Gernika vuelve a escuchar las sirenas del bombardeo

Fue en 2023 cuando el Gobierno de España enviaba por primera vez a un ministro a los actos que conmemoran el ataque aéreo. El Ejecutivo de Sánchez repitió ayer ese mismo gesto y mandó al responsable de Política Territorial y Memoria, Ángel Víctor Torres, en lugar de Félix Bolaños, como en la edición anterior, ya que ese apéndice, 'Memoria', ha cambiado de ministerio. También estuvo en el cementerio de Zallo, como es habitual, el lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado por el vicelehendakari primero Josu Erkoreka, y los consejeros Olatz Garamendi, Iñaki Arriola y Nerea Melgosa. Acudió la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, y Ana Otadui, presidenta de las Juntas.

Una amplia representación institucional que optó, en su inmensa mayoría, por no hacer declaraciones. Durante el homenaje se realizó una ofrenda floral por las víctimas. Hubo ramos en nombre del Ayuntamiento de Gernika, el Gobierno vasco, el central, el Parlamento vasco, la Diputación de Bizkaia, las Juntas, el Gobierno alemán, el periodista George Steer, que narró aquella masacre, y los supervivientes del bombardeo, entre otros. Se rezó un responso.

Pocas horas antes, ya en Gernika y tras un encuentro con los supervivientes del ataque aéreo, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, habló del bombardeo. «No solo fue silenciado» por el franquismo sino transformado «en una mentira y un bulo colosal» y consideró, por ello, que es necesaria la restitución de la «verdad». Aludía así al rumor extendido por el bando sublevado de que la villa había ardido porque la habían quemado los propios republicanos, algo que pronto se pudo desmentir gracias a los testimonios de los supervivientes y a la presencia en Gernika de George Steer.

Esta era una edición anterior porque se da la circunstancia de que este año la villa foral celebra el homenaje tras la reciente declaración de todo su entorno urbano como 'Lugar de Memoria Democrática'. «Es el primer lugar de memoria acorde a la ley de 2022, que se ha hecho además con aportaciones, alegaciones y sugerencias de toda la sociedad y que ha permitido que sean nueve los lugares de todo Gernika que son hitos», celebró.

«Lo que ocurrió merece el reconocimiento de todos los demócratas y, por tanto, la restitución de esa verdad, que es lo que dice también la Ley de Memoria Democrática. Estamos ante un acto de democracia, de libertad, de reposición, de restitución de la verdad y de apoyo a las víctimas», incidió el ministro del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El 26 de abril en Gernika es una fecha que está siempre envuelta en gestos. Urkullu emplazó en varias ocasiones «al Estado a que haga un gesto de reparación en Gernika que tiene pendiente» por el bombardeo. Algunos han ido más allá pidiendo un acto de «perdón o desagravio». La asistencia del ministro Bolaños el año pasado se leyó como un gesto de acercamiento pero aquel mismo día el ministro precisó en Gernika, con contundencia, que «lo que fue atacado por las tropas nazis, fascistas, fue también el Gobierno legítimo de la República, como hicieron en Eibar, en Otxandio y en tantos lugares en Euskadi y en España». Y zanjó: «Es un honor estar aquí como ministro de España representando al Gobierno legítimo que fue atacado».