El PNV trata de salvar la mesa de diálogo en Euskadi tras su portazo a la reforma laboral

La negativa del PNV a avalar la reforma laboral ya venía generando un importante malestar entre los sindicatos firmantes del acuerdo. Pero lo que definitivamente prendió la mecha fue la defensa del 'no' que Aitor Esteban hizo antes de la votación del jueves. En su intervención desde la tribuna del Congreso, se quejó de que la mayoría sindical vasca no haya estado representada en el diálogo social donde se pactó el decreto. Se refería a las centrales nacionalistas, ELA y LAB, que a su vez reniegan del mismo foro a nivel autonómico en el que sí están presentes el Gobierno vasco, la patronal Confebask, UGT y CC OO.

En cuestión de horas, el sindicato liderado en el País Vasco por Loli García respondió de forma airada. Recordó a los jeltzales que «la no presencia del sindicalismo nacionalista en el diálogo social responde a una estrategia de negación de dicho espacio en Euskadi y España». CC OO anunciaba también «un proceso de debate interno» para estudiar su continuidad en la mesa y reclamaba aplazar la reunión prevista para hoy mismo. La vicelehendakari Idoia Mendia, presidenta del foro, aceptó la propuesta una vez trasladada a Confebask y UGT.

Ese aviso a navegantes ha sido recogido con «disgusto» en Sabin Etxea. Andoni Ortuzar se encargó ayer de ensalzar el papel de Comisiones, que junto a UGT, alabó, «ha asumido con valentía una posición negociadora cuando otros sindicatos han dicho que no». Al igual que hizo Iñigo Urkullu el viernes, el presidente del EBB trató de rebajar la tensión y emplazó a la central a quedarse en la mesa de diálogo para «seguir avanzando». Eso sí, el líder nacionalista también advirtió de que el sindicato «se equivoca de adversario» porque el PNV «no es culpable».

Al margen de las derivadas en clave autonómica, la votación de la reforma laboral también ha marcado un antes y un después en la relación del Gobierno con sus socios. El PNV, que ya venía avisando a Pedro Sánchez de los riesgos de recurrir a la vía de Ciudadanos, insiste en afearle el movimiento. Ortuzar espera que el jefe del Ejecutivo haya «aprendido la lección» al ver cómo el decreto sólo pudo salir adelante gracias al error de un diputado del PP. El presidente del EBB le instó así a «dejarse de experimentos» y regresar a la política de acuerdos con el bloque de la investidura. «No tiene más camino», zanjó en Onda Vasca.

La próxima prueba de fuego ya asoma en el horizonte y se llama ley audiovisual. Y por lo pronto, ya cuenta con una enmienda a la totalidad presentada ayer por el PNV tras detectar «unos principios de recentralización como nadie se había atrevido a proponer». Los nacionalistas denuncian una invasión de competencias que «se entromete en la gobernanza de las televisiones autonómicas» y una consideración «insuficiente» a lenguas cooficiales como el euskera.

También la ley de vivienda y la de servicios sociales contienen, a juicio del PNV, aspectos polémicos en el reparto competencial. En todas esas iniciativas, los jeltzales esperan que el trámite parlamentario sirva para preservar el autogobierno vasco. Porque, en caso contrario, advierten de que volverán a apretar el 'no'. Hasta la votación de la reforma laboral, recordó Ortuzar, «había esa sensación de que al PNV le puede siempre la responsabilidad». Y eso ahora parece haber cambiado.