david guadilla
Lunes, 14 de diciembre 2020
Arnaldo Otegi tendrá que sentarse de nuevo en el banquillo de la Audiencia Nacional. Nueve años después de que este tribunal le condenase a diez años de prisión e inhabilitación para cargo público hasta febrero de 2021 por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna (la ... pena de cárcel fue luego rebajada a seis años y medio), el Supremo ordenó este lunes la repetición del juicio después de que en 2018 la Corte Europea de Derechos Humanos declarase que Otegi y los otros cuatro procesados en el 'caso Bateragune' -entre ellos Arkaitz Rodríguez- no habían tenido un proceso justo. La izquierda abertzale, que esperaba pasar página una vez que todos los acusados habían cumplido íntegramente sus condenas, cargó contra la decisión adoptada por los magistrados. En la práctica, supone que el líder de EH Bildu, convertido durante los últimos meses en un relevante apoyo para Pedro Sánchez, volverá a ser juzgado por supuesta pertenencia a organización terrorista.
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La resolución del Tribunal Supremo -el fallo completo se conocerá en los próximos días- supone un nuevo giro de guion en un proceso que siempre ha estado rodeado de polémica. Además, se produce apenas unas semanas después de que Pablo Iglesias situase a la coalición soberanista en la «dirección del Estado» por haber apoyado los Presupuestos presentados por el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Tras un año en el que Bildu ha intentado 'normalizar' su situación en el Congreso y aparecer como un partido más, la decisión del Supremo le coloca de nuevo frente a su pasado.
La relevancia de lo que se estaba decidiendo se demuestra en que fue debatido por el Pleno de la Sala de lo Penal, compuesto por 16 magistrados. La decisión se adoptó por unanimidad. Queda por saber cuándo se celebrará el nuevo juicio y qué sucederá. Si fuese castigado a menos años de cárcel o incluso fuese absuelto se abriría la puerta a recibir una indemnización por parte del Estado.
13 de octubre de 2009. Una decena de dirigentes de la izquierda abertzale son detenidos por orden de Baltasar Garzón por refundar Batasuna. Además de Otegi, Rodríguez, Díez, Jacinto y Zabaleta, también fue arrestado Rufi Etxeberria, aunque quedó en libertad sin cargos.
16 de septiembre de 2011. La Audiencia Nacional les condena por seguir las órdenes de ETA. Las penas más duras recaen en Otegi y Díez. Diez años.
7 de mayo de 2012 . El Supremo no acepta los recursos presentados por la defensa, pero sí reduce las condenas. La de Otegi queda en seis años y medio.
22 de julio de 2014. El Constitucional rechaza el recurso de Otegi por seis votos a cinco.
6 de noviembre de 2018. Estrasburgo dictamina que Otegi no tuvo un juicio justo.
El laberinto en el que ha estado metido siempre el 'caso Bateragune' arrancó en octubre de 2009, cuando fueron detenidos varios dirigentes de la izquierda abertzale por intentar refundar la por aquel entonces ilegalizada Batasuna. Acabaron siendo procesados Otegi, Rodríguez -actual secretario general de Sortu-, Rafa Díez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto. Mientras la Policía y la Fiscalía sostenían que actuaban bajo las órdenes de ETA, ellos argumentaban que estaban sentando las bases para consolidar la apuesta por las vías políticas.
El juicio en la Audiencia Nacional se celebró en 2011 y estuvo rodeado de polémica. La Sala estaba presidida por Ángela Murillo. Su elección ya generó notables dudas. Solo un año antes, la misma magistrada había presidido otro juicio en el que se acusaba a Otegi de enaltecer a ETA por participar en el homenaje a un ex preso de la banda. Fue en aquella vista oral cuando Murillo preguntó al ahora líder de Bildu si condenaba a ETA y, ante su negativa a ofrecer una respuesta, la presidenta de la Sala le dijo que ya sabía que no le iba a contestar. Otegi fue condenado a dos años de prisión.
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Eso fue en enero de 2010. En febrero de 2011, el Supremo anuló la condena, ordenó repetir el proceso y apartó a Murillo al considerar que tenía «prejuicios» contra Otegi. La nueva vista se celebró en julio con otro tribunal y el principal referente de la izquierda abertzale quedó absuelto. Aun así, Murillo se hizo cargo del 'caso Bateragune' y, en septiembre de 2011, la Audiencia Nacional condenó a los cinco procesados. A Otegi y Rafa Díez les imponía diez años de prisión por pertenencia a organización terrorista «en grado de dirigentes» al considerar que actuaban a las órdenes de ETA. El Supremo rebajó la pena en 2012 a seis años y medio.
Pero la historia no terminó ahí. Los condenados recurrieron a Estrasburgo. Y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó en 2018 que Otegi no había tenido un juicio justo por toda la controversia generada alrededor de Murillo. Para entonces, Otegi llevaba ya dos años en libertad tras cumplir de forma íntegra la condena. Este pasado verano, el Supremo anuló la sentencia siguiendo la directriz de Estrasburgo y parecía que el caso había llegado a su fin. De hecho, la Fiscalía de la Audiencia Nacional se oponía a la reapertura del proceso.
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Arnaldo Otegi Coordinador general de Bildu «¡Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar!»
Arkaitz Rodríguez Secretario general de Sortu «Sin que siquiera exista ya esa organización, han decidido volver #a juzgarnos por pertenencia a ETA»
José Luis Ábalos Ministro de Transportes «Se le va a juzgar en el ámbito de su responsabilidad personal»
PNV Comunicado «Constituyó un absurdo político-judicial sentenciar que todo era ETA en el mundo de la izquierda abertzale»
Carlos Iturgaiz Presidente del PP vasco «El socio del gobierno socialcomunista debe volver a sentarse en el banquillo para disgusto de Sánchez»
Jaume Asens Unidas Podemos «A Marchena no le gusta que EH Bildu apoye unos Presupuestos del Estado. Este es su aviso. Ruido de togas»
Gabriel Rufián ERC «Togas y sables susurrándose en los restaurantes de la Corte. El golpismo que no muere»
Pero, a mediados de noviembre, el representante público en el Supremo secundaba la petición presentada por la acusación popular Voces contra el Terrorismo (VcT) -en la que entre otros están presentes el exfuncionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y el exportavoz de la AVT Francisco José Alcaraz- y consideraba «que un defecto procesal no puede convertirse en una exención penal». Una decisión que ahora avala el Supremo.
El líder de Bildu, que hoy ofrecerá una rueda de prensa acompañado de todos los procesados, se limitó ayer a lanzar un tuit: «¡Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar!». Rodríguez, por su parte, apuntaba que «doce años después de nuestra detención» y «sin que siquiera exista ya esa organización, han decidido volver a juzgarnos por pertenencia a ETA».
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