Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
David Guadilla
Domingo, 24 de septiembre 2023, 12:13
El Alderdi Eguna empezó con una misa y concluyó con una fiesta. En el medio, discursos de Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar y comida popular. Todo se mueve en la política española pero el PNV mantiene su propio guion y es fiel a su estilo. « ... Nosotros, ni izquierdas ni derechas». En un escenario inestable, en un «contexto complejo» y con algunas voces internas que no terminan de ver clara la estrategia del Euzkadi buru batzar, la militancia cerró filas y respondió de forma masiva a la llamada de la dirección. Una demostración de fuerza. «Somos el Partido», clamó Ortuzar.
El Alderdi llegaba rodeado de una serie de condicionantes que habían encendido las alarmas en Sabin Etxea y habían convertido esta edición en una cita cargada de «morbo», como reconoció desde la tribuna levantada en la campas de Foronda el líder del EBB. Los resultados de las elecciones municipales, forales y generales –muy lejos de los esperados– y la sensación de que EH Bildu está recortando el espacio a escasos meses de las autonómicas están generando pequeños seísmos que por ahora parece que no van a más pero que sí hacían temer un pinchazo en la asistencia.
El miedo a una movilización escasa se había hecho real en varios gestos realizados en las últimas semanas. Una carta a la militancia enviada por Ortuzar para animar la asistencia, el llamamiento de la dirección a demostrar que el PNV es un partido «unido y fuerte»... La respuesta de la militancia fue abrumadora. La asistencia fue mayor que la del año pasado –aunque la de 2022 no fue una de las ediciones más masivas–, a lo que también ayudó el día veraniego que iluminaba ayer Foronda. «Se quería ver qué caras ponemos, qué sugerimos... Pues vamos a dar algún disgustillo», afirmó Ortuzar para enfatizar el éxito de la convocatoria.
Fue, sobre todo, un acto de reafirmación interna para elevar la moral de la tropa, algo tocada entre los militantes. «Espero que a partir de aquí todo se recomponga. El ambiente está cargado en el país y en el Estado, y eso al final también afecta internamente al partido», reconocía Mikel, un militante guipuzcoano. «El llamamiento ha funcionado», se congratulaban Josu,Juanjo y Kepa, tres afiliados bilbaínos.
Noticia relacionada
Olatz Barriuso
Se ensalzó el papel histórico del PNV y se recordó a casi todos los lehendakaris y presidentes del EBB. Al lehendakari Agirre proclamando que «el territorio habrá sido conquistado, el alma del pueblo vasco no»; a Juan de Ajuriaguerra por «unir su destino a los gudaris de Santoña y ser condenado a muerte»; al «acierto de la generación encarnada por Arzalluz cuando decidieron apostar por la transición democrática a pesar de que ETA les puso la pistola en la mesa»; a la «fortaleza» de Ardanza por «levantar» el país y a la de Ibarretxe para «sobreponerse desde la dignidad abertzale y la legitimidad democrática al portazo que sufrió el nuevo Estatuto en Madrid», al «trabajo denodado» de Urkullu...
Todas las alusiones iban acompañadas de imágenes. Todas fueron aplaudidas. En ningún momento se mencionó a Josu Jon Imaz –presidente del partido entre 2004 y 2008– o a Carlos Garaikoetxea. La referencia al que fuera lehendakari y luego líder de EA había sido solicitada por veteranos militantes como Iñaki Anasagasti como ejemplo de reconciliación.
Ortuzar lanzó frases destinadas a reforzar las costuras internas. «Somos el PNV. En tiempos difíciles, apretar los dientes, sacar pecho, meter barbilla y para adelante». Habló de que todos tenían que «remar» para llevar «la trainera» en la misma dirección... La militancia aplaudía, aunque antes de empezar las intervenciones la organización se tuvo que esforzar por megafonía en pedir a las bases que dejasen las txoznas y estuviesen atentos a lo que decían sus líderes. Ni una fisura en el discurso, ni un mal gesto entre Urkullu y Ortuzar, a quienes poco antes de iniciar el acto se les pudo ver hablando con Jokin Bildarratz. Los tres con rictus serio.
El consejero de Educación se había convertido en uno de los principales focos del Alderdi tras la polémica abierta por el proceso de adjudicación de las rutas de transporte escolar en Euskadi. Una cuarta parte de los contratos que se licitaron en Gipuzkoa han ido a la empresa que administra un asesor del propio Departamento. Se trata de Joanes Labayen, marido de Bakartxo Tejeria. En un ambiente marcado por las sonrisas, el semblante de la presidenta del Parlamento evidenciaba seriedad.
Noche de acampada
Todo se movió según el ritual previsto. El desfile de las autoridades, de las organizaciones municipales bajo su propio estandarte, de las delegaciones llegadas de otra comunidades y países. De Cataluña, de Galicia, de Bretaña, de Kurdistán, de Georgia, de Chile, de la «nación bubi» –una etnia minoritaria de Guinea Ecuatorial–...
Campas llenas, mercadillos, las juventudes de EGI pidiendo la independencia, críticas internas obviadas, antiguos dirigentes como José Luis Bilbao detrás de unas barras en las que el txikito estaba a 1 euro, el bocata a 3, y la botella de vino y el cubata a 6, veteranos militantes emocionados, jóvenes que habían pasado la noche de acampada, familias enteras... Fiesta, partido y autoafirmación. Como dijo Ortuzar, «modelo PNV, el PNV en estado puro».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.