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Imanol Pradales | Lehendakari
«Me preocupa cada vez más la brecha salarial entre el sector público y el privado»Alrededor de la mesa en la que se firmó el Pacto de Ajuria Enea, una pieza histórica que acaba de recuperar, Imanol Pradales concede esta ... entrevista mientras el mundo contiene la respiración ante un Donald Trump «que ha hecho de la diplomacia de amenaza su forma de gobernar». «Es un momento histórico, no sé si somos muy conscientes de lo que estamos viviendo», abunda el lehendakari, quien pide «arrimar el hombro» para que «la economía vaya bien» y para alcanzar acuerdos «de país» más allá de la trifulca partidista .
– Trump mantiene en vilo al mundo con sus volantazos sobre los aranceles. ¿Cómo interpreta la tregua parcial? ¿Hay un plan o rectifica sobre la marcha?
– La mente de Trump es muy difícil de escrutar. Lo que tenemos que hacer desde la UE es aprovechar la oportunidad que se ha abierto para negociar.
– ¿Cree que la Unión Europea está actuando bien?
– Creo que está actuando con inteligencia. En primer lugar, porque lo está haciendo desde la unidad y es ahí donde reside nuestra fortaleza. Y en segundo lugar, porque no se está precipitando en las respuestas y está midiendo bien cuál es la más adecuada en cada momento. La política arancelaria de Trump es absolutamente contraproducente y lo único que va a traer es un empobrecimiento general, sobre todo para los ciudadanos de Estados Unidos, que serán las primeras víctimas.
– ¿Hacen bien la UE y el Gobierno de España en acercarse a China o deberían alejarse ante las advertencias de Trump?
– Es una cuestión compleja en la que, una vez más, hay que reclamar a la UE unidad de acción. No podemos caer en la bilateralidad de cada uno de los Estados miembros. Tenemos un déficit comercial de más de 300.000 millones de euros con China. Hay aspectos en los que se puede tener relación abierta y otros en los que debemos protegernos.
– El Gobierno vasco ha presentado esta semana su plan de respuesta, que contempla la movilización de 2.000 millones, la mayoría recogidos ya en otros programas. ¿Es suficiente ante una economía tan exportadora?
– Las exportaciones a Estados Unidos suman unos 2.000 millones, el 6,4% del total. Están relacionadas con los derivados del petróleo, productos metálicos, aluminio, acero, tubos, máquina herramienta, piezas de automoción y productos del sector alimentario, especialmente vino. Creo que el paquete es exigente para los Presupuestos del Gobierno. Hemos aprobado un endeudamiento de 1.000 millones para invertir en empresas a través de la Alianza Financiera Vasca. El plan incluye también 450 millones en avales y préstamos a través de Elkargi y las entidades financieras. Hemos reforzado programas de industria y activado 100 millones para la protección del empleo. De todas formas, ese programa se complementa con el estatal y el escudo comercial que pueda articular la UE.
– Euskadi va a recibir en torno al 11% del plan de ayudas del Gobierno central por el acuerdo de reparto al que llegó Junts, que adjudica a Cataluña un 25%. ¿Está satisfecho?
– A mí me parece que es de sentido común que se reciba más recursos en función del peso de las exportaciones. Euskadi concentra el 11% de las ventas a EE UU. Me parece bien adoptar este criterio y creo que sería deseable tener en cuenta estas consideraciones en el reparto de los fondos europeos.
– Trump está agravando la crisis derivada de la debilidad de las potencias europeas y la automoción. El País Vasco ya está sufriendo mucho con casos como Bridgestone, que va a despedir a casi el 40% de su plantilla en Basauri. ¿Qué van a hacer?
– El Gobierno vasco está involucrado, junto con el resto de las instituciones vascas, en la búsqueda de alguna solución que mitigue el anuncio que hizo la multinacional japonesa. Vamos a mantener una reunión con la dirección europea y estamos también abriendo la puerta, a través de la embajada de Japón, para tener una reunión al máximo nivel en Tokio. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance.
– Su gran apuesta para arraigar empresas es el esquema utilizado en Talgo con dinero público y privado a través de la Alianza Financiera Vasca. El Gobierno ha comprometido 1.000 millones. ¿Y los demás agentes, como las fundaciones bancarias o las EPSV, cuánto van a poner?
– Con la Alianza pretendemos activar 4.000 millones. Ya hemos logrado la participación de otros agentes como Kutxabank, que ha lanzado un instrumento de 500 millones. Las fundaciones bancarias también van a dar un paso adelante y lo hemos visto con Talgo. Y al Gobierno nos toca también mover pieza en relación con las EPSV vascas.
– Pero de los 31.000 millones de patrimonio de las EPSV, sólo un 1% está invertido en empresas vascas.
– Me parece absolutamente insuficiente. Como dicen Enrico Letta y Mario Draghi, hay que poner los ahorros europeos a disposición de la reindustrialización europea y los vascos a la de Euskadi. Por tanto, hay que buscar una fórmula por la cual, garantizando la rentabilidad de las EPSV, podamos invertirlos en reforzar el tejido industrial y tecnológico vasco.
– Su vicelehendakari Mikel Torres tachó de «error mayúsculo» el rechazo de Confebask a negociar un salario mínimo vasco, ¿Comparte su enfado?
– Ya en pasadas ocasiones he interpelado a empresarios y sindicatos para que hablen y negocien sobre asuntos como un salario mínimo para los convenios y el absentismo. Y hay otro tema que me parece muy relevante, que es la necesidad de cuidar la cantera vasca. A los jóvenes les hemos pedido que se formen, que aprendan idiomas, que tengan capacidad de moverse internacionalmente. Tenemos que ofrecerles condiciones laborales y salariales dignas y suficientes para que puedan hacer su proyecto de vida.
– ¿Pagan poco las empresas a los jóvenes?
– Según el INE, los jóvenes de menos de 25 años cobran 26.000 euros y los de entre 25 y 30 años, cerca de 28.000. ¿Alguien piensa que con un salario así pueden intentar emanciparse y abordar un proyecto de vida? Hay que pagar más a la juventud vasca y mejorar sus condiciones laborales.
– Muchos optan por hacerse funcionarios porque las condiciones del sector público son imbatibles. ¿Hace la Administración competencia desleal a las empresas?
– Es cierto que está produciéndose una dualidad entre las condiciones laborales del sector público y privado que me preocupa cada vez más. No creo que lo debamos esconder y es un tema que debemos poner encima de la mesa. La cuestión es compleja. Hoy mismo (por el viernes) hemos hecho públicos los salarios con los que estamos intentando captar a profesionales sanitarios y superan los 56.000 euros brutos. Creo que el talento hay que retribuirlo bien siempre y eso implica un mayor compromiso en el ámbito privado, sobre todo con la gente más joven. Pero, por otro lado, hay que hacer una reflexión de que el Gobierno no sólo debe preocuparse de mejorar las condiciones en el ámbito público, sino que debe velar por el conjunto de los trabajadores.
– Pero en la Administración lo que están haciendo es afrontar los conflictos laborales con una mejora continua de las condiciones y los salarios. Ha sido el caso de la Ertzaintza, que se ha convertido en la Policía mejor pagada de España.
– En el sector público las condiciones se fijan en la negociación colectiva, lo mismo que en el privado. Las condiciones del convenio del Metal de Gipuzkoa son mejores que las de Álava. La negociación colectiva hay que respetarla. Pero como decía antes, creo que es responsabilidad de todos no generar esa brecha entre el ámbito público y privado. En lo que al Gobierno vasco le compete, vamos a intentar que haya un acuerdo en las relaciones laborales cuando esos acuerdos obedezcan a las necesidades que tenemos en el ámbito público. Cuando se pongan sobre la mesa cuestiones en donde entendemos que no debemos entrar, no lo haremos.
– ¿Y cuál es su posición respecto a las huelgas convocadas en la enseñanza pública?
– En la educación pública estamos ante un conflicto laboral en el que los sindicatos han puesto en la mesa una serie de reivindicaciones que se resumen en tres: incrementos salariales lineales para todos los profesores, menos horas lectivas y un plan de prejubilaciones. Pero en opinión del Gobierno vasco, la escuela pública tiene otro tipo de retos y necesidades. Por ejemplo, una orientación clara a la mejora de resultados o la gestión de la diversidad por la llegada de personas migrantes. Como Gobierno estamos dispuestos a abordar las necesidades de recursos del sistema, pero las subidas salariales lineales o el plan de jubilaciones no responden a esas necesidades.
– Se ha reunido dos veces con ELA, pero el sindicato ha redoblado su apuesta por la conflictividad. ¿Han servido de algo los encuentros?
– ELA tiene un esquema basado en la confrontación, que utiliza la huelga no sólo para esa lucha, sino también para ganar cuota sindical. Yo le he interpelado para que se siente en las mesas a dialogar porque sería bueno para el país. Pero desgraciadamente se mantiene en esa línea.
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