El portazo de la oposición pone en peligro el alivio fiscal previsto en Álava para 2024

Es una herramienta para ajustar el tributo de la renta a la evolución de los precios y que sirve para evitar una subida de la recaudación a costa del incremento del coste de la vida. En definitiva, pretende aplicar el principio de que si con 20 euros un ciudadano no puede comprar lo mismo que hace un año, no parece justo que pague los mismos impuestos por ellos.

La deflactación, como establece nuevos tramos de renta y el porcentaje de abono del impuesto, debe tramitarse a través de una norma foral en las Juntas Generales. En el caso de Bizkaia y Gipuzkoa las diputaciones lo han ligado al proyecto de Presupuestos. Es ahí, en el capítulo de ingresos, donde se fijan sus criterios generales. En el caso del Ejecutivo de la peneuvista Elixabete Etxanobe no hay problema porque cuenta con mayoría absoluta en las Juntas de Gernika. De ahí que la deflactación en Bizkaia no tenga problemas para salir adelante con el 2,5% de ajuste pactado en el último Consejo Vasco de Finanzas. Solo queda esperar a que el gobierno en su última reunión del año publique la tabla de retenciones para que las empresas las apliquen en las nóminas de sus empleados.

En cambio, la falta de apoyos al Presupuesto de Gipuzkoa constatada ayer tras la negativa de EH Bildu, que se unió a las ya anunciadas por PP y Podemos, hace encallar la deflactación. Según confirmaron a EL CORREO fuentes de la Hacienda del Ejecutivo presidido por la jeltzale Eider Mendoza, la situación «nos llevará a buscar otra fórmula para lograr la armonización con los demás territorios». Una vía que exigirá también lograr el respaldo de al menos uno de los grupos de la oposición.

La Diputación de Álava, presidida por Ramiro González y que se vio forzada a retirar sus Cuentas el pasado viernes, tramita la deflactación esta semana con una norma por vía de urgencia. De hecho, mañana se debaten las enmiendas en comisión de Juntas Generales para elevar el dictamen definitivo a un pleno que se celebrará el próximo viernes.

Necesitan el apoyo de al menos un grupo de la oposición pero las posiciones están alejadas del acuerdo. Fuentes de Bildu aseguraron a este periódico que «no hemos tomado una decisión aún», pero tras forzar la retirada de los Presupuestos su posición estaría más favorable al 'no'.

Desde Podemos aseguran a este medio que «tal y como está planteada la deflactación, no se apoyará». La coalición de izquierdas rechaza una medida generalizada que afecte del mismo modo a todos los niveles de renta.

Y el Partido Popular, por su parte, se posiciona en contra porque considera que la deflactación debe ser aún mayor y alcanzar el nivel del IPC para no generar, así, una recaudación injusta sobre los ciudadanos. En sus enmiendas en Álava plantea elevar el porcentaje al 3% de modo generalizado con incrementos de hasta el 4,5% para rentas más vulnerables. Las posiciones, a día de hoy, dan por segura una desarmonización entre los tres territorios vascos que exigirán un porcentaje diferente por el IRPF a los ciudadanos en función de si declaran en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa.