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A. Lorente | D. GUADILLA
Miércoles, 9 de septiembre 2020, 15:35
Las palabras de Pedro Sánchez el martes en el Senado «lamentando profundamente el suicidio» del preso de ETA Igor González en la cárcel de Martutene desataron ayer una fuerte bronca política protagonizada por el PP, Ciudadanos y Vox, que reprocharon al presidente del Gobierno su tibieza con este colectivo al considerar que lo que busca es el apoyo de EH Bildu.
El jefe del Ejecutivo respondió a una pregunta presentada por la coalición soberanista en la Cámara alta. En su intervención, recalcó que la cifra de suicidios en las cárceles de España es muy baja, pero reconoció que «cualquier cifra por encima del cero» obliga al Gobierno a «seguir mejorando». Lamentó «profundamente» el «desgraciado» suceso, pero subrayó que Instituciones Penitenciarias había actuado de forma correcta. Dijo también que su Gobierno estaba pendiente de la evolución de los «presos vascos».
Las respuestas no se hicieron esperar. Pablo Casado censuró que mientras rechaza «la mano tendida» del PP, Sánchez «ahora condena la muerte de etarras». En una línea similar, el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, recordó al presidente que «ETA es una banda terrorista, no una banda de música». «Le gusta insultar al PP pero a sus socios le cuesta describirlos», le recriminó.
A estas críticas también se sumó Vox. Santiago Abascal le afeó el pésame por la muerte de «uno de sus cómplices de investidura» después de una vida dedicada «al terrorismo». Tampoco pasó por alto el tema la líder de Ciudadanos pese a que su preguntaba iba dirigida a la ministra de Educación, Isabel Celaá. Inés Arrimadas aprovechó para pedir al Gobierno «más empatía» con las víctimas de ETA que con «sus verdugos», algo que cree que les debería dar «vergüenza». En una línea similar, el representante de UPN, Carlos García Adanero, consideró que el presidente del Gobierno «humilló a las víctimas del terrorismo» al identificar a los etarras como «presos vascos», como si fueran «una banda de atracadores».
Pero no solo desde los partidos llovieron los reproches al Gobierno. También desde los colectivos de víctimas. «Desde la AVT rechazamos las palabras de Pedro Sánchez lamentando la muerte de un terrorista y las consideramos impropias para un presidente del Gobierno», criticó el colectivo, que denunció el lenguaje utilizado por Sánchez refiriéndose a 'presos vascos' en lugar de presos etarras o terroristas, y 'la banda ETA' en vez de organización terrorista. «Siempre hemos reivindicado la importancia del lenguaje para la deslegitimación del terrorismo». Por su parte, la asociación Dignidad y Justicia, que preside Daniel Portero, pidió que las palabras se retiren del Diario de Sesiones del Senado.
A la muerte de Igor González también se refirió este miércoles el ministro del Interior durante otra intervención en el Congreso en respuesta a una pregunta de EH Bildu. Fernando Grande Marlaska evitó dar más detalles sobre el fallecimiento por la Ley de Protección de Datos, pero subrayó que Instituciones Penitenciarias aplica tratamientos individualizados y bajo criterios técnicos y jurídicos. En esta forma de actuación enmarcó el protocolo antisuicidios en las prisiones que arroja un índice del 5,96 por cada 10.000 internos, «inferior al 7,2 por ciento del conjunto de los países del Consejo de Europa». En todo caso, Marlaska se avino a revisar dichos protocolos.
Durante su comparecencia, Marlaska informó de que 90 presos de ETA han sido acercados o han progresado de grado desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa a mediados de 2018.
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