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«A mí lo que me gustaría es que todo el Gobierno de España esté dando soluciones a un enorme problema. El resto de cuestiones me interesa poco». La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha elevado este viernes el órdago ante las reticencias del sector socialista, fundamentalmente del Ministerio de Agricultura, a su propuesta para limitar los precios de alimentos básicos. La titular de Trabajo y Economía Social ha negado que esté incurriendo en una invasión de competencias del departamento de Luis Planas y se ha escudado en que la iniciativa de Carrefour de ofrecer una cesta de la compra a precio congelado abre la puerta a un acuerdo global con las grandes distribuidoras del país.
La propuesta de Díaz, avanzada el lunes en una entrevista ante la sorpresa de PSOE e incluso de Podemos, viene marcando la agenda política del Ejecutivo de coalición. La vicepresidenta segunda persigue un entendimiento con las principales distribuidoras para que ofrezcan una cesta con productos básicos a precio limitado, de forma que mitiguen el impacto de la galopante inflación. Sin embargo, ya sea por la forma o por el fondo, la iniciativa se ha encontrado con los reproches del sector socialista. Economía avisa de que hay que dejar funcionar a la libre competencia y Agricultura, con competencias sobre Alimentación, desecha cualquier intervención del mercado.
A esas reticencias de carácter más tecnico se suman también las críticas a las formas de Díaz. Este mismo viernes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pese a respaldar la iniciativa, le ha dado un tirón de orejas al avisar de que este tipo de propuestas deben plantearse «con suficiente consenso y explicación». La titular de Trabajo, de visita en Bilbao en la tercera parada de su gira nacional para lanzar su proyecto político, Sumar, ha insistido en que «el bolsillo de los ciudadanos atañe a todo el Gobierno» y que las complicaciones económicas para hacer la compra deberían centrar ahora mismo la acción del Ejecutivo.
Ante las dudas que suscita la medida entre los departamentos del PSOE, Díaz ha presumido de haber convencido a una de las prinicipales empresas concernidas, la cadena francesa Carrefour. «Como ven, la iniciativa era tan posible que una gran multinacional ya se ha sumado a la misma. Lo que hacemos es acertado desde un ministerio que si hace algo es acordar. La iniciativa 'per sé' ya está funcionando», ha asegurado. La vicepresidenta, en todo caso, limita la propuesta a las grandes distribuidoras, «las que tienen que aportar más porque tienen margen suficiente». El tope a los precios, por tanto, no se extendería al pequeño comercio. La ministra ha hecho un llamamiento para que los ciudadanos compren en estos últimos negocios pese a que quedarían fuera del acuerdo.
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