La Ertzaintza blinda la reunión del Consejo de Gobierno por la protesta de los sindicatos policiales

Se trata de un despliegue de seguridad inédito en una protesta de los propios representantes de los ertzainas, según explican fuentes sindicales. Y evidencia el clima de máxima tensión que se vive en la institución desde hace unas semanas. Todo empezó con la irrupción de un movimiento «asindical» -Ertzainas en lucha- que reclama un nuevo convenio con mensajes que han calado en buena parte del colectivo, hasta el punto de que ha conseguido que los sindicatos aparquen sus diferencias para unir fuerzas en las negociaciones con el Departamento de Seguridad.

Una escalada de tensión que ha subido de nivel en los últimos días, sobre todo después de una protesta frente al Parlamento que ha llevado a la consejería a abrir una investigación interna contra mandos y agentes por su supuesta inacción en el transcurso de la concentración. Desde el Gobierno se habla de «injerencias» en la Ertzaintza y se apunta que estas protestas están siendo orquestadas desde fuera de la institución. El domingo el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, insistió en que la Ertzaintza «ha de ser un cuerpo profesional» y advirtió de que «ninguna institución, tampoco la Ertzaintza, puede permitirse el lujo de perder el respeto de la sociedad a la que se debe». Y los sindicatos contestaron con un duro comunicado advirtiendo de que declaraciones como esa suponen «declarar la guerra» a la Ertzaintza.

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En estas circunstancias, esta mañana casi se podía tocar la tensión en la Torre Madariaga. La consigna, según las fuentes consultadas, era que no se podía repetir la imagen de la semana pasada frente al Parlamento. Cuando han llegado los ertzainas se han encontrado con un fuerte cordón policial que protegia la entrada a la torre y al parking en el que estaban aparcados los coches de los consejeros, que hacía tiempo que habían accedido al interior del recinto. Los sindicatos han llenado siete autobuses y otros muchos agentes han acudido por su cuenta. Han acudido con bengalas, altavoces, silbatos y tambores.

El despliegue ha sido de tal calibre que incluso se ha podido ver a agentes de Brigada Móvil desplegados cerca de un bosque cercano para evitar que algún ertzaina tratase de colarse por ahí. Los sindicatos han entregado un documento con algunas de sus peticiones a los escoltas de Urkullu. Han insistido en que la Ertzaintza está «en el precipicio». Y lo está por la «soberbia» de la administración y de una «década de desprecio» a sus reivindicaciones laborales. Además han denunciado la puesta en marcha de una «campaña mediática brutal de desprestigio hacia los ertzainas», en la que se trata de hacer ver al Cuerpo «como una suerte de lobby sin control alejado de la realidad social vasca». En este sentido, insisten en que el servivio que presta la Policía vasca es cada vez peor. Y recalcan que, ni en estas circunstancias, el Gobierno vasco muestra «voluntad» por tratar de encontrar una solución.