Urkullu, pensativo, en el Parlamento vasco Blanca castillo-EP

Urkullu muestra su «dolor» por el 'caso De Miguel', que debe ser un aviso para todo el PNV

El lehendakari asegura que tiene la «conciencia tranquila» y muestra su «orgullo» de cómo reaccionó el partido en su día, cuando él lo presidía

Viernes, 13 de enero 2023, 14:48

Tres días después de conocerse que el Tribunal Supremo confirmaba las penas más graves de prisión para destacados exdirigentes del PNV alavés en la que ya es la mayor trama de corrupción de Euskadi, el lehendakari, Iñigo Urkullu, aprovechó su primera intervención pública de toda ... la semana ante los medios para lanzar varios mensajes. Primero, mostrar su «tristeza» y «dolor» por el hecho de que los condenados en el 'caso De Miguel' fueran en su día militantes del PNV. Segundo, subrayar su «orgullo» por cómo actuó el partido. Y tercero, lanzar un aviso a navegantes a todo el PNV para recordar a los militantes y cargos públicos que en política, la línea entre el bien y el mal es muy fina. «Esto debe servir de recordatorio de lo que es y tiene que seguir siendo la interpretación de la política y el ejercicio de la política al servicio del bien común», zanjó.

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El lehendakari realizó estas declaraciones en San Sebastián, donde inauguró la Fabrika, el Centro de Alto Rendimiento para la Transformación Cultural de las Empresas impulsado por la patronal Adegi. La expectación era máxima y Urkullu aprovechó la ocasión para marcar el terreno sobre un caso que le tocó 'sufrir' en primera línea ya que por aquel entonces -las detenciones fueron en 2010- era el presidente del partido.

«Tengo tristeza por que los condenados fueran afiliados del PNV, tengo dolor. Tengo tristeza por sus familiares y las personas allegadas a las personas condenadas, pero tengo orgullo por el ex diputado general de Álava, Xabier Agirre y por el propio PNV porque supieron reaccionar ante el riesgo de ensuciar el nombre orgánico del partido», enfatizó.

Tras mostrar su «orgullo» por la reacción que entonces tuvo el partido, aseguró que tiene «la conciencia tranquila» por la gestión que realizaron al tener que conjugar la presunción de inocencia y la adopción de «medidas delicadas». No hay que olvidar que después de duros tiras y aflojas, algunos públicos, los entonces imputados accedieron a entregar el carné de afiliados criticando, eso sí, la actitud que habían mantenido ciertos cuadros de la dirección. Perdieron su militancia de forma provisional y el martes, tras conocerse el fallo, el Euzkadi buru batzar (EBB) anunció que activaba el proceso interno para echarles de forma definitiva del partido.

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Difíciles equilibrios internos

Urkullu, en este sentido, alabó que fueron «ejemplo de lo que luego pudiera ser la gestión de este tipo de situaciones». «Tengo satisfacción por el trabajo de la Ertzaintza, de los servicios jurídicos del Gobierno vasco o por la decisión también del Gobierno vasco y del Departamento de Gobernanza Pública de personarse en la causa», indicó.

«Tengo la conciencia tranquila», enfatizó. «Ponderamos desde el inicio hasta el final una situación en la que había que conjugar la presunción de inocencia, dar tiempo a los procesos y procedimientos judiciales, al tiempo que mostraron firmeza en la toma de decisiones delicadas, como fueron en aquel momento». Que la situación no era nada sencilla lo evidencia, por ejemplo, el hecho de que Alfredo de Miguel no era un cargo más en la estructura del partido. Ahí está el polémico abrazo con el que el presidente del PNV guipuzcoano, Joseba Egibar, le recibió en el Parlamento vasco cuando fue a declarar en la comisión de investigación creada 'ad hoc'.

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No sólo era el 'número tres' de la Diputación entonces liderada por Xabier Agirre, sino que estaba llamado a presidir el PNV alavés cuando Iñaki Gerenabarrena diera un paso a un lado. La hoja de ruta estaba trazada, pero todo se torció. El golpe jurídico-policial fue de una enorme envergadura y el impacto en la vida interna del partido fue notable. No así en las urnas, donde el coste ha sido nulo.

Pese a que el Supremo no concluido que el PNV como tal estuviese detrás de la trama, el 'caso De Miguel' se ha convertido en un serio aviso a navegantes. Así quiso recalcarlo ayer el propio lehendakari. «Debe suponer un recordatorio para los miles y las miles de militantes del PNV y de los cargos institucionales, desde concejales hasta el propio lehendakari, de lo que es y tiene que seguir siendo la interpretación de la política y el ejercicio de la política al servicio del bien común». «Euskadi es el bien común», concluyó.

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después de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo, en su primera intervención antes los medios de comunicación, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado hoy su «tristeza y dolor» porque los condenados del 'caso De Miguel' fueran en su día militantes del PNV y ha expresado su «orgullo» por la reacción que tuvo el partido, del que entonces él era presidente. Además, ha afirmado que tiene «la conciencia tranquila» por la gestión que realizó al conjugar presunción de inocencia y adopción de «medidas delicadas».

Para Urkullu, la sentencia del Tribunal Supremo, que ha confirmado las principales condenas a relevantes exdirigentes del PNV en Álava (cinco de ellos entrarán teóricamente en prisión) supone «un recordatorio» para él y para los miles de militantes del PNV de que el ejercicio de la política debe estar destinado al «bien común».

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El lehendakari ha realizado estas declaraciones en San Sebastián, donde ha inaugurado Fabrika, el Centro de Alto Rendimiento para la Transformación Cultural de las Empresas, impulsado por Adegi. Y en declaraciones a los periodistas, Iñigo Urkullu se ha referido a la reciente resolución del alto tribunal. «Tengo tristeza porque los condenados fueran afiliados del PNV, tengo dolor. Tengo tristeza por sus familiares y las personas allegadas a las personas condenadas, pero tengo orgullo por el ex diputado general de Araba, Xabier Agirre, por el propio PNV, porque supieron reaccionar ante el riesgo de ensuciar el nombre orgánico del partido», ha afirmado.

Asimismo, ha alabado que fueron «ejemplo de lo que luego pudiera ser la gestión de este tipo de situaciones». «Tengo satisfacción por el trabajo de la Ertzaintza, de los servicios jurídicos del Gobierno vasco, por la decisión también del Gobierno Vasco y del Departamento de Gobernanza Pública de personarse en la causa», ha indicado.

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También ha asegurado que tiene «la conciencia tranquila de haber ponderado, desde el inicio hasta el final, una situación en la que había que conjugar la presunción de inocencia, dar tiempo a los procesos y procedimientos judiciales, al tiempo que la firmeza en la toma de decisiones delicadas, como fueron en aquel momento».

A su juicio, la sentencia del Tribunal Supremo es «un recordatorio» para él y para «los miles y las miles de militantes del PNV y de los cargos institucionales, desde concejales hasta el propio lehendakari, de lo que es y tiene que seguir siendo la interpretación de la política y el ejercicio de la política al servicio del bien común». «Euskadi es el bien común», ha concluido.

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