patricia rodríguez
Domingo, 10 de julio 2022
«No es fácil estar hoy aquí conmemorando el secuestro y asesinato de mi hermano. Lo peor y mejor de mi vida y mis recuerdos están relacionados con este municipio, Ermua. Es enfrentarme a la ausencia de mi hermano y mis padres. Hoy hace 25 ... años comenzaban las peores 48 horas de mi vida, la cuenta atrás de un reloj que pondría fin a la vida de mi hermano».
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Con estas sentidas palabras comenzó su intervención Marimar Blanco en el homenaje a su hermano, Miguel Ángel. «Él, como el resto de las víctimas del terrorismo, no quiso jamás convertirse en un referente de la lucha contra el terrorismo, simplemente quería ser libre y contribuir con su compromiso político a ampliar la democracia, pero quienes le asesinaron no podían soportar que fuera vasco y español; que defendiera el Estado de Derecho, la Constitución y el Estatuto de Autonomía y por ese motivo ETA acabó con la vida de un inocente, de 853 inocentes», denunció.
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Durante su discurso, Blanco evitó un choque directo con el presidente del Gobierno, una tensión que se venía cocinando desde hace días cuando pidió a Sánchez, este pasado sábado, que «sea valiente y rompa con EH Bildu». Si bien finalmente no realizó una alusión directa en este sentido, sí lo hizo ante los medios de comunicación minutos antes del comienzo del acto, a la entrada del polideportivo Miguel Ángel Blanco, donde pidió «la recuperación de esa unidad política y social» y que «no se negocie con quienes, a día de hoy, siguen sin condenar el asesinato» de su hermano y sin reconocer «a todas y cada una de las víctimas del terrorismo».
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Así, exigió que «la memoria democrática reconozca la historia del terrorismo de nuestro país, como una historia de buenos y malos, de víctimas y verdugos. Necesitamos que se respete la verdad de lo que ha ocurrido dejando claro que unos mataban y otros morían. La justicia y la verdad, sin intoxicaciones, debería ser siempre la prioridad de cualquier Gobierno».
Blanco terminó su intervención alzando la voz en favor del recuerdo de todas las víctimas y recordando que «los fines que perseguían los crímenes siguen más vivos que nunca. No podemos permitir que se olvide tanto dolor, que se borre a los culpables y que se silencie nuestra voz, porque importa. Pedimos que se haga justicia con arreglo a las leyes, las que no cumplieron los terroristas».
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