Urkullu: «Quienes ampararon el terrorismo deben hacer una autocrítica sincera»

«Hoy, por un lado, miramos al pasado, al sufrimiento padecido; y también al futuro, con esperanza. El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco nos conmocionó, nos golpeó, nos interpeló», enumeró.

Durante su intervención, el lehendakari subrayó que la banda terrorista «no fue una consecuencia inevitable de un conflicto político», sino una decisión «voluntaria y consciente para imponer sus tesis a través de la violencia». Y apeló a la construcción de «un futuro con memoria». Desde esa perspectiva, subrayó que, tras la derrota de ETA y su disolución definitiva en 2018, «se abrió una nueva etapa de libertad», pero «no debemos, ni queremos, hacer borrón y cuenta nueva, como si nada hubiera ocurrido».

El dirigente nacionalista abogó por construir «un futuro asentado en la verdad, una verdad clarificadora, sanadora, transformadora y reconciliadora». «Se lo debemos a las víctimas y a las nuevas generaciones, a nuestro compromiso con la sociedad», señaló.

Urkullu esbozó un discurso breve, de apenas cuatro minutos de duración, haciendo un llamamiento a construir una convivencia cimentada «sobre la deslegitimación radical de toda expresión de violencia, el respeto, el diálogo y el pluralismo político, la defensa y ejercicio efectivo de los derechos humanos». También quiso recordar la memoria de Sotero Maza, la primera víctima de ETA oriunda de Ermua, y, por extensión, la de todas las víctimas del terrorismo.

«Una Euskadi en paz, construida sobre principios y valores éticos y democráticos, que construye la memoria sobre la convivencia con memoria». «Este legado», zanjó Urkullu, «es el mejor homenaje que podemos tributar hoy a Sotero y a Miguel Ángel».