No es casual ni baladí el apellido de «solidario» que ERC ha decidido incorporarle al Concierto Económico acordado con el PSC a cambio de investir a Salvador Illa, si es que sus bases así lo ratifican en la consulta de este viernes. Esa calculada apostilla ... busca marcar distancias con el régimen fiscal de Euskadi –y también reconocido a Navarra con su Convenio– en un intento por neutralizar las recurrentes quejas por agravios territoriales. Pero el nacionalismo vasco no está dispuesto a que las necesidades argumentativas del independentismo catalán siembren dudas sobre el modelo original.
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Como ya lo hiciera cuando todavía era candidato del PNV a lehendakari, este martes Imanol Pradales ha vuelto a responder con rotundidad a las insinuaciones sobre la supuesta falta de contribución al resto de territorios por parte de Euskadi. La solidaridad, ha remarcado el inquilino de Ajuria Enea, está «plenamente incorporada» al Concierto Económico, una herramienta que, ha recordado, está blindada por la Constitución e incluso por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Al menos por ahora, los negociadores de ERC no han hecho ninguna referencia a una eventual reforma de la Carta Magna porque creen que será suficiente con cambiar la ley de financiación autonómica (LOFCA), algo aun así difícil porque requeriría de la mayoría absoluta del Congreso.
Pradales no sólo ha destacado el anclaje jurídico de un sistema tributario con siglos de historia, sino que también ha querido hacer pedagogía frente a un cuestionamiento del Concierto y el Cupo desde otras coordenadas de España que se reactiva de forma cíclica. Ha explicado que Euskadi aporta el 6,24% del coste de los servicios que el Estado ofrece en esta comunidad –como la Seguridad Social y el Ejército–, una proporción fijada en los años 80 y que con el paso del tiempo se ha visto desactualizada porque el País Vasco ha ido perdiendo peso respecto al total en términos poblacionales y económicos. «Estamos correspondiendo a las cargas generales del Estado, sea a la deuda pública general o a las competencias no transferidas», ha concretado.
El PNV no esperaba el pacto
El lehendakari ha reforzado su argumentario al recordar que el País Vasco también participa en el fondo de compensación interterritorial que busca un reparto equitativo del dinero. Una hucha a la que, ha destacado, «Euskadi aporta recursos pero no se ve beneficiada». En una línea similar, el exconsejero de Hacienda Pedro Luis Uriarte, principal negociador del Concierto en los 80, ha salido al paso de cualquier cuestionamiento desde Cataluña: «Si llevara años con un régimen demencial de pan con aceite y ahora pudiera comer butifarra, estaría encantado. Pero eso no es jamón y menos 'del bueno'. El Concierto es solidario, tiene 146 años, reconocimiento constitucional y está en el Estatuto de Autonomía vasco. ¡Es jamón!».
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En todo caso, al margen de la carpeta fiscal, Pradales ha celebradoel acuerdo entre PSC y ERC porque permitirá a los catalanes «avanzar en términos de autogobierno». Su partido, el PNV, no contaba con que se fuera a producir este pacto –Aitor Esteban predecía hace una semana que «la imagen» le iba a «poder» a Esquerra y que habría nuevas elecciones–, pero al mismo tiempo se ha ido desmarcando de la estrategia de Junts –y singularmente la de Carles Puigdemont– para tratar de reventar la investidura de Illa con el posible regreso del expresident de la Generalitat.
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