedro Sánchez que habla de presos vascos y no de terroristas. No están presos por ser vascos, están presos por ser terroristas. Esas cosas calan.

- Para las víctimas, ¿cuál es el paso más importante que falta por dar 40 años después?

- Dejar un relato veraz, eso es lo más importante. Para que las víctimas sintamos que el dolor y el sacrificio de nuestros familiares, no diré que se vea recompensado porque nunca lo será, pero sí que veamos que sirvió para algo. Que sirvió para concienciar a la sociedad y que nunca vuelva a suceder.