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david guadilla
Miércoles, 9 de septiembre 2020, 12:13
Noventa presos de ETA han sido acercados o han progresado de grado desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa a mediados de 2018. Los datos los ha ofrecido el ministro del Interior durante una comparecencia en el Congreso en la que ha recalcado que ... todos estos movimientos se han realizado bajo control judicial y de manera individualizada. Fernando Grande Marlaska ha comparecido a petición de EH Bildu para explicar la muerte a finales de la semana pasada del preso de la banda Igor González en la prisión de Martutene. El ministro se ha comprometido a revisar los protocolos antisuicidios.
La comparecencia llegaba después de que el martes en el Senado el propio Sánchez lamentase profundamente el fallecimiento del interno. En todo caso, tanto el presidente del Gobierno como Grande Marlaska recalcan que se trata de un hecho excepcional. De hecho, el ministro ha recalcado que no podía dar más detalles de lo sucedido por la Ley de Protección de Datos, pero ha subrayado que Instituciones Penitenciarias aplica tratamientos individualizados y bajo criterios técnicos y jurídicos. En esta forma de actuación ha enmarcado el protocolo antisuicidios en las prisiones que arroja un índice del 5,96 por cada 10.000 internos, «inferior al 7,2 por ciento del conjunto de los países del Consejo de Europa».
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Sobre la muerte de González, en concreto, ha añadido que «este suceso será evidentemente analizado, evaluado para mejorar en la prevención y tratamiento de los suicidios en las prisiones y para garantizar la vida, la integridad física y la salud del conjunto de internos«.
La diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha pedido el fin de la «política de excepción con los presos vascos», en referencia a los condenados por pertenencia a la organización terrorista ETA, y ha sostenido que la de González fue «una muerte evitable» que no puede volver a suceder. El cambio en esta política penitenciaria sería, según Aizpurua, la demostración de que se «abandona el terreno del conflicto» y que «la venganza es cosa del pasado».
Grande Marlaska, por su parte, le ha reprochado a EH Bildu que «intente mezclar el fallecimiento de un interno con una supuesta política penitenciaria hacia un colectivo». «La legislación es modélica y se guía en criterios individualizados», ha insistido.
La mayoría de los acercamientos, en todo caso, se han realizado a cárceles fuera del País Vasco y Navarra. Las víctimas han criticado con dureza que, a su entender, el Gobierno había atravesado una línea roja al trasladar a prisiones de ambas comunidades a etarras condenados por delitos de sangre.
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