Pradales se convierte hoy en lehendakari

La firma del pacto, cocinado por los respectivos equipos negociadores desde el día posterior a las elecciones autonómicas del 21 de abril, era un mero trámite antes de que este jueves se celebre el pleno de investidura, en el que Pradales resultará elegido gracias a la mayoría absoluta que suman jeltzales y socialistas (39 sobre 75 escaños). En todo caso, los máximos representantes de ambas formaciones han querido darle trascendencia al acto con una escenografía calcada a los acuerdos que se suscribieron en 2016 y 2020; en esos casos, con Iñigo Urkullu como candidato y con Idoia Mendia al frente del PSE-EE.

Tanto Ortuzar como Andueza −Pradales se ha limitado a firmar, pero no ha ofrecido declaraciones− han comparecido después para reivindicar el entendimiento, que califican de «ambicioso». «Nos permitirá constituir un Ejecutivo fuerte con un programa de gobierno sólido, capaz de dar respuesta a las demandas de la ciudadanía», ha subrayado el presidente del Euzkadi buru batzar. «Hemos hecho un ejercicio de generosidad para aparcar las diferencias y centrarnos en lo que nos une. Espero que sea un Gobierno capaz de sintonizar con la mayoría social», ha valorado el secretario general de los socialistas vascos.

Ni uno ni otro han soltado prenda sobre la estructura que tendrá ese nuevo Gabinete y tampoco han querido detallar medidas concretas que recoge el acuerdo para evitar así «dar munición a la oposición» antes de que Pradales detalle su programa en el pleno de investidura del jueves. En una larga rueda de prensa, Ortuzar y Andueza se han esforzado en todo momento por ensalzar los puntos de entendimiento y han evitado a toda costa escenificar desacuerdos en cuestiones que les separan dentro de los 32 ejes que contempla el documento, estructurado en cinco grandes capítulos.

El primero de esos ejes, toda una declaración de intenciones de cuál será la prioridad en la 'era Pradales', es el relativo a la salud. En este punto, PNV y PSE-EE se comprometen a «recuperar el prestigio de Osakidetza» tras los efectos que ha dejado tras de sí la pandemia del covid. El texto hace especial énfasis en la reducción de las listas de espera y en la carga de trabajo de la Atención Primaria, y también incide en la necesidad de avanzar «desde el diálogo con los profesionales» del servicio público tras una legislatura en la que se han sucedido los conflictos entre los trabajadores y el Departamento de Salud.

En el campo del autogobierno, habitual punto de fricción entre dos socios que se conocen bien, el resumen difundido a la Prensa refleja que ambos se comprometen a «seguir desarrollando desde la lealtad y complementariedad» la búsqueda de un pacto para reformar el Estatuto de Gernika, aprobado hace 45 años y sin cambios en todo este tiempo. Es la tercera vez que plantean esto en los ocho años consecutivos que llevan en su senda de alianzas y, una vez más, el derecho a decidir amenaza con impedir cualquier tipo de entendimiento, que se pretende abrir también al resto de fuerzas para que sea «lo más amplio posible».

Preguntados por sus diferencias en este asunto, los líderes de sendas fuerzas han evitado adelantar acontecimientos, aunque han destacado que cada uno defenderá posturas diferentes. «Ni el PNV se va a reconvertir en socialista ni el PSE-EE se va a reconvertir en nacionalista. Ambos debemos tener margen para defender nuestra identidad, valores y principios», ha antepuesto Andueza. «El acuerdo es claro. Los dos partidos mantenemos nuestras posiciones históricas y, desde nuestra voluntad política, esperamos ser capaces de iniciar un proceso de conversaciones que desemboque en un acuerdo lo más amplio posible», ha remachado Ortuzar.