Pradales, lehendakari

«Creo en una Euskadi plural, próspera, abierta, justa y libre, una Euskadi en la que, como siempre me enseñaron en casa, nadie sea más que nadie y nadie se crea más que nadie». A través de un discurso de treinta páginas de extensión, Pradales suscribió este jueves su compromiso con el país para «volver a conectar política y emocionalmente con una sociedad vasca que es diferente tras la pandemia». El candidato del PNV ha manifestado su voluntad de llegar a acuerdos «para mejorar el bienestar», entre los cuales sitúa una reforma del Estatuto para la que ha reclamado «valentía».

En su primera intervención en la tribuna del Parlamento vasco y ante la atenta mirada de Iñigo Urkullu, desgranó el programa que guiará su acción de gobierno en una nueva coalición entre jeltzales y socialistas. El aspirante no dio pistas de qué estructura tendrá su Gabinete y se limitó a destacar que estará compuesto por «mujeres y hombres de acreditada competencia política y profesional». El reparto de carteras y la identidad de los nuevos consejeros no se oficializará hasta el sábado, tras su jura como lehendakari en la Casa de Juntas de Gernika.

El dirigente nacionalista, que hizo una encendida defensar del euskera y su fomento, señaló que la tarea no sólo le compete a él y a su equipo: «No podemos hacerlo solos. Éste es un proyecto de país. Es tarea de todas y todos. Necesitamos que cada persona, desde su lugar y responsabilidad, arrime el hombro por el bien común».

El llamamiento es para toda la sociedad, pero singularmente para los partidos políticos, también los de la oposición. Pradales recordó que Euskadi es «plural y heterogénea», algo que ve reflejado en el propio Parlamento. «Las dos formaciones que compondremos este Gobierno creemos que la ciudadanía pide mayores entendimientos entre diferentes, sin excusas, sin bloques», antepuso. Después tendió la mano al resto de grupos (EH Bildu, PP, Sumar y Vox) para que la legislatura entrante se guíe por «el diálogo y el entendimiento». Porque, incidió, «el momento histórico así nos lo pide».

Uno de los asuntos en los que considera que se debe dar un amplio entendimiento es en el campo del autogobierno. Pradales se fija como objetivo «consensuar un gran pacto político por el futuro de Euskadi que supere la dimensión, ambición y alcance del logrado en 1979». Dicho de otra manera, una reforma del Estatuto de Gernika acordada primero en el seno del Parlamento para luego defenderla en el Congreso y, por último, someterla al refrendo de la ciudadanía. «Es la hora de ser valientes y dar el paso», reclamó a los grupos políticos. Él, por su parte, se compromete a «favorecer y defender el diálogo y la negociación para hacerlo posible».

Las apelaciones al consenso han sido una constante a lo largo de todo su discurso. Es más, el ex diputado foral vizcaíno ha ensalzado un estilo 'made in Euskadi' de hacer política, marcado por el entendimiento entre diferentes, frente al agitado escenario en Madrid. «Debemos fortalecer este modelo porque cuando miramos la situación política en el Estado, por desgracia, observamos polarización, inestabilidad, juegos fratricidas, posiciones populistas...», ha diagnosticado. Pradales, de hecho, se ha mostrado preocupado por la «incertidumbre» de la legislatura en España, sin Presupuestos y con escasos avances legislativos en un año de mandato.

El discurso del aspirante jeltzale, que ha leído tras el turno de Pello Otxandiano (EH Bildu), se ha basado punto por punto en el programa de gobierno que PNV y PSE-EE firmaron el miércoles y que no han dado a conocer oficialmente hasta el fin de la intervención. Pradales ha hecho especial hincapié en el capítulo sanitario, donde ha planteado un gran pacto por Osakidetza y un plan de choque para la Atención Primaria. El objetivo, según ha explicado, es que «la sociedad vasca sienta orgullo cada vez que cruza la puerta de un centro de salud, que sepa que está en las mejores manos y que cuenta con un sistema de referencia a nivel europeo».

En el plano más económico, Pradales ha indicado que Euskadi debe «aspirar a liderar el renacer industrial». Para ello, considera que se deben exprimir las capacidades tecnológicas e incentivar la colaboración público-privada. En este sentido, ha recordado que la transición energética tiene que hacerse «de manera ordenada e inteligente». En materia de seguridad, ha propuesto modernizar la estructura de la Ertzaintza e «impulsar el diálogo» para renovar el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo, un deber pendiente desde hace años y que ha generado un importante conflicto con el Gobierno vasco en la última legislatura.

Además, el futuro mandatario también ha querido incluir referencias a la paz y la convivencia. Él será el primer lehendakari que llega al cargo tras la disolución de ETA, «uno de los logros más importantes de la década anterior». Pradales ha apelado a una «memoria constructiva y que reconoce sin ambages la injusticia del daño causado por toda forma de terrorismo». Así, se ha comprometido a fomentar un modelo basado en la deslegitimación de la violencia, el reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneración de derechos, la construcción de una memoria inclusiva y la promoción de valores éticos y democráticos.