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Tras más de tres décadas de aplicación generalizada, y casi cinco años después de que ETA anunciara su disolución con más de 850 asesinatos a sus espaldas, la dispersión está a punto de firmar su final. Con la nueva remesa de acercamientos autorizados este mismo ... viernes por el Ministerio del Interior –entre ellos, los condenados por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez Elorza, y por el atentado de la T-4 en Barajas–, ya tan sólo siete de los 178 presos de la banda terrorista cumplen su pena en cárceles fuera de Euskadi y Navarra. Y, visto el giro de la política penitenciaria del Gobierno en los últimos años, ellos tampoco tardarán en ser trasladados.
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La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha informado de siete movimientos, aunque en ninguno de ellos ha concretado la prisión de destino. En la lista figura Luis Mariñelarena, condenado a cien años de prisión como responsable del atentado cometido en febrero de 2000 en Vitoria en el que resultaron asesinados el exvicelehendakari socialista Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza. Hasta ahora estaba en la cárcel de Pamplona. También aparece Mikel San Sebastián, actualmente en Soria, condenado a 1.040 años por la explosión de una furgoneta bomba en 2006 en el aeropuerto de Barajas, donde fallecieron dos personas.
Dolores López Resina, 'Lola', dejará la cárcel de Logroño. Cumple una condena de 102 años por el atentado con coche bomba de febrero de 1992 en Santander, en el que murieron un matrimonio y una tercera víctima. A su vez, también pesa sobre ella otra pena de 186 años por participar en el asesinato de Vicente Betí en un lanzamiento de granadas contra la sede del Gobierno Militar en Barcelona en 1994, así como por los secuestros del empresario José María Aldaya y del abogado Cosme Delclaux. Otro de los trasladados es Óscar Barreras, proveniente también de Logroño, donde cumple 35 años por el atentado que acabó con la vida del policía nacional Luis Andrés Samperio, asesinado de un tiro en la nuca en Bilbao en 1997.
La decisión de Interior también afecta a otros tres presos de ETA que ahora se encuentran en Dueñas (Palencia). El primero es Aitor Cotano, condenado a ocho años por preparar un bidón de cerveza cargado de explosivos para un atentado que finalmente no se llevó a cabo, y a otros quince por colocar un artefacto en la sede del PSE-EE de Balmaseda en 2007. El segundo es Jon Kepa Preciado, con una pena de 377 años por intentar asesinar a la ex teniente de alcalde de Portugalete Esther Cabezudo y otros 79 por atentados contra las sedes de empresas y de Hacienda. Este etarra mostró su ruptura con la línea oficial próxima a la izquierda abertzale para pasar al colectivo ATA. El último es Jon Mirena San Pedro, que cumple 50 años de pena por participar en un intento de atentado contra un policía en Barakaldo en 1991.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha censurado los nuevos traslados y emplazó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska a dimitir, no sin antes reconocer que mintió al sostener que los acercamientos serían «decisiones puntuales y estudiadas». «Admitir esto desde luego no mitigaría el dolor de las víctimas, pero por lo menos no sumaría al dolor esta sensación constante que tenemos de que encima nos están tomando por tontos», expresan en un comunicado. El colectivo da por hecho la mitad del objetivo que se planteó «ETA y su entorno» a principios de 2022: «Acercar todos los presos. Ahora, queda el segundo paso: que queden libres».
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